Filosofía en español 
Filosofía en español

Pseudo Aristóteles

Secreto de los secretos

Edición de Hugo Óscar Bizzarri


[Prólogo II]79

COMMO el cuerpo humano sea corronpido por la contrariedat de los humores e por la qualidat de los helementos de los quales es mezclado, por ende, quierote en la presente obra escriuirte a ty vnos ensennamientos mucho prouechosos e de todo en todo neçesarios para guardar la sanidat de los secretos del arte de melezina, los quales a ty abastaran a la guarda de la sanidat e mayor mente commo non sea honesto, por que a los honbres sean magnifestadas las enfermedades del rrey. Mas si estos ensennamientos con los sobre dichos diligente mente acatares, et segun ellos fueres conuersado e beuieres, non avras menester fisigos, sacados los fechos de las batallas et los otros tales fechos, los quales en algun tienpo euitar non se pueden.

[Capítulo XXV]. Estos son los ensennamientos [de los secretos del arte de melezina] z

ALEXANDER, commo te leuantares de dormir, vn poco deues andar e los tus mienbros estenderlos e peynar tu cabesça, por que el estendimiento de los mienbros esfuerça el cuerpo e el peynamiento de la cabesça los vapores que suben a la cabesça. En el tienpo del dormir, echalos e ali[n]pia por los poros de la cabesça. En el tienpo del estio, algunas vezes laua los tus pies en agua fria, por que aquesto rretiene e rrestrine la calor natural del cuerpo e despierta el deseo del comer. Commo de prinçipio, vystete vestidura mucho buena e aparejate de ornamentos muy fermosos e rreales, por que el tu coraçon en tales cosasaa natural mente se deletara. Desde ende alinpiaras los dientes e las tus enzias con cortezas del arbol caliente e seco e de amargo sabor. Aquesto, en verdat, mucho da e ayudaab los dientes. En verdat, alinpialos e fermosea la boca […] [fol. 46r] e nuezes e vino mucho bueno colorado. Estonçes guardate de amenguamiento de sangre e de desatamiento del uientre, si gran neçessidat non lo costrinna; estonçes el allegamiento e el mucho comer enpeesçe. Entonces conuiene morar en casas calientes, e çerca de fuegos muchas vezes estar, ni por mucho frio la uirtud dijestiua en las sus obras sea amenguada; estonçes los onbres mejor digisten, por que el calor digestiuo por el frio las çircustançias de las partes exteriores del cuerpo a las interiores e al lugar de la digestion fuyente e seac assi allegante assi vnido mas se fortifica. Mas en el uerano e en el estio es derramado el calor natural a las partes de fuera del cuerpo por el calor del tienpo e el ayre çerca estante. Et por aquesto menos es estonçes de comer, por que el calor digestiuo assi derramado esflaquesçese e sallese por los poros del cuerpo que estonçes son abiertos por el calor esterior. Et, por ende, por la poquedat del calor digestiuo en el estomago, estante la virtud digestiua en las sus operaçiones, es enpedido e es enflaquesçido. Et estonçes los humores de ligero son turbados e comouidos. Et estonçes los bestiales e deleytosos honbres en ascondido se rregientes de ligero graues encurren [en] enfermedades.ad

[Capítulo XXVI. De la conservación del calor natural y de las cosas que hacen bien y de las que dañan]80

