XIX Congreso Mundial de Pax Romana España 1946

 
Salamanca
Día 24 de junio de 1946 a las once de la mañana

Continúa la discusión de la primera ponencia

Bajo la presidencia del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Cardiff y la asistencia de D. Joaquín Ruiz-Giménez, Presidente internacional; Mr. E. Kirchner, Vicepresidente internacional, y de Mr. Ducret, Secretario del Secretariado de Friburgo, se inició la sesión con unas palabras del Sr. Ruiz-Giménez, en las que, con el fin de llevar a mejor efecto las conclusiones del Congreso, y vistas las cartas de los Emmos. Sres. Montini, Secretario de Fstado, y Cardenal Pizzardo, propone a la aprobación del Congreso una declaración especial, que haría de conclusión primera, general y previa. Dice así:

«PAX ROMANA, fiel a su tradición de filial adhesión y servicio a la Santa Sede, en su XIX Congreso Mundial, proclama solemnemente que su principal tarea en la presente coyuntura del mundo es:

1º Profundizar intensamente en sus miembros y difundir ampliamente en todos los ámbitos de la vida social el conocimiento de las enseñanzas pontificias y especialmente de las contenidas en los documentos luminosos del Pontífice gloriosamente reinante.

2º Difundir en todos los campos de la Iglesia Católica y de la autoridad del Romano Pontífice, secundando virilmente todas sus iniciativas, de las cuales únicamente puede esperarse la verdadera paz.»

Moción que es aprobada por unanimidad.

A continuación es presentada una moción, que lee el Presidente de la primera Comisión, en la cual se redacta de nuevo el proyecto de conclusiones referentes a dicha Comisión de la siguiente manera:

«Teniendo en cuenta que el hombre, como persona, según la concepción cristiana, es una unidad sustancial, compuesto de cuerpo y alma racional, dotado de libertad o señorío sobre sus propios actos, con fin propio trascendente, ordenado a la vida social para conseguir aquél y por Cristo elevado a la dignidad de hijo de Dios, PAX ROMANA reconoce:

1º Que por ser el hombre social por naturaleza no puede conseguir su último fin aisladamente, sin ordenar también su actividad individual al bien común de la sociedad a que pertenece (2-2, pág. 47, a. 10, ad. 2).

2º Como consecuencia, la ordenación de la vida social tiene que asegurar al hombre el desarrollo íntegro de su personalidad en la consecución de todos los fines. (Mensaje 1942.) [53]

3º Que consistiendo la verdadera libertad en la facultad de elegir los medios conducentes al fin, la persona humana tiene que ajustar su actividad, ante todo y sobre todo, a la ley de Dios, norma suprema de todo ordenamiento humano justo. (Libertas, II, página 189.)

4º Que, en consecuencia la persona es sujeto de derechos y deberes inalienables, que deben ser reconocidos y garantizados en todo ordenamiento jurídico, de los cuales importa hoy destacar, según los mensajes pontificios (1942, pág. 21):

a) El mantenimiento y desarrollo de su vida corporal, intelectual y moral.

b) La formación y educación religiosa y el culto a Dios, privado y público, incluida la acción caritativa religiosa.

c) La libre elección de estados, incluido el sacerdotal y religioso.

d) La constitución e integridad de la sociedad conyugal y doméstica.

e) El trabajo y el uso de los bienes materiales, con las necesarias limitaciones sociales.

f) La seguridad jurídica y, en consecuencia, una esfera concreta de derechos protegida contra todo ataque arbitrario, mediante una legislación clara e intergiversable, garantizada por recursos ante jueces independientes. (Mensaje de Navidad, 1942.)

g) Participación en la vida política de la comunidad, a través de un ordenamiento representativo de los verdaderos y naturales organismo sociales. (Mensaje de Navidad, 1944.)

El Presidente, Ruiz-Giménez, explica el sentido de la modificación, diciendo que las nociones generales del anterior proyecto pasan en el presente al preámbulo, asimilando en el resto el sentido de los mensajes pontificios. Inmediatamente se somete a discusión el anterior proyecto, pidiendo la palabra el Vicepresidente de la F. U. C. I., Francesco di Piazza. Dice que las presentes conclusiones no se deducen de lo elaborado por la Comisión general ni por la especial nombrada por la general, y pide sea dicho el origen, porque sería sentar un precedente. El Presidente, Ruiz-Giménez, le contesta diciendo que la modificación se ha debido tratar en los trabajos del primer día, y que en lo sucesivo seguirá el orden establecido.

