Filosofía en español 
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El Tío Camorra, periódico político y de trueno

El Tío CamorraEl Tío CamorraEl Tío Camorra

Las tres viñetas que utiliza El Tío Camorra. En la primera (palizas 1-26) el popular tío camorra mantiene a raya a quienes gastan fraques y levitas y calzan afrancesado tricornio y sombrero de copa alta. La segunda viñeta (palizas 27-31, marzo 1848) coincide con el inicio del segundo tomo, pero sobre todo con la proclamación de la Segunda República en Francia: el popular tío camorra mantiene en el suelo a los anteriores, controlados por su mano y estaca, desnudas ya sus cabezas y al aire esas piernas de lisos pantalones y finas medias. Tras los sucesos del 26 de marzo en Madrid, el tío camorra se vuelve cotorra (palizas 32-47, abril-julio 1848), eso sí, bien erguida sobre la estaca y la pluma; cotorra que, inspirado en la palomita de Modesto Lafuente (Fr. Gerundio), ya había introducido Juan Martínez Villergas en la paliza 3 (“La verdad por boca de cotorra que no es lo mismo que por boca de ganso”).

El Tío Camorra, periódico político y de trueno, se publica semanalmente en Madrid de septiembre de 1847 (nº 1) a julio de 1848 (nº 47), en “palizas” de 16 páginas impresas en cuarto (130×195 mm). La Biblioteca Nacional de España conserva ejemplares de El Tío Camorra, diario satírico y de trueno –R/16862–, publicado por los mismos, del que aparecieron 37 entregas (nº 1: 1 junio 1848, a nº 37: 22 julio 1848).

[Los Apuntes de Hartzenbusch entremezclan ambas cabeceras, que se presentan como sucesión una de la otra, siendo así que el periódico semanal publica sus números 41 a 47 a la par que el diario satírico. Yerra Hartzenbusch con el formato, pues dice que publica su primer número “con 16 páginas de 0ᵐ,157×0ᵐ,093. Después se hizo de mayor tamaño y menor número de páginas…”, pues sucede que la primera entrega ofrece 16 páginas de 130×195 mm, manteniendo después igual tamaño y páginas el periódico político y de trueno. Sagaces catalógrafos hodiernos, probablemente confundidos por Hartzenbusch, cuando dice que “cesó el 23 de Julio de 1848” –día en el que debiera haberse publicado el número 38 del diario satírico y de trueno–, suponen un nº 48 del semanario que nadie tiene ni ha visto, y que la prudencia aconseja tomar, mientras no se demuestre, por error o fantasía.]

Nuestra colección, cuidadosamente encuadernada entonces, la forman tres tomos, cuyos lomos de piel llevan estampado “El Tío Camorra” y el ordinal correspondiente. Pero aquí El tío camorra hace más bien referencia a Juan Martínez Villergas (1817-1894) que a este periódico, pues el tomo tercero ofrece los 28 primeros “brochazos” de su continuador, Don Circunstancias, periódico satírico-político-liberal (Madrid, 20 de agosto a 28 de noviembre de 1848). El tomo primero reúne las “palizas” 1 a 26 de El Tío Camorra (páginas 1 a 416, los seis primeros meses, septiembre de 1847 a febrero de 1848), más los suplementos plegados correspondientes a la paliza 9 y 10, el suplemento a la paliza 11 (dos páginas del formato de las entregas) y otra hoja plegada, “Al público”, tras la paliza 12, que no hemos visto en otras colecciones. El segundo tomo ofrece los números restantes (27-47, páginas 1-336), el grabado de “Espartero” (que se venía prometiendo desde febrero a los suscriptores y que en agosto: “habiéndose encargado Don Circunstancias de cubrir los compromisos que dejó pendientes el malogrado Tío Camorra, q. e. p. d., se advierte a los suscritores de este último, que ya se ha empezado a grabar el magnífico retrato del general Espartero que el paleto había ofrecido, y que debe repartirse a la mayor brevedad”), y el opúsculo que El Tío Camorra, junto con El Espectador, publica en febrero de 1848: Espartero. Su pasado, su presente, su porvenir (Imprenta de D. Julián Llorente, Madrid 1848, 80 páginas), donde se reivindica al general Espartero, recién vuelto a España tras su exilio londinense (1843-1847), y prudentemente retirado a Logroño para evitar ser víctima del atentado que se preparaba en Madrid contra su persona.