[Fol. 46v] ALEXANDRE, guarda quanto podieres la calor natural por que en el esta la uida. En dos maneras, en verdat, pierde el honbre el calor natural, conuiene a saber, en vna manera por las enfermedades e por las llagas fechas en las batallas, e por gran vaziamiento de sangre, e por mucho allegamiento de mujer, e por muchos rrehechimientos e espesos en los comeres o en los beueres. En otra manera por vejez. Mas aquestas cosas humedesçen el cuerpo e le engruessan: la seguridat, el comer tenplado de diuersos e dulçes manjares, el beuimiento de la leche dulçe en el estio, ayuno el estomago, el beuer del buen vino, e el dormir despues de comer sobre cama mollida, el entramiento de los vannos de aguas dulçes, si poca cosa en ella estodiere asentado ni por gran tardança sea enflaquesçido, e oler cosas odoriferas de buen olor al tienpo conuenientes assi commo son rrosas e violetas en el estio; mas sea fecho vomito vna vez en quada mes e mayor mente en el estio, por que el vomito purga el pecho e el estomago de los humores enpeesçibles enpedientes el degestimiento, de los quales purgados es formado el calor digestiuo e es mejorado el apetito del comer. Estonçes avn es humedesçido e engordesçe el cuerpo. Et mayor mente si con aquestos acontezca tener alegria e gloria, e de los enemigos vengança, e esperança e fe en la su conpanna e en el pueblo. E si acontesca con aquestos vacar en los delectables esperamientos. Libros avn o estorias delectables leer o oyr,81 e con los amigos rreyr. Et aquexate a oyr cantos dulçes o melodia suaues. E vestiduras mucho preçiosas te viste. Mas por el contrario aquestas cosas desecan el cuerpo e le enflaquesçen, conuiene a saber, comer e beuer poco, mucho trabajar, e dormir ante de comer, la cama dura, el aquexamiento del mouimiento, e van[n]arse en agua de piedras, comer los manjares mucho salados, e beuer vino mucho aniejo, e mucha sangre amenguar, [fol. 47r] e pensamientos tristes en el coraçon pensar. Rregla de Ypocras es que si alguno costribado en vanno entrare aquel dolor de los llomos, de ligero encorre. Mas si alguno costrinere el vientre lleno, en ello mesmo cae. Semejable mente, si despues del manjar alguno mucho corra o caualgue, el que semejante mente leche o pesçes come muchas vezes lepra o manzilla blanca caen. Vino avn e leche de consumo tomado aquesto mesmo obran. Mas quando superfluydades son allegadas en la cabesça, aquestas sennales siguen, conuiene a saber, çeguedat de los ojos, graueza de las sobreçejas, persecuçiones de las sienes, tremimiento de las orejas. Mas el rremedio para aquestas cosas ensenna la medeçinaae mas si las superfluydades son allegadas en la cabesça, aquestas sennales se siguen. La boca se faze salada e mal oliente, del estomago siente el onbre dolor de la tosse. Pues que assi es, conuiene a la curaçion de aquesta enfermedat amenguar del comer e del beuer e vsar de vomito. Lançar mucho, en verdat, prouechoso es contra las gotas e otras enfermedades. De los manjares algunos son gruesos, algunos sotiles e algunos medio sotiles. Los manjares engendran sotil sangre, claro e linpio que son, conuiene a saber, pan de bue[n] e puro trigo, pollos de gallinas bien criados e hueuos. En verdat, los manjares gruessos valen para los calientes honbres e trabajantes en los ayunos. Et a los dormientes despues de comer, en verdat, los medios manjares non engendran ençendimiento nin superfluydat assi commo son carnes de carnero o de ouejas, corderos o terneras. E todas las carnes que son calientes e humidas mas en verdat las sobredichas carnes quando son assadas buscan assi dureza caliente, mas las animalia[ s] ellas tienen sotiles carnes que pasçen o son criadas en los lugares aguados o sonbrios e humidos lugares. Esso mesmo entiende de los pesçes. Mas, si neçessario es a ti beuer agua, beue e poco e fria en el estio e caliente en el inuierno. En verdat, el beuer del agua fria en el inuierno enflaquesçe el [fol. 47v] calor digestiuo, enpeesçe avn a los pechos e al pulmon. Mas las sennales de las buenas e sanas son aquestas, conuiene a saber, liuianeza e claridat, buen olor, e quando son turbados esclaresçen ayna e quando ayna claresçen o son congeladas.