El P. Willwoll insiste en que el centro apropiado para las discusiones teóricas son las Universidades y círculos de estudio, siendo el Congreso un sitio más amplio para tratar de obtener aplicaciones sociales. El Presidente de la F. U. C. I., Ivo Murgia, dice que sin Comisiones generales no pueden tomarse decisiones. El Presidente, Ruiz-Giménez, dice que la Comisión correspondiente, en una última redacción recogerá todas las anteriores sugestiones.

Al pedirse el proyecto de la segunda Comisión de la primera ponencia, el P. Daniel, Presidente de ella, dice no han sido elaboradas totalmente las conclusiones y pide una prórroga, en vista de lo cual se pasa a examinar lo referente a la tercera Comisión.

El Presidente de esta tercera ponencia, Ivo Murgia, Presidente de la F. U. C. I., lee un proyecto de conclusiones, que, en síntesis, dice lo siguiente: Está dividida la ponencia en dos partes, a) y b). Teórica, la primera, y práctica, la segunda. En aquélla se habla de la necesidad de la participación del universitario en la Santa Misa, como un medio de identificación y de participar, en cierto modo, en el Santo Sacrificio y en el sacerdocio. También una necesidad de convivencia y amor, como reflejo de la vía trinitaria; igualmente se refirió al ideal de una paternidad católica y a la necesidad de intensificar la unidad de nuestras fuerzas frente a la persecución y a los errores. En la parte práctica proponía como medios para llevar a cabo estos ideales, lo inexcusable de un apostolado por parte del universitario, a través de la palabra, por su ejemplo y competencia profesional, etcétera. Hizo también constar la salvedad de que el anterior proyecto no era obra de la Comisión general, sino moción de algunos de sus miembros.

Al entrar en la discusión, el Presidente, Sr. Ruiz-Giménez, dice que la primera parte es un pleno acierto; pero que, en realidad, la segunda corresponde a la segunda ponencia. El delegado portugués se extraña de la proposición y dice que él, perteneciendo a la Comisión, no conoce este proyecto, a lo cual el Presidente de la Comisión, Ivo Murgia, dice que ha hecho la salvedad de que se trata solamente de una moción de una parte de la Comisión.

El Rvdo. P. Emilio Guano dice que está de acuerdo con la propuesta, pero que quiere hacer alguna observación. En primer lugar, que toda la moción adolece de demasiada generalidad, no refiriéndose específicamente a los problemas de tipo universitario, y en segundo lugar, que es necesario buscar las consecuencias prácticas de las cuestiones planteadas. [54] Además añade que sería conveniente unir al párrafo que se refiere a la participación del universitario al Santo Sacrificio la palabra conscientemente, para lo cual propone la conveniencia de utilizar ediciones litúrgicas. Fernando Stiglich abunda también en la opinión de que se trata de una formulación extremadamente vaga, sobre todo en la expresión que refiriéndose al mismo punto a que antes hemos hecho referencia, habla de que el universitario ha de encontrar personalidad en el Santo Sacrificio de la Misa. De nuevo actúa Ivo Murgia, para decir que a toda la propuesta es necesario darle un sentido general, en lo que a las medidas prácticas se refiere, ya que PAX ROMANA es una Federación compuesta de miembros con caracteres nacionales propios, y a los cuales es necesario dejar la iniciativa en todas aquellas cosas en que no sea precisa una fórmula de carácter genérico. Con estas modificaciones, de las cuales toma nota la Comisión redactora, queda aprobado el primer punto del proyecto. Respecto al segundo, que habla de la igualdad esencial de los hombres y de la necesidad de luchar para superar todo género de barreras raciales y sociales, el delegado inglés pide sea añadida la palabra religiosas a la formulación de barreras superables, con el fin de poder propugnar una tolerancia para los católicos en los países de mayoría no católica. En el mismo sentido habla el observador ucraniano, con el fin de que los católicos orientales puedan llegar a obtener la adhesión de las Iglesias disidentes, con una tolerancia por lo que respecto a ritos, ceremonias, &c., pudiera referirse. El Presidente de la Delegación española, José María Mohedano, dice que hay que evitar el peligro de caer en la formulación del principio de la igualdad religiosa, ya que la única religión verdadera es la católica; que es de todo punto imprescindible distinguir la tolerancia hacia la persona en particular de la tolerancia doctrinal, de todo punto inadmisible. El Presidente internacional, Sr. Ruiz Giménez, dice que con objeto de centrar la cuestión se hace preciso recordar que el liberalismo religioso ha sido condenado explícitamente por la Santa Sede.