Colación de varias colecciones de las “palizas” de El Tío Camorra

fec viñ t:p ed im &c.
11847.0901v11:001-016 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc-
21847.0908v11:017-032 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc-
31847.0915v11:033-048 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc-
41847.0922v11:049-064 12 cuartos / 2ª ediciónfsaducg064
51847.0929v11:065-080 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc-
61847.1006v11:081-096 12 cuartosfsaduc-
71847.1013v11:097-112 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc-
81847.1020v11:113-128 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc-
91847.1027v11:129-144 12 cuartos / 2ª edición + lam 9fsaduc“Suplemento a la paliza 9” (1 h. plegada 217×324 mm)
101847.1103v11:145-160 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc“Suplemento a la paliza 10” (1 h. plegada 217×324 mm)
111847.1110v11:161-176 12 cuartos / 2ª edición + lam 11fsaduc“Suplemento a la paliza 11” (1 página 130×195 mm)
121847.1117v11:177-192 12 cuartos / 2ª ediciónfsaduc“Al público” (1 h. plegada 217×324 mm)
131847.1124v11:193-208 12 cuartosfsaduc-
141847.1201v11:209-224 12 cuartosfsaduc-
151847.1208v11:225-240 12 cuartosfsaduc-
161847.1215v11:241-256 12 cuartosfsaduc-
171847.1222v11:257-272 12 cuartosfsaduc-
181847.1229v11:273-288 12 cuartos + lam 18fsaduc-
191848.0105v11:289-304 12 cuartosfsaduc-
201848.0112v11:305-320 12 cuartosfsaduc-
211848.0119v11:321-336 12 cuartosfsaduc-
221848.0126v11:337-352 12 cuartosfsaducg351
231848.0202v11:353-368 12 cuartosfsaduc-
241848.0209v11:369-384 12 cuartosfsaducg382
251848.0216v11:385-400 12 cuartosfsaducanuncia Espartero..., su porvenir
261848.0223v11:401-416 12 cuartosfsaducanuncia cambio de domicilio a Alcalá 44
271848.0301v22:001-016 12 cuartosfsallororla alegre: “Establecimiento de la República en Francia
281848.0308v22:017-032 12 cuartosfsallor-
291848.0315v22:033-048 12 cuartosfsallor-
301848.0322v22:049-064 12 cuartosfsallor-
311848.0329v22:065-080 12 cuartosfsallorSucesos del día 26” + Luis González Brabo
321848.0405v32:081-096 12 cuartosfsallorParís 28 de marzo de 1848
331848.0412v32:097-112 12 cuartosfsallor-
341848.0419v32:113-128 12 cuartosfsallor-
351848.0426v32:129-144 12 cuartosfsallorCésar Cantú + Wenceslao Ayguals
361848.0503v32:145-160 12 cuartosmtullororla negra: “¡Dos de Mayo!
371848.0510v32:161-176 12 cuartosmtullor-
381848.0517v32:177-192 12 cuartosmtullor-
391848.0524v32:193-208 12 cuartosmtullor-
401848.0531v32:209-224 12 cuartosmtullormención a la versión diaria de “nuestro periódico”
411848.0604v32:225-240 12 cuartosmtullor-
421848.0611v32:241-256 12 cuartosmtullor-
431848.0618v32:257-272 12 cuartosmtullor-
441848.0625v32:273-288 12 cuartosmtullor-
451848.0702v32:289-304 12 cuartosmtullor-
461848.0709v32:305-320 12 cuartosmtullor-
471848.0716v32:321-336 12 cuartosmtullorg328 g336

Las ocho colecciones vistas son nuestro original (que contiene los suplementos) y siete copias digitalizadas disponibles en la nube (1 y 4 en sus sitios, 3 en archive y el resto en google libros): 1. Madrid (Biblioteca Nacional, 1-26, 428 páginas), 2. Madrid (Universidad Central, 1-47, 758 páginas), 3. Sevilla (Universidad de Sevilla, 28-47, 320 páginas), 4. Valladolid (Biblioteca de Castilla y León, 1 a 47, 758 páginas), 5. Ann Arbor (Universidad de Michigan, 1-44 y 46, 730 páginas), 6. Columbus (Ohio State University, 1-42, 602 páginas) y 7. Oxford (Taylor Institution, 1-47, 760 páginas).

nº   Las 47 entregas publicadas por El Tío Camorra se denominan “Palizas”, y van numeradas correlativamente, en Madrid, semanalmente…

fec   …del miercoles 1º septiembre 1847 al miércoles 31 mayo 1848, y del domingo 4 junio al domingo 16 junio 1848 (sin decir el nombre del día).