[Capítulo XXVII. Del conocimiento del buen vino y del modo de beberlo moderadamente]82

ES A SABER que el vino, rrazimos del qual son nasçidos en el monte, quitado del sol mas caliente e es seco de naturaaf mas que aquello que es nasçido en los lugares llenos de mojados e vnbriosos. El primero vino vale a los honbres viejos, abondosos de mucha humedat e de flema. Mas enpeesçe a los mançebos e a los calientes e a los secos honbres. E el tal vino escalienta e libra de las enfermedades frias e gruessas. El vino quanto mas es bermejo e espeso, tanto mas engendra sangre. Mas el buen vino es mantenimiento e manjar e melezina si se a beuido mesurada ment’. Mas alabado e mas suaue de todo vino es aquello quanto a todas naçiones que nasçen en la tierra extendida entre los montes e valles, los rrazimos del qual son de buen dulçor, de acabada madureza, el color de los quales es dorado, conuiene a saber, el medio entre bermejo e amarillo color, el sabor de los quales es delectable. El gramillo del qual es en lo fondo mas faze o aguza las partes de arriba e sotiles e secas.83 Pues que assi es, quando tal vino fallares, toma dél tenplada mente açerca de la tu edat e qualidat del tienpo por que tal vino conforta el estomago, esfuerça el calor natural, ayuda al degestimiento del manjar, de lo qual qual se quier cosa commo de en cabo se torna en sangre pura e substançial, el qual es lleuado a los mienbros e a cada vno para criar. E avn sube a la cabesça con tenplança el calor, enbermejesçe la cara, faze la lengua despierta e sobre todo alegra el coraçon, libra de cuydados, e faze al honbre osado e despierta o aguza el apetito e otros muchos bienes faze. Mas si se a tomado mucho uel vibatur, estonçes aquestos males se siguen:84 escuresçe el entendimiento, enpide el seso, turba el çelebro, enflaquesçe [fol. 48r] la virtud natural o el degestimiento, danna todos los çinco sentidos corporales por los quales es rregida e obrada toda operaçion corporal, afayenta el apetito de comer, esflaquesçe las venas e las junturas del cuerpo, engendra tremor de los mienbros e lleganna e suziedat de los ojos, açiende la colora, et destruye el figado por que da la sangre del figado mas gruessa, e avn enigresçe la sangre del coraçon, et avn dende viene tremor e menospreçiamiento aquexoso, e deshordenada fabla, visiones fantasticas, corrunpimiento de la calor natural, destruçion de los engendramientos, destruçion de la simiente del varon, aborresçimiento del estomago o vomito fidiondo, destienpla la conpleçion, engendra finchamiento del cuerpo e lo que es mas peor trae lepra e estonçes es de generaçion de veninos. Mas algunos mas el buen vino marauillosa mente encomendaron diziendo: «Marauilla es del onbre en que manera puede enfermar o morir el manjar del qual es pan de trigo, el vino del qual es de buena vid, e de aquestas cosas vsa tenplada mente, quitandose sienpre de mucho comer e de beuer e de allegamiento de mujer e de trabajo». Mas si alguno se enbriaguare, conuienele por que sea lauado con agua caliente, por que se assiente sobre los manaderos de las aguas corrientes o que aya açerca de si sauzes e frexno. Si alguno de todo en todo quisiere dexar de beuer vino, non deue luego de todo en todo dexarlo a dexar; mas poco a poco dexar de beuer del vino e passarse a beuer agua. Por ende, deue poco a poco el agua con el vino mezclarlo vna vez, despues otra fasta que venga al agua pura. En verdat, assy se guarda la sanidat. En verdat, todo mudamiento suelto danna la naturaleza.

