Filosofía en español 
Filosofía en español

cubierta del libro

Espartero.
Su pasado, su presente, su porvenir.
 

Por la redacción de El Espectador y El Tío Camorra.
 

Madrid, 1848
Imprenta de D. Julián Llorente, calle de Alcalá, núm. 44.
 

Al ilustre Duque de la Victoria
en prueba de adhesión y respeto
Los autores.

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Este opúsculo de 80 páginas, de pleno combate en su momento, aparece mes y medio después de la vuelta de Espartero de su exilio, y ofrece cinco textos (firmados por cuatro autores y un pseudónimo, El Tío Camorra), que glosan su trayectoria hasta ser Regente de España (1840), su marcha a Lisboa, tras el movimiento de 1843, a bordo del Malabar; los años de proscrito en Londres, hasta diciembre de 1847; el desembarco en San Sebastián el 4 de enero de 1848; la audiencia con Isabel II el día 8, en Madrid, y su marcha de incógnito a Logroño, antes de un mes, para evitar un atentado, donde llega el 6 de febrero, así como unas “reflexiones filosóficas sobre el porvenir de Espartero”. El Tío Camorra dice el 16 de febrero que el folleto “debe entrar mañana en prensa”; El Eco del Comercio y El Clamor Público anuncian la suscripción al folleto el día 18 de febrero de 1848.

I. De la cuna al Malabar, Miguel Agustín Príncipe, 7-22

II. Cuatro años de emigración, Ramón Girón, 23-48

III. La vuelta del proscripto, Ramón Satorres, 49-62

IV. Quince días en Madrid, El Tío Camorra, 63-70

V. El Porvenir, Antonio Ribot, 71-80

 

«Príncipe (Miguel Agustín). Nació en Caspe en 16 de Octubre de 1811 y murió en Madrid en 1863. Desempeñó importantes cargos, entre ellos el de conservador de la Biblioteca Nacional, director del Diario de Sesiones del Senado y secretario de la Junta de teatros. Fue redactor de los periódicos madrileños La Prensa (1840), El Espectador (1841-48), El Anfión Matritense (1843) y La Themis (1857-58) y director de El Moscardón (1844) y El Gitano (1846). Colaboró con el Semanario Pintoresco Español. Firmaba Mascaraque y Don Yo.» (Manuel Ossorio Bernard, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Madrid 1903, pág. 358.)

«Girón (Ramón). Redactor que fue en Madrid de El Heraldo (1844), y director de El Espectador (1848) y La España. Falleció en 27 de Abril de 1860.» (Manuel Ossorio Bernard, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Madrid 1903, pág. 172.)

«Satorres (Ramón). Autor de varias obras poético-religiosas y redactor de El Espectador (Madrid, 1841-48).» (Manuel Ossorio Bernard, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Madrid 1903, pág. 425.)

«Martínez Villergas (Juan). Distinguido poeta satírico, nacido en Gomeznarro (Valladolid) en 8 de Marzo de 1817 y muerto en Zamora en 8 de Mayo de 1894. Con independencia de sus libros, y concretándome sólo a su condición de periodista, haré constar que fue redactor o director de los periódicos de Madrid La Nube (1842), El Dómine Lucas (1844), El Fandango (1844), La Risa (1844), El Tío Vivo (1845), El Burro (1845-46), El Tío Camorra (1847-48), Don Circunstancias (1847), Semanario Pintoresco (1847-48), La Academia (1849), La Poliantea (1849), El Látigo (1854-55), El Moro Muza (Habana y luego Madrid, 1862) y Jeremías (1866-69). Pocos días antes de su muerte Villergas contestaba al editor de La España Moderna que solicitaba de él algún trabajo: “–No puedo escribir nada; estoy muy ocupado en la tarea de morirme”. Hizo muy populares los pseudónimos de El Tío Camorra y Antón Perulero y se hizo notar por el desenfado que supo imprimir a su producción literaria.» (Manuel Ossorio Bernard, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Madrid 1903, pág. 264.)

«Ribot y Fontseré (Antonio). Médico y escritor festivo, natural de Barcelona y muerto en Madrid en 25 de Octubre de 1871. Fue deportado en 1848 por sus ideas revolucionarias y elegido diputado constituyente en 1855. En Barcelona dirigió el periódico La Mutualidad, y en Madrid fue redactor de El Espectador (1841-48) y de La Poliantea (1849); primer director de El Látigo (1854) y redactor de La Península (1856-1857).» (Manuel Ossorio Bernard, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Madrid 1903, pág. 377.)