viñ   Las tres viñetas que utiliza El Tío Camorra, arriba reproducidas y explicadas.

t:p   Tomo, páginas y precio que figura en la cabecera (sustituido por “2ª edición” en las entregas que así lo pregonan, de las que hemos visto).

lam   Láminas, estampadas en papel normal, sin numerar, con sendos grabados por una cara: “Paliza 9”, “Paliza 11”, “Paliza 18”.

ed   fsa  “Editor responsable, D. Francisco Sales de Fuentes.”
  mtu  “Editor responsable, D. Manuel Turrez.”

im   duc  “Imprenta de José María Ducazcal. - Pasadizo de San Ginés, núm. 3.”
  llor  “Imprenta de D. Julián Llorente, calle de Alcalá, número 44.”

&c.   mención a los Suplementos, los cinco grabados que utiliza El Tío Camorra (aparte las viñetas), números orlados, nuevos autores, &c.

1894 «734. El Tío Camorra, periódico político y de trueno. Madrid, imprenta de J. M. Ducazcal, y en la de J. Llorente, 1847-48. Principió el 1º de Septiembre de 1847, dándose a luz semanalmente, con 16 páginas de 0ᵐ,157×0ᵐ,093. Después se hizo de mayor tamaño y menor número de páginas, titulándose El Tío Camorra, diario satírico y de trueno. Cesó el 23 de Julio de 1848. Periódico satírico, democrático, que dirigió y redactó el Sr. D. Juan Martínez Villergas. El Sr. D. Juan de la Rosa González escribió algunas de las revistas de la semana cuando el periódico fue diario.» (Eugenio Hartzenbusch, Apuntes para un catálogo de periódicos madrileños desde el año 1661 al 1870, Madrid 1894, pág. 109.)

1903 «Martínez Villergas (Juan). Distinguido poeta satírico, nacido en Gomeznarro (Valladolid) en 8 de Marzo de 1817 [fue en 1816] y muerto en Zamora en 8 de Mayo de 1894. Con independencia de sus libros, y concretándome sólo a su condición de periodista, haré constar que fue redactor o director de los periódicos de Madrid La Nube (1842), El Dómine Lucas (1844), El Fandango (1844), La Risa (1844), El Tío Vivo (1845), El Burro (1845-46), El Tío Camorra (1847-48), Don Circunstancias (1847), Semanario Pintoresco (1847-48), La Academia (1849), La Poliantea (1849), El Látigo (1854-55), El Moro Muza (Habana y luego Madrid, 1862) y Jeremías (1866-69). Pocos días antes de su muerte Villergas contestaba al editor de La España Moderna que solicitaba de él algún trabajo: “–No puedo escribir nada; estoy muy ocupado en la tarea de morirme”. Hizo muy populares los pseudónimos de El Tío Camorra y Antón Perulero y se hizo notar por el desenfado que supo imprimir a su producción literaria.» (Manuel Ossorio Bernard, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Madrid 1903, pág. 264.)

1910 Narciso Alonso Cortés sobre El Tío Camorra

Para el tercer tomo de Los políticos en camisa, publicado en 1847, ya prestó Villergas escaso concurso, por hallarse entregado en cuerpo y alma a otra labor que le dio mucho dinero, mayor popularidad y no pocos disgustos: la publicación de El Tío Camorra, periódico político y de trueno.

El Tío Camorra publicó su primer número el 1 de Septiembre de 1847, y desde el primer momento atrajo la atención del público. Cosa explicable. El Tío Camorra fue periódico de batalla, donde lanza en ristre se arremetía contra políticos y literatos. Este espectáculo por fuerza había de ser grato a la multitud, que bien pronto incluyó en la galería de sus personajes predilectos a El tío Camorra y D. Juan de la Pilindrica, interlocutores del periódico.

Es El Tío Camorra uno de los más interesantes documentos en el historial periodístico de Villergas. Aun cohibido por la actitud de su constante enemigo Narváez --el Espadón,-- aun amenazado por el dominio de la arbitrariedad, que entonces pareció atenuarse un poco, Villergas descargó sus mandobles sobre aquellos hombres que manejaban la vida nacional, y que en su opinión eran perfectas nulidades. “En una nación --decía-- donde Ovilo Otero goza la reputación de historiador, Mazarredo la de militar, Pezuela la de literato, Gil y Zárate la de poeta, González Bravo la de diplomático y Pavía la de valiente, no tiene nada de extraño que Narváez usurpe la fama de político”.

