Editorial
Con el presente número la Revista Cubana de Filosofía reanuda su publicación. Interrumpida hace ya casi tres años, no ha sido posible, a pesar de los esfuerzos realizados, que la Revista continuara apareciendo en la forma regularmente periódica que había logrado mantener hasta su décimo número. Esperamos que, a partir de este undécimo, pueda proseguir su labor divulgadora de la cultura filosófica cubana sin indeseables contratiempos.
Sin embargo, su transitoria interrupción ha servido para comprobar la alta estima que la Revista Cubana de Filosofía había conquistado en diferentes lugares de América y de Europa. La cantidad de cartas recibidas en las que se nos preguntaba con destacado interés por la suerte de nuestra publicación, así como el pedido constante de los números ya editados, como, por ejemplo, el dedicado al maestro Francisco Romero (cuya tirada de dos mil ejemplares está definitivamente agotada), demuestran, sin lugar a dudas, hasta qué punto la Revista había logrado conquistar la confianza y el aprecio de los públicos filosóficos americano y europeo. Lo cual demuestra que cuando el trabajo intelectual se hace con la debida honestidad y no pretende rebasar el justo límite de lo que sus propias fuerzas le imponen, puede, no obstante, abrirse paso hacia la consolidación de un crédito que es a la vez la justificación del esfuerzo realizado y la satisfacción por el éxito conseguido tranquila y austeramente.
Ahora, como decimos, reinicia sus tareas la Revista Cubana de Filosofía. Tenemos la seguridad de que bajo el patrocinio de la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, hoy bajo la regencia del doctor Guillermo de Zéndegui, en quien tan fundadas esperanzas es posible depositar, se podrá continuar satisfaciendo las ansias de aumento y dignidad de la filosofía cubana, tal como esto se viene manifestando desde hace ya diez años. Y también para posibilitar el conocimiento fuera de Cuba de esta inquietud que ya parece ser algo común a todos los países de América. Nuestro esfuerzo, en definitiva, tiende a ser uno más en el conjunto de las que, filosóficamente. constituyen en el continente americano algo más que una simple promesa.
Al regresar a sus tareas habituales, la Revista Cubana de Filosofía saluda a todos los que en América y Europa aparecen consagrados al saber principal y aprovecha la oportunidad para testimoniar su gratitud a quienes se han venido interesando, sincera y generosamente, por su reaparición.
El Consejo de Redacción
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