Filosofía en español 
Filosofía en español

Emeterio Valverde Téllez (1864-1948) · Crítica filosófica o Estudio bibliográfico y crítico de las obras de Filosofía escritas, traducidas o publicadas en México desde el siglo XVI hasta nuestros días (1904)


Capítulo XXV

«El Perfeccionismo absoluto»

UN sistema con pretensiones de filosófico, engendrado por una imaginación exaltada hasta el delirio, y en que se hermanan monstruosamente el darwinismo, el espiritismo, el panteísmo y hasta el positivismo; en que no escasean las blasfemias, las suposiciones gratuitas y los saltos mortales del transformismo; ved ahí lo que encontramos en: El Perfeccionismo Absoluto. | Bases fundamentales de un nuevo sistema filosófico, | por Jesús Ceballos Dosamantes. | México. | Imprenta de Eduardo Dublán y Comp. | Calle del Espíritu Santo, bajos del núm. 8. | 1888.

Como quiera que se hubiesen ocupado en la crítica de dicho libro el distinguido literato español D. Juan Valera en sus Cartas Americanas, y un Señor D. Joaquín Calero en sus Artículos críticos, acudió el autor a la propia defensa y, más que todo, a corroborar a su modo sus teorías, en otro libro llamado: Fariseos y Saduceos modernos. (Místicos y materialistas), por Jesús Ceballos Dosamantes. | México. | Tipografía de Dublán y Compañía. | Refugio núm. 15, (entresuelo).| 1889.

Componen la expresada obra: a) cinco «Cartas filosóficas» dirigidas a D. Juan Valera: b) siete a D. Joaquín Calero: c) cuatro «a los Hombres Públicos de espíritu progresista»: [434] d) dos artículos finales: e) un Apéndice en que se hallan las cartas y artículos respectivamente de los Señores Valera y Calero.

El Señor Valera hace un corto resumen del sistema filosófico de Ceballos Dosamantes, va indicando con espíritu un tanto burlón las suposiciones falsas, y termina con esta explicación: «Entre tanto, aunque disto mucho de haber expuesto aquí toda la doctrina que el libro contiene, y de haberlo juzgado, ya creo que doy alguna idea, así de la doctrina como de lo que pienso acerca de ella. Sólo añadiré hoy cierta alabanza, que lo es para un escéptico como yo, aunque para vd. no lo sea. Su libro de vd. no convence, pero entretiene. Luce vd. en él su brillante imaginación, y llena no pocas de sus páginas de elocuentísimas frases.{280}

Dio posteriormente a la estampa un tercer libro, a saber: Ciencia y Religión del porvenir. | Solución a los grandes problemas. | por Jesús Ceballos Dosamantes. | México | Imprenta de Eduardo Dublán. | Callejón de Cincuenta y siete núm. 7. | 1897.

Cayó también bajo la sarcástica pluma de D. Juan Valera, el cual, en las cartas que con el rubro de Ecos Argentinos dirigía a los periódicos El Correo de España y La Nación de Buenos Aires, escribió: «Voy a hablar y exponer aquí, aunque sea rápidamente, algo de la ciencia y de la religión del porvenir, que a fuerza de cavilaciones y tal vez de inspiraciones dichosas, ha inventado en la ciudad de México un Señor llamado D. Jesús Ceballos Dosamantes, de cuya obra anterior sobre el perfeccionismo me holgué y me deleité yo en extremo al dar extensa cuenta en mis Cartas Americanas.

«El nuevo libro del Señor Dosamantes es aún más original y divertido. Bien puede decirse de el que «si non e vero e ben trovato.» [435]

«El juicio que del libro se forme, no puede, con todo, ser definitivo, porque según el mismo autor asegura, el libro tiene siete sellos, como el del Apocalipsis, y el Señor Dosamantes no ha roto hasta ahora más que cuatro sellos, y deja los otros tres para romperlos más tarde. Promete, sin embargo, que los romperá, y, no lo dudo, porque él es capaz de todo... &c.»{281}

¡Vaya si lo es!, añadiremos nosotros. El Sr. Dosamantes ha dado ya sus conferencias a unos pocos privilegiados discípulos que creen a pie juntillas que ha sonado la hora de la ciencia y religión del porvenir. Los incontables escritores católicos, los espiritistas con Allan-Kardec a la cabeza, los positivistas capitaneados por Comte y Spencer, los filósofos de todos los siglos, no han hecho más que bordar en el vacío, o, cuando más, preparar el advenimiento de la teoría dosamantista que es el todo, la revelación completa, la luz soberana que ilumina al mundo, la suprema síntesis científica que pretende explicar «Los fenómenos psico-físicos; el génesis y la constitución del Sistema fundamental del Cosmos, y la causa del Bien y del Mal.»{282}

Para todo hay hombres, suele decirse, y es verdad: la Ilíada, la Divina Comedia, las obras más conspicuas del humano ingenio tienen sus apasionados lectores, y no les faltan a los demás libros, siquiera sean estos los más monstruosos engendros de loca fantasía. No es, por tanto, de maravillar que el Sr. Dosamantes cuente ya con su núcleo de partidarios, con «íntimo grupo» de discípulos.