Claro es que los artículos y poesías de El Tío Camorra se refieren en su mayor parte a menudencias políticas que si hoy no ofrecen interés, entonces se leerían con fruición. Las biografías en verso que publicó --D. José Salamanca, Narváez, D. Pedro José Pidal-- pueden mirarse como modelos de la manera de hacer de Villergas. Rasgos mordaces de los que llegan a lo vivo; palabras fuertes lanzadas sin eufemismos ni veladuras; chistosos equívocos y juegos de palabras; versos sueltos, fáciles y vigorosos... No hace falta decir que más de una vez cae en tremendas injusticias, llevado de aquella dicacidad, de aquella verdadera manía persecutoria, pero en forma activa, que le dominaba; que no en vano Eulogio Florentino Sanz pensaba de él que “su genus irritabile le inspira una acometividad desatinada y ciega, que lo mismo se emplea en gigantes que en pigmeos, y tal vez los descarga sobre sus admiradores y sus jueces de campo antes que en el blanco adonde tira”.

El ministerio García Goyena sufrió durante un mes sus vapuleos; y cuando, poco después, ocupó la presidencia el propio Narváez, con un gabinete moderado de indiscutible altura, no por eso puso trabas a su pluma.

En Enero de 1848 regresó a Madrid Espartero, comprendido en un decreto de amnistía, y El Tío Camorra le recibió con las mayores demostraciones de entusiasmo. Desde El baile de las brujas Villergas había cambiado mucho de opinión respecto al héroe de Luchana: entonces habíale asestado furiosos restallazos de su látigo; ahora le consideraba como el único capaz de salvar a España. Y es que con el peso de los años, el satírico de Gomeznarro iba poniéndose más en la realidad. Preconizaba en un principio los mayores radicalismos, suponiendo que ellos tendrían fácil arraigo en la revuelta España de su época y que todo lo demás eran paños calientes sin resultado práctico alguno; pronto observó que se precisaba ir por pasos contados, y que entre dos fuerzas necesarias convenía optar por la que más impeliera al extremo por él preferido. Y de aquí su cambio de actitud y de táctica.

Fue, pues, a visitar a Espartero en su casa de la calle de la Montera, y el general “salió inmediatamente con los brazos abiertos a recibir en ellos al paleto de Torrelodones”. No quiere, sin embargo, que sus elogios al duque de la Victoria se hagan sospechosos, y dice: “Y téngase presente al decir ésto que el Tío Camorra no trata de sacar ningún fruto del lenguaje que está empleando hoy; porque cualquiera que sea la posición de Espartero algún día, y aunque suba quien suba al poder, el paleto de Torrelodones repite su juramento de que en su vida tomará empleo del gobierno aunque le valiera la salvación; porque ni tiene genio ni carácter a propósito, ni le sale de adentro eso de comer y no trabajar a costa de la nación, como hacen más de cuatro”. Dedicaba Villergas sus más vivos afanes a El Tío Camorra, pero sin abandonar otras tareas literarias. […]

En Enero del mismo año estrenó Villergas en el teatro de la Cruz una comedia en cuatro actos y en verso titulada Todo se queda en casa, recibida por el público entre aplausos y siseos, y por la prensa con críticas poco benévolas. Confesemos que la comedia, muy bien versificada, es poco interesante y de pesadísimo desarrollo, aunque su autor, en El Tío Camorra, saliera a su defensa en un razonado artículo, donde se lamentaba de la sistemática guerra que le hacían los periódicos progresistas, y reconociendo los defectos de su producción, añadía: […]

Cuando la situación política no era muy tranquilizadora en nuestra patria, llegó la noticia –en Febrero de 1848– de que los franceses habían proclamado la república. El terror cundió entre los hombres del gobierno español, que veían próxima la tormenta; y, en efecto, la tormenta estalló el 26 de Marzo, en que un numeroso grupo de gente armada, situándose en la plaza de la Cebada, prorrumpió en gritos de viva la libertad, viva Isabel II, viva el pueblo soberano, mueran los tiranos, y otros de viva la milicia, viva la república. Se extendió el movimiento a otros puntos de la villa y corte, acudieron las tropas, y hubo varios encuentros con numerosos muertos y heridos. Sofocada la sublevación, se siguieron las medidas obligadas: la disolución de las cortes, la suspensión de garantías y la detención de ciudadanos, hasta el número de trescientos.