[Capítulo XXVIII]. Commo algunas cosas engruessan e otras enmagresçen e otras humedesçen e otras desecan ag

DESPUES de aquestas cosas assi es de saber que algunas cosas engordesçen e algunas enmagresçen e otras humedesçen e algunas desecan el cuerpo. Algunas engendran en el [fol. 48v] cuerpo del honbre fuerça e fermosura; algunas, pereza e friura. Mas aquellas que enfuerçan el cuerpo son los liuianos manjares e liuianos85 e a la su naturaleza conuenientes. Quando, conuiene a saber, son comidos en el tienpo conueniente e conpetiente e en la hora de la neçessidat, assi commo ante deximos. Mas aquellas cosas que engordan el cuerpo son folgança del cuerpo, alegria de la voluntat, alegre conpannia, e manjares calientes e humidos e el beuer de buen vino. Et mucho vale a aquesta cosa assi commo dormir o folgar despues de comer en el estio sobre estrado o camas mollidas en lugar frio, e vannarse en ayunas en vanno non de piedra sufre mas de agua dulçe, tenplada, caliente, e estar pura en essos mesmos. Nin la humanidat del cuerpo por la mayor parte sea desatada que mejor es que el cuerpo tenga de la humidat del banno que non al contrario. Oler cosas bien olientes al tienpo conuenientes, assi commo en el inuierno aquellas cosas que son calientes e secas. Mas en el estio al contrario e fazer salir el vomito e deleytarse en los estormentos musicos. De aquellas cosas que enmagresçen el cuerpo dicho es primera mente. Avn deues de saber que en las yeruas e en las piedras es gran virtud enxerida diuinal mente para curar las enfermedades muy graues.

[Capítulo XXIX. De cierta parábola del entendimiento racional]86

ALEXANDER, sepas que quando Dios crio el honbre fizo le muy masah noble de todos los animales e establesçio el cuerpo del honbre assi commo çibdat en la qual entendimiento assi commo a rrey le ordeno,87 e çinco sentidos assi muy nobles.88 En aquesta çibdat establesçio seruientes al entendimiento e presentantes.89 Qual se quiera cosa que era neçessaria guardo de todas las cosas enpeçibles.