Respecto al tercer punto, que alude a la necesidad de una hermandad católica, el observador ucraniano dice se trata de una formulación demasiado general y que se hace preciso añadir, por tratarse de universitarios, el verbo enseñar, ya que de otra forma resultaría extremadamente amplio el concepto.

Haciendo referencia al cuarto punto, que afirma la necesidad de unir nuestras fuerzas contra el error, el Presidente de la Delegación portuguesa, Prof. Gomes da Silva, dice cabría concretarlo en tres puntos fundamentales:

1º Afirmar el derecho de la Iglesia en las cuestiones familiares, principalmente en lo que al matrimonio se refiere.

2º La obligación de combatir el divorcio.

3º La necesidad de formar y de pedir a los Poderes públicos la formación en las Universidades de la deontología profesional.

El Presidente, Ruiz-Giménez, dice que los dos primeros puntos se encuadran perfectamente en el objeto de la ponencia, no así el tercero, que hace más bien referencia al segundo.

El delegado inglés sugiere sea añadido después de los términos autoridad de la Iglesia la palabra «espiritual», puesto que la Iglesia tiene aquella de carácter típicamente espiritual, y asimismo para evitar ambigüedades.

El quinto punto de la parte a) del proyecto habla de proclamar el deber de los universitarios de ofrecer ayuda intelectual, espiritual y económica a las misiones, a lo cual el jefe de la Delegación del Perú dice que el proclamar es simplemente de carácter teórico y que sería muy conveniente el propugnar una participación activa del universitario en estas cuestiones o la creación de un Secretariado a ellas dedicado. Ivo Murgia dice que no es conveniente dar normas a las distintas Federaciones, que pueden actuar independientemente, según sus especiales características, siendo únicamente necesario hacer formulaciones o recomendaciones, a lo cual el delegado del Perú contesta diciendo que no se trata sino de hacer determinadas sugerencias, sin pensar nunca en imponer mandatos. El Sr. Ducret, representante del Secretariado de Friburgo, dice que ya existe en aquel Secretariado uno de carácter misional coordinador.

A la propuesta práctica de la segunda parte del proyecto de conclusiones, que hace referencia a la necesidad de fomentar vocaciones, el delegado inglés pide normas de cómo ha de hacerse esto en la práctica, a lo cual el delegado español, José María Mohedano, contesta diciendo que sería interesante formar parte de las Obras Misionales Pontificias.

El Presidente, Sr. Ruiz-Giménez, dice sería conveniente hablar de vocaciones eclesiásticas y religiosas. El Consiliario de la Delegación boliviana, Rvdo. P. Burón, propugna [55] la necesidad de las vocaciones seglares, exponiendo como ejemplo la situación que en las Misiones bolivianas se hace sentir. El observador de Ucrania señala la oportunidad de añadir la conveniencia de exaltar el ideal del sacerdote. El Sr. Ramos, de la Delegación mejicana, da un programa de cinco puntos, que él considera interesante y práctico, como consignas a seguir en esta cuestión, y que son los siguientes:

1º Mostrar prácticamente la situación angustiosa por que pasan las tierras de Misión por medio de publicaciones, actuaciones orales, &c.

2º Hacer ver la grandeza de la labor misional.

3º Hacer y crear un clima de respeto para el sacerdocio.

4º Ayudar a los que quieran decidirse a cualquier género de labor misional.

5º Tratar de fomentar, incluso en el seno de todas las familias, las vocaciones eclesiásticas.

Con lo cual se dio por terminada la sesión, tomando nota la Comisión de todas las sugerencias para una ulterior redacción del proyecto.

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Pax Romana
XIX Congreso
XIX Congreso Mundial de Pax Romana
Madrid 1946, páginas 52-55