Villergas, que llevaba unos días en cama, también corrió el peligro que se deduce de las siguientes líneas: “Han sido presos ayer a las dos de la madrugada y conducidos a la jefatura política, todos los directores de los periódicos moderados –¿qué digo?– los directores de los periódicos progresistas y algunos redactores. También he padecido una equivocación al decir que todos, pues el Tío Camorra es uno de tantos y hasta la presente no ha tenido el bárbaro gusto de disfrutar esa halagüeña paz que reina en los calabozos. ¿Cómo se habrá exceptuado este pícaro Tío? No porque no le hayan buscado, pues también fueron dos celadores y varios agentes; pero el paleto de Torrelodones tuvo la casual ocurrencia de no dormir en casa antesdeanoche, y los encargados de prenderle no encontraron en ella más que a D. Juan de la Pilindrica y a la cotorra, a los cuales se les dejó dormir en paz, porque con ellos no iba nada. Hay quien dice que el Tío Camorra, aunque nada tiene que temer de la ley, tiene mucho que temer de sus enemigos, por cuya razón ha tomado el tole hacia París. Entre tanto la dirección de este periódico se ha encomendado a la cotorra”.

No fue a París Villergas, aunque fingió una correspondencia semanal desde la capital de Francia, pero anduvo de escondite en escondite para no caer en manos de sus perseguidores. El día 7 de Mayo se reprodujeron los disturbios en Madrid con mayor gravedad. Las fuerzas del regimiento de España, a los gritos de viva la libertad y la independencia nacional, ocuparon la Plaza Mayor e hicieron frente a las tropas que por diferentes lados las atacaron. El motín quedó apaciguado a la hora de comenzar, no sin varios muertos de una y otra parte; y diezmados los paisanos a quienes se había sorprendido con las armas en la mano, trece fueron arcabuceados fuera de la Puerta de Alcalá.

Extremáronse las medidas contra la prensa, conminando con el fusilamiento al menor desliz, y Villergas, siempre escondido, atenuó un poco sus ataques, entreverando con sus sátiras la historia del Empecinado y algunos artículos sobre la situación de Francia; pero al ver que los periódicos progresistas habían cesado en su publicación, decidió convertir a El Tío Camorra en diario.

Viendo el gobierno que ni por la persuasión ni por las amenazas podía acabar con el periódico de Villergas, sólo encontró un medio para ello: suprimirle de Real Orden. Así lo hizo, y entonces Villergas, a trueque de pagar cara su osadía, salió del escondite y se trasladó a la Granja, donde se encontraba la corte, para reclamar contra semejante medida y hacer constar “que solamente los tribunales podían castigar el periódico que llenaba las garantías legales”. Por toda contestación le mandaron a la cárcel del Real Sitio, entregándole al juez de Segovia para que le formase causa como conspirador. Su buena estrella –lo refiere Villergas en El Brazo de Viriato,– le deparó un magistrado recto e imparcial, que no hallando motivo para perseguirle, le retuvo procesado con el buen deseo de que no fuese metido en las cuerdas de ciudadanos que salían diariamente para Filipinas y Mindanao.

Una vez libre, reanudó la publicación de su periódico, pero cambiando el título de El Tío Camorra por el de Don Circunstancias.

(Narciso Alonso Cortés [1875-1972], Juan Martínez Villergas. Bosquejo biográfico-crítico, Valladolid 1910, páginas 41-43 y 45-48.)

 

Artículos de El Tío Camorra en esta hemeroteca

fecha título paliza
1847.0901El Tío Camorra debutando en la escena política01:001-005
1847.0915La verdad por boca de cotorra, que no es lo mismo que por boca de ganso03:033-037
1847.1229Don Antonio Gil y Zarate (a) El Director General de Instrucción Pública18:273-278
1848.0112La bien venida [a Espartero]20:304-309
1848.0209¿Quién es ella? [plan para ultrajar al general Espartero]24:374-376
1848.0216El Tío Camorra a sus suscritores: Espartero su pasado, su presente, su porvenir25:400
1848.0301Profecía del Tío Camorra. Establecimiento de la República en Francia27:001-004
1848.0308La República Francesa28:017-021
1848.0329Sucesos del día 26. Ocurrencias de la capital31:065-073
1848.0329Luis González Brabo, La aristocracia. El populacho31:073-076
1848.0329La Libertad31:076-078
1848.0329Mesa revuelta31:079-080
1848.0405París 28 de marzo de 184832:081-085
1848.0503¡Dos de Mayo!36:145-146
1848.0503A las víctimas de El Dos de Mayo36:147-148
1848.0604La anarquía y los anarquistas41:225-228
1848.0618Ortografía43:257-262

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