[Capítulo XXX. Del modo de requerir consejo prudente]90

MAS SI FUERE nesçessario aber consejo, non lo magnifiestes tu aver menester consejo de los tus subditos. E estonçes [busca] çinco espeçiales consejeros tuyos,91 los quales ouieres cognosçido ser de mas discreto e mas noble joyzio. Mas commo le buscares [fol. 49r] déllos, cada vno déllosai sea apartado por si. Et estonçes de cada vno busca que le paresçe que se faga en tal negoçio o en tal cosa. Pues que assi es, rrebuelue en el coraçon de los tus consejos las voluntades e los tienpos, e tenporizalos. Assi el seso comun en el çerebro estante atienpla. Ensenna de los çinco sentidos particulares, mas de los çinco consejeros tuyos concuerda en ello. A los aluedrios para fazer rresiste, e en aquesto demuestra al contrario por que assi sea prolongado el pensamiento dél. Por ende, a lo postrimero en dando consejo sea visto amenguar. Pues que assi es, quando mandares cosa derecha del consejo en las palabras déllos o de alguno déllos mandalos a ellos folgar e non magnifiestes a ellos en lo que la tu voluntad concuerda o fuelga fasta que salga en fecho o esperiençia.92 Et piensa qual de tus consules mas trae a la cosa derecha del consejo, segun el amor que tiene çerca de ti e segun el deseo que tiene en la propiedat del tu rreyno. E atal rremunera e honrrale en logar e en tienpo en los quales conuiene e assi commo conuiene. Et non se faze a ti enconueniente sy sea saludable o sea en otra manera el consejo del honbre mançebo,93 por que el joyzio del entendimiento espensa de las propiedades e la conplexion del cuerpo quando, en verdat, el cuerpo es esflaqueçido e el joyzio e avn el consejo del honbre. Et es de pensar la generaçion en los honbres, por que el moço engendrado se dispone muchas deuegadas açerca de la natura de las planetas que tenian el sennorio [e] las sus carreras fazian.94 Et si acontezca que el padre e la madre non quisieron al su fijo ensennar en algunas cosas de las artes liberales o de las mecanicas, assi commo cantares o carpenteros. Mas si el fijo es traydo a arte, assi conueniente segund la disposicion e la natura de las planetas que se ensennoreaua, e derramamientos [fol. 49v] fazian en la su generaçion. Onde acontesçio a vnos sabios astrologos que fueron hospedados vna noche en vna casa de vn texedor, al qual nasçio en aquella noche vn fijo.95 A la generaçion del qual o naturaleza para cognosçer los sobre dichos astrologos egualaron las planetas e ordenaron, ffallaron, en verdat, que la su generaçion a[v]ya sido en luxuria del Mars, el sol estante en la planeta o estrella que se dize Libra, al viento contraria e muy mala al mundo, naçido fue. Cognoscieron, en verdat, por la su generaçion que aquel moço que auia de ser sabio de corte, muy grande, bueno e de saludable consejo, amado de los rreyes. En verdat, encobrieron aqueste consejo e secreto e mayor mente açerca de los parientes del moço aquesto encobrieron. Es acatado, en verdat, el moco e acabado de muchas cosas, en poco tienpo de costunbres e de edat, e querian los parientes e muchos a aquesta cosa trabajaron ensennar al su fijo en la su arte de mecaneria,aj conuiene a saber, en el arte de texer. Mas de todo en todo el moço en tal arte ninguna cosa podia nin queria aprender. Mas los parientes aquel moço muchas vezes le açotauan grauissima mente. A lo postrimero posieronle a la su voluntat e al su propio rregimiento assi commo desperados dél. El moço, en verdat, enclinose al estudio suyo assi commo grande, segun su disposiçion natural de su engendramiento [a]al deprender las costunbres e rregimientos de los rreyes e la manera de conuersar sabia mente e honesta mente con los rreyes. Ahe despues que començo a conuersar en casa de vn rrey a desora es estableçido priuado o gouernador del rreyno prinçipal entre todos e espeçiales consejeros del rrey, amado de muchos e del rrey por la discreçion e sabidoria e saludable consejo. Al contrario de aqueste acontesçio segun las marauillosas [fol. 50r] disposiçiones e naturales influençias de las planetas ensenoreantesam en la generaçion diuersa de dos fijos del rrey de las Indias.96 En verdat, vnos sabios astrologos cognosçieron diuerso engendramiento de cada vno de los fijos del rrey, segun las diuersas influençias e conjunçiones de las planetas ensennoreantes en el tienpo o en el rreyno o en el lugar de la generaçion déllos. Et encobrieron aquesto mayor mente delante el rrey. Quando, en verdat, cresçio el vno de los moços, queria el rrey ensennarle en las artes e sçiençias liberales e honrradas. Et por que en tales artes fuese mostrado, enbiole el rrey por la India e por otras prouinçias con grande aparejamiento e mucho honrrada mente assi commo conuenia al fijo de tan gran rrey; mas ninguna cosa aprouecho la diligençia del padre, por que aquel moço en ninguna manera pudo el su coraçon aplicar si non al arte de ferrero. En verdat, commo el otro, el hermano dél, natural mente a las artes nobles se enclinase, por lo qual el rey de la India a sobreora ayrado e turbado llamo a todos los sabios de su rreyno. Los sobre dichos sabios e astrologos cognosçientes el suan engendramiento o generaçion suya por los acatamientos marauillosos e las conjunçiones de las planetas que sennorio ouieron en su generaçion, [e] ensennaron al rrey que el su engendramiento o naturaleza inclinaua natural mente aquel moço atal arte de mecanico, conuiene a saber, a arte de ferrero. E muchas vezes acaesçieron de aquestas cosas semejables assi commo assaz es cognosçido.97