Uno de ellos, seguramente el más fervoroso en la actualidad y en el porvenir, porque difícil será superarle en adhesión y entusiasmo, es el Sr. Gonzalo Peña y Troncoso, quien, ha lanzado a la publicidad una obra intitulada:

El Dosamantismo es la Religión Científica, | En oposición [436] al Ocultismo Semita, que es una Liga de Internacional Anarquismo. | La Síntesis Científico-Religiosa del Maestro Jesús Ceballos Dosamantes | Presentada por su discípulo Gonzalo Peña y Troncoso. | México | Editores J. I. Guerrero y Cía., Sucs. de F. Díaz de León. Cinco de Mayo y Callejón de Santa Clara | 1904.

Los capítulos de esta obra se publicaron antes en La Patria diario jacobino de México.

Querido amigo de Peña y Troncoso, «condiscípulo en doctrinas y hermano en ideales, Víctor López Santoyo», abrazó también la doctrina del Maestro Dosamantes y escribió, Causa Raíz de Universal Antítesis, artículo inserto en El Dosamantismo, Cap. VIII, pág. 81.

En el ruidoso asunto de Santine Sgaluppi, alias Doctor Sarak Conde de Dás, conferencista de Psicología oriental, fundador de un Centro esotérico y del periódico La Luz, asunto en que Peña logró desenmascarar al mistificador Santine{283}, aparece como intermediario D. José Vasavilbaso, quien se firma discípulo de Dosamantes.

Para el Sr. Peña y Troncoso, el Sr. Dosamantes su Maestro, es nada menos que el Maestro por excelencia, el Maestro único, el Maestro Universal, &c., &c. y en varios lugares de su síntesis aparece como el único Maestro Universal que en otros tiempos y lugares se llamó Osiris, Hermes, Zoroastro, Budha, Jesucristo (¡!) y ahora y en México, es Don Jesús Ceballos Dosamantes.

Para el Sr. Peña, la Escuela Dosamantista, es la Escuela Magna, Grandiosa, Sublime colocada sobre la Escuela materialista, sobre la Escuela metafísica, sobre la arcaica Escuela oculista, frente a la Escuela espiritista, frente a todas las religiones y filosofías, en oposición a los dogmas teológicos; «ha dado fundamentos científicos y filosóficos a la [437] Astronomía, a la Física, a la Química, a la Biología, a la Psicología y a la Sociología...; revelando cuál es la constitución del majestuoso Sistema Fundamental del Cosmos, ha fundado la ciencia Cosmogénica, de la cual solo se había inventado el nombre», y, en fin, explica la parábola evangélica.{284} ¡Soberbio edificio! No se puede pedir más: según eso el Sr. Dosamantes es el centro afortunado, positivo para lo negativo, negativo para lo positivo, ha venido a obscurecer todo lo claro como el sol a las estrellas; ha venido a aclarar todo lo obscuro, a subsanar todas las deficiencias, a romper los siete sellos apocalípticos. Tiene razón D. Juan Valera en esperarlo todo del Sr. Dosamantes.

Acerca de los libros dosamánticos, entre otras muchas hipérboles hallamos estas: «En un volumen de sólo 428 páginas que son las que tiene el libro intitulado Ciencia y Religión del Porvenir. – Solución a los Grandes Problemas, el Maestro Dosamantes nos da, según expresión de un inteligente amigo nuestro, tal cantidad de doctrina, que apenas puede recibirla el cerebro. Este libro enseña lo que no pudieron enseñar las montañas de libros orientales, ni los que ha erigido el Occidente. Los sabios de patente, anonadados envidiosos y soberbios, aun no pueden digerir ese libro, por eso es que el Maestro no les ha dado los que deben salir a continuación.»{285}

Pero a tales alturas, a la inteligente lectura de tales libros, a la fruición de tan estupendos descubrimientos sólo llegan los fieles discípulos, los benditos hijos de la vida, los humildosos hijos de la luz, quienes invitan a los espiritistas y protestantes, para que acaben de integrarse incorporándose a la falange dosamantista, organizada para luchar contra los inicuos, soberbios y tenebrosos hijos de la muerte.

En la obra del Sr. Peña se hace referencia a los, [438] a) Manuscritos del Sr. Dosamantes cariñosamente prestados al predilecto discípulo.

b) Nuevos Horizontes Científicos: «Esta obra, se dice en una nota, cuyos originales en francés y en español están escritos desde el año 1899, ha sufrido retardo en su publicación, porque han intervenido para ello multitud de causas obstruccionistas. El Maestro Dosamantes, en vista de que la edición francesa aún no se logra, va a proceder desde luego a mandar imprimir el original español, y en el presente año se dará a la publicidad. En el libro de que venimos tratando se da la teoría positiva que explica la causa de la gravitación universal, y al hacerlo se explican también las causas de muy trascendentales fenómenos que solidariamente se enlazan con la verdadera causa de la gravitación.»{286}

c) Evangelio Científico. – Base fundamental del Sistema Cósmico. – Fundamentos de Universal Sociología y Solución practica a los problemas de la Democracia Socialista, por Jesús Ceballos Dosamantes. (Inédita). El objeto de esa obra está bastante expreso en la parte III, Cap. XV de El Dosamantismo.

Tenemos que allegar a la literatura dosamántica, dos novelas que no hemos hallado en las librerías; y que así están anunciadas:

d) Blanca Hija de la Luz. | «Novela filosófica en la cual, su autor Don Gonzalo Peña y Troncoso, presenta en recreativa y bellísima forma las Doctrinas de su sabio Maestro Don Jesús Ceballos Dosamantes.» Dos ediciones.

e) Celeste, Nuevos Ideales por Gonzalo Peña y Troncoso. Tres ediciones.

El Dosamantismo pretende ser el sistema religioso-filosófico que explique la cosmogenia, la evolución de todos los [439] seres desde el éter hasta los tipos eléctrico-humanos trascendentales (?) que se irán integrando hasta la realización de lo absoluto; pretende dar la única clave del Bien y del Mal.

Ved ahora algunas de las proposiciones dosamánticas.

Existe un adverso poder de tinieblas, o polo negativo del Cosmos.

No existe lo absoluto; pero toda la evolución conduce a realizar lo absoluto al aniquilar al polo negativo y tenebroso del Cosmos.

La materia es eterna. Divídese en materia luminosa y dinámica, y materia tenebrosa y estática. «Cada uno de estos elementos contiene infinito número de series atómicas.» «El primordial estado de la materia es imponderable, tal es el éter neutro.»

Rompióse la neutralidad cuando surgió el primer acto dinámico (págs. 25 y 234.). La primera descomposición etérea engendró la nebulosa y pasó la materia al estado ponderable.

«Sobre la masa nebulosa cae la presión constante y uniforme del inconmensurable océano de materia etérea, no descompuesta, lo cual determina la causa única de la ley de gravedad.» (Pág. 26).

El tercer estado fundamental de la materia es el trascendental o eléctrico. No hay que perder de vista que hay electricidad luminosa y negra. En ese estado se producen los tipos reales por evolución e integración, buenos y malos.

Hay dos polos o núcleos que constituyen el centro y origen del bien y del mal; uno de luz, de verdad, de vida; otro de tinieblas, de error, de muerte. Uno y otro tiene sus seres eléctricos que se integran y luchan. Hay encarnaciones, desencarnaciones, reencarnaciones, &c.

Sería casi imposible ir ocupándose por extenso de todos y cada uno de los puntos que encierra esa hipótesis, y de otros muchos que omitimos; más, desde luego se echan de ver los absurdos y huecos que envuelve, tales como la [440] eternidad de la materia etérea, positiva, negativa y en estado neutro; la ruptura gratuita de la neutralidad y el paso al estado eléctrico; el paso a la vida en sus diversas formas; la materialidad del espíritu; la ley de gravedad determinada por la presión de éter no descompuesto, es decir, imponderable, &c., &c. Llámesenos enhorabuena soberbios y estúpidos hijos de la negra electricidad; pero la sana razón protesta.

El Sistema Socialista Dosamántico (Parte III. cap. XV, pág. 345), es otro sistema de ilusiones en que juega muy principal papel la frase de Prudhón, toda propiedad es un robo, y la supresión del dinero.

Abundan en la obra El Dosamantismo los más blasfemos desahogos que imaginarse puedan contra el Dios del antiguo Testamento; insultos a Moisés, al catolicismo en general, a los jesuitas en especial, blasfemias e insultos contra los cuales protesta la fe, la razón, la honradez.

La campaña horriblemente sangrienta promovida contra el Dr. Sarak, Conde de Dás, es una prueba palpable del bajísimo nivel a que han descendido la prensa y la moralidad pública, a la sombra de mal entendidas libertades. Apenas se encontrará un libro más audaz y agresivo.

Dios dé luz a su autor.

Se publicó la obra, como hemos visto, en la casa tipográfica fundada por el inolvidable padre de los huérfanos y de los pobres, por el generoso, caritativo y cristianísimo Señor Díaz de León. Se anuncian otras obras igualmente heterodoxas. ¡Ah!, si viviera, jamás lo hubiera permitido.

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{280} Fariseos y Seduceos modernos, pág. 294.

{281} El Tiempo, núm., 5.365, Domingo 18 de Agosto de 1901.

{282} El Dosamantismo... por Gonzalo Peña y Troncoso, pág. 183.

{283} La Patria, de México; el Mexican Herald, de los últimos meses de 1903. | El Dosamantismo 2ª. part. cap. III. pág. 129.

{284} El Dosantantismo. – Conclusión, pág. 353.

{285} Ibidem Part. III, cap. II, pág. 217.

{286} El Dosamantismo: pág. 201. «Entre las varias y muy trascendentales proposiciones que su autor da, está la teoría que explica la causa de las radiaciones en las cuales se hayan comprendidas las de los Rayos «X», la de los Rayos «N», y las del Radium.» Anuncio de esta obra.