1848 «Recomendamos a nuestros lectores la obra que en otro lugar anunciamos, titulada Espartero, su pasado, su presente y su porvenir.» «Espartero, su pasado, su presente, su porvenir, por la redacción de el Espectador y el Tío Camorra. Este folleto destinado a rendir un tributo de respetuoso afecto al ilustre pacificador de España, no menos que a dar una idea justa y filosófica de la importancia inherente a su nombre; consta de cinco capítulas cuyos títulos son los siguientes: 1º De la cuna al Malabar. 2º Cuatro años de emigración. 3º El regreso del proscrito. 4º Quince días en Madrid. 5º Significación política y porvenir de Espartero. El capítulo 4º está escrito en verso, y en variedad de estilo y metros por el Tío Camorra. El folleto en edición de lujo aparecerá en uno de estos próximos días. Su tamaño será 8.° mayor prolongado, y su precio 5 rs. en Madrid y 6 en provincias. Constará por lo menos de 80 páginas. Los que quieran suscribirse podrán hacerlo en Madrid en la redacción de todos los periódicos progresistas: El Eco del Comercio, calle del Fomento, núm. 1, cuarto bajo; Clamor Público, calle de la Cabeza, núm. 36, cuarto bajo; Siglo, Plazuela de la Villa, núm. 107; La Prensa, calle del Prado, núm. 4, cuarto principal de la izquierda; Espectador, calle de Jardines, núm. 16, cuarto bajo; Tío Camorra, Pasadizo de San Ginés, núm. 3, cuarto principal, y en todas las librerías a donde se suscribe a dichos periódicos; y en provincias en casa de los corresponsales del Espectador y Tío Camorra. Nota. Los que se suscriban en Madrid, no tendrán que adelantar el precio del folleto, sino que lo abonarán cuando les sea llevado a domicilio: y los de provincias tampoco tendrán necesidad de abonar su importe, sino cuando lo reciban.» (El Clamor Público, periódico del partido liberal, Madrid, viernes 18 de febrero de 1848, págs. 1 y 4. Eco del Comercio, Madrid, viernes 18 de febrero de 1848, pág. 4.)

Carlos Marx, seis años después, en el artículo que, sin firma, dedica a un “Espartero” que, en pleno bienio progresista, de nuevo preside el Consejo de Ministros de España, se sirve de este opúsculo en la torcida interpretación que, desde Londres, ofrece al público yanqui:

1854 «He quietly retires to his estate at Logroño, cultivating his cabbages and flowers, waiting his time. He did not go even to the revolution till the revolution came for him. He did more than Mahomet. He expected the mountain to come to him, and the mountain came. Still there is one exception to be mentioned. When the revolution of February burst out, followed by the general European earthquake, he caused to be published by Señor de Principe, and some other friends, a little pamphlet entitled “Espartero, his Past, his Present, his Future”, to remind Spain that it still harbored the man of the past, the present, and the future. The revolutionary movement soon subsiding in France, the man of the past, of the present, and of the future once more sank into oblivion.» (“Espartero”, New-York Daily Tribune, 19 de agosto de 1854.)

El malicioso artículo anónimo de Marx quedó olvidado durante siete décadas, perdido en ese periódico neoyorquino, hasta que fue exhumado por los hagiógrafos moscovitas soviéticos y fue vertido bien pronto al español por el filotrotsquista Andrés Nin; conociendo después numerosas versiones y ediciones, leído fielmente como doctrina inmarcesible y superior por tantos devotos y hermeneutas de su Palabra.

«Espartero se retiró tranquilamente a su hacienda de Logroño para dedicarse a sus legumbres y a sus flores y en espera de que llegase su hora. No buscó a la revolución, sino que esperó que la revolución lo llamase. Fue más allá que Mahoma. Esperó que la montaña fuera hacia él, y la montaña, en efecto, se dirigió a él. Sin embargo, hay que hacer notar una diferencia: cuando estalló la revolución de febrero, a la cual siguió el terremoto general europeo, Espartero, por mediación del Sr. Príncipe y otros amigos, publicó un pequeño folleto titulado “Espartero: su pasado, su presente y su futuro”{15} para recordar a España que tenía todavía en su sangre y en su tierra a ese hombre del pasado, del presente y del porvenir. Cuando el movimiento revolucionario de Francia decayó, ese hombre del pasado, del presente y del porvenir desapareció voluntariamente de la escena.» (“Espartero”, versión de Andrés Nin, notas de Jenaro Artiles, Editorial Cenit, Madrid 1929.)

«Espartero se retiró tranquilamente a su finca de Logroño para cultivar sus berzas y sus flores, en espera de que sonase su hora. Ni siquiera buscó a la revolución; aguardó que ésta lo llamase. Hizo más que Mahoma. Esperó que la montaña acudiera a él, y la montaña acudió. Sin embargo, se ha de mencionar una excepción. Cuando estalló la revolución de febrero, seguida de la sacudida general europea, Espartero hizo que el señor Príncipe y algunos amigos más publicasen un pequeño folleto titulado Espartero: Su pasado, su presente, su porvenir, para recordar a España que todavía albergaba al hombre de ayer, de hoy y de mañana. Mas al decaer poco después el movimiento revolucionario en Francia, el hombre de ayer, de hoy y de mañana se sumió una vez más en el olvido.» (“Espartero”, Progreso, Moscú 1978.)

Pero sucede que la agitación parisina contra Luis Felipe se inicia tras los banquetes organizados para el día 22 de febrero, que habían de conducir a proclamar la Segunda República Francesa el día 25 de febrero de 1848, una semana después del anuncio de este opúsculo. Un opúsculo que se difundía desde Madrid, por tanto, poco antes también del comienzo de la distribución desde Londres, el 21 de febrero de 1848, anónimo y en alemán, del Manifest der kommunistischen Partei, encargado por la Liga de los Comunistas a Marx y Engels.