Pues que assi es, non quieras menospreçiar el pequeno estado en los honbres e la nobleza de la generaçion, e mayor mente si vieres algun sabio e virtuoso e graçiosa mente fablar. Non fagas alguna cosa ante demandar, mas las cosas que se han [fol. 50v] de demandar proponiendolas, e las cosas ante puestas proponerlas. Non fagas alguna cosa grande o alta sin consejo de los sabios [e] los philosophos antiguos,98 los quales dixeron que el consejo es el ojo de las cosas por venir.99 Otrosi, vn sabio escriuio assi a su fijo diziendole: «Fijo, allega sienpre al tu consejo el ajeno consejo, por que si el ajeno consejo a ti plega e es a ti prouechoso tenle; si, en verdat, a ti es no prouechoso quitate dél. Mas nunca establezcas vn solo secretario en el tu rreyno o vn solo consejero a ti, por que vno solo consejero o priuado podria a ti e a los tu[s] çibdadanos e al tu rreyno destruyr».

[Capítulo XXXI. De cómo por la fisonomía se conocen las condiciones de la persona]100

E POR TALES sennales podras prouar a los tus secretarios. Quando vieres lugar e tienpo, asimulate açerca los secretarios o enfingete auer menester digneros. Pues que assi es, si algun secretario o mayordomo tuyo rruegue a destruyçion del tu rreyno o del tu thesoro e amuestre aquesta cosa ser expediente o para rrapar los bienes de los tus subditos, el tal honbre aboresçerte ha allende de tal manera. Mas si se exponga a ti todos los sus bienes, e diga: «Los mis bienes de vuestra merçed son y en vuestro seruiçio, rrey muy noble, los gane. Por ende, ofrezcolos a vos e dolos a la benignidat vuestra rreal e majestat todas las cosas que yo tengo». Tal secretario o mayordomo es meresçedor e encomendado de toda alabança e digno délla. Tentaras, pues que assi es, avn estos secretarios o mayordomos o caualleros dandoles a ellos cosas que son de dar o los dones. E aquel que vieres adelante de la manera cobdiçiar las monedas de buscar e allegar thesoros, ningun bien esperes de aquel. Non te confies en el por que non te ama, mas el tu thesoro e tu dinero.101 Et la cobdiçia de la moneda de buscar de ligero tal secretario trae a pensar la muerte del rrey. Et, por ende, manda a estos tus secretarios que ninguno piense alguna cosa tratar o tener aquexamiento de fazer con algun rrey o con otros rreyes o algunas cosas a ellos enbiarles. Et si mandares aquesta cosa, de todo en todo, por que delante ti aparezca por que le punes a el graue mente e los otros sean corregidos. [fol. 51r] Et mas deues amar al secretario o mayordomo que a ti mas es obediente e que mas ama la tu vida e que mas bien trae a los tus subditos al tu amor e a la honrra e el que a ti pone la su persona con todos sus bienes al plazer de la tu voluntad.102 Et mayor mente ten [que] aquestas condiçiones tenga, conuiene a saber, que sea de escogida disposiçion de los mienbros, sotil mente entendiente e de buena memoria, curial, aplazible, de espedida fabla, sabio en la sçiençia de arismetica, verdadero, fuydor de la mentira, manso, tratador, virtuoso en costunbres, mesurado, quitado de los juegos, e fermoso, e grande en el proposito, amante la honrra, largo, no escaso, no cobdiçioso de oro o de plata, amante la justiçia, dador a cada vno lo suyo, no abogado por el vno, acorredor a los menesterosos, firme en el proposito, non soberuio, no dador de mucha rrisa, begnino e piadoso a los aflijidos, e a las deuegadas paçiente sofrir la sinpleza de los subditos. Otrosi, escoge para escriuir las tus cartas o letras o los tus secretos clerigo de fabla fermosa, sotil e fiel, que sobre todas las cosas entienda a tu voluntat e a tu honor tan bien e proueydo, ni alguno los tus secretos acate; mas por que sea mas trabajado del tu seruiçio, dale dones digna mente en logar o tienpo conuenible. Otrosi, si mandares algun mensajero trayente las tus letras o cartas desgastador del dinero o que lo aya de buscar en los lugares en que le enbias, o es enbriago, o non fiel, o luxurioso o nesçio, o perezoso luego le echa de tu seruiçio, por que el es causa de su perdiçion. En manera loca usa de su perdicion [e] a otros fara prouecho. Et ¿el que es para si malo en que manera sera a los otros buenos?103 Otrosi, si sabia mente rrige los tus subditos e quita de ellos las injurias e acorre a las necessidades de ellos. Otrosi, ordena los tus rricos en la batalla assy que vn prinçipal rrija en la primera orden a lo menos diez mas baxos. En la segunda orden, vno mas mayor en aquella orden, e diez mas baxos. Et en la otra orden, e assi por orden, assy [fol. 51v] que toda la batalla tuya sea sabia mente ordenada, aperçebida mente en el tienpo de la tu batalla con tus rruegos, dando a los tuyos dones e honrras. E paga las cosas prometidas dando tus dones a cada vno segun sus meresçimientos.104 E acreçienta tronpetas por la hueste de gran sueno, por que tal sueno dara a los tus honbres osadia e a los cauallos, e espantara a los tus enemigos. Acreçienta las vituallas mas que a ti sean neçessarias. Guardate de la perdiçion. E a donde vieres la haz tenblante contra los contrarios tuyos, alla aderesça la tu haz o aquellos que contigo estan. En verdat, contigo sienpre los mayores ten de la tu caualleria. Otrosi, acreçienta asechanças e estable[sçe] asechadores con suenos terribles en diuersos lugares. Guarda en todas las cosas la perseuerançia e non quieras seguir al fuyente.


z. «Estos son los ensennamientos» anotado en el margen izquierdo.

aa. El copista antepone una «n» que tacha con una barra.

ab. Ms.: a ayuda.

ac. El copista repite «se».

ad. Quedan libres diez líneas del folio.

ae. El copista escribe en forma aislada una «s» superflua.

af. Ms.: «caliente & es seco». Ms. lat.: «calidiorem et siciorem est nature».

ag. Todo este largo título se halla anotado en el margen derecho.

ah. «Mas» interlineado.

ai. Ms.: dellos de cada vno dellos.

aj. El copista tacha: «carpenteria».

al. Ms.: ad deprender.

am. Ms.: ensenoreantes se en la.

an. «Su» interlineado.

. El copista tacha una «p» antepuesta.

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79. Este prólogo y el capítulo xxv faltan en el ms. lat. 9522.

80. Ms. lat.: «De conseruatione caloris naturalis et de his quae proficiunt et de h[is] quae nocen[t]».

81. Don Juan Manuel, Cav. et escud. (Pról., p. 39) confiesa utilizar la lectura como un paliativo del insomnio: «Hermano sennor, el cuydado es vna de las cosas que mas faze al omne perder el dormir, et esto acaesçe a mi tantas vezes que me enbarga mucho a la salud del cuerpo; et por ende cada que so en algun cuydado, fago que me lean algunos libros o algunas estorias por sacar aquel cuydado del coraçon». En la Partida ii (Tít. v, Ley xvi, p. 347) se aconseja al rey leer crónicas.

82. Ms. Lat.: «De cognitione boni uini et de modo bibendi moderate».

83. En Celestina (ix, pp. 142-143) se pone en boca de la vieja una alabanza al vino en la cual también se destacan sus propiedades.

84. Cf. Lba (cc.543-549) se especifican las propiedades negativas del vino.

85. La reiteración de «liuianos» no tiene sentido ni encuentra apoyo en el texto latino: «Et autem quae corporem corroborant sunt sama [sic] alimenta et leuia et sue nature conuenencia» (fol. 92r).

86. Ms. lat.: «Quaedam parabola intellectus rationalis».

87. «Sepades que la primera cosa que Dios fizo fue una cosa sinple spirital et mui complida cosa, e figuro en ella todas las cosas del mundo e pusol nonbre seso e del salio otra cosa non tan noble quel dizen alma. E pusolos Dios con su [virtud] en el cuerpo del omne. E pues el cuerpo es commo cipdad e el seso es commo el rrey de la çipdat e el alma es el su aguazil quel sirue e quel ordena todas sus cosas e fizo morar el seso en el mas alto logar e en el mas noble della e es la cabeca del omne e fizo morar la [alma] en todas las partidas del cuerpo de fuera e de dentro e siruel e ordenal el seso. E quando conteçe alguna cosa al seso, estuerçel el alma e finca el cuerpo biuo fasta que quiera Dios que uenga la fin» Poridat (cap. 4); «[…] Dios ordeno la corte terrenal en el reygno, ca puso al rey en su lugar por cabeça e comienço en todo su reyno» Avisaçión (Prol., p. ); «Cabeça de Reyno llamaron los Sabios al Rey por las razones que desuso son dichas, e a los omes nobles del reyno pusieron como mienbros; ca bien assi como los mienbros fazen al ome apuesto, e fermoso, e se ayuda dellos, otrosi los omes honrrados fazen al Reyno noble, e apuesto, e ayudan al Rey a defenderlo, e acrescentarlo» Partida ii (Tít. ix, Ley vi, p. 363). La comparación del reino con las partes del cuerpo aparece por primera vez en Juan de Salisbury, Policraticus, iv (vid. Lester Krüger Born [1928]).

88. «Sepas que estos çinco sentidos que te ya dixe, non fallamos criatura ninguna so el çielo en que todos sean conplidos, que se non mengue el vno por el otro, e que cada vno ayan su vertud sinon omne, en que los puso Dios todos cinco» Lucidario (cap. 38, p. 150).

89. La metáfora que identifica el cuerpo del hombre con una ciudad y la cabeza con el rey refleja la concepción organicista y corporativista de la sociedad política medieval, sitentizada en la expresión de San Raimundo de Peñafort «ius universitatis consistit in uno». Esta concepción derivará posteriormente en la idea de «cuerpo místico» aplicado a la república, basándose en el pasaje paulista de Romanos 13 (vid. de J. A. Maravall [1973]).

90. Ms. lat.: «De modo requerendi consilii prudentis». M. Grignaschi (1980: 32) coloca a este capítulo como un claro ejemplo de cómo Felipe de Trípoli, desconociendo la estructura de los reinos musulmanes, reinterpretó su fuente. Así, señala que Felipe traduce el término vizir por baiulus; y como el texto hablaba inmediatamente de la forma de consultar a estos baiuli concluyó que se trataba de consiliariis regis, y tituló a su capítulo De consiliariis regis et modo consilii.

91. Don Juan Manuel en el Lib. est. (i, cap. 18, p. 229) si bien sugiere convocar a consejo a la mayor cantidad de súbditos con el único fin de no agraviar a nadie, para el consejo de «poridad» recela un máximo de tres personas.

92. Podríamos decir vulgarmente que se aconseja que los hechos hablen por sí solos. En el fondo se insiste una vez más en guardar los secretos como una forma de no depender de los consejeros. Cf. «Non es omne sennor de si mesmo el que non sabe guardar la poridat commo sabra guardar en el su estomago mucho pan e mucho vyno e mucha carrne que y metas a vna yantar» Castigos (cap. xxviii, p. 226); «Quien encubre su poridat, era su escogencia en su mano» Buenos proverbios (p. 5); «Que el que mete su poridad en poder de otro, fazese su siervo; e quien la sabe guardar, es señor de su corazon, lo que conuiene mucho al Rey» Partida ii (Tít. v, Ley xvi, p. 347); «A quien dizes tu secreto, das tu libertad» Celestina (ii, p. 62). De origen bíblico: «Causam tua tracta cum amico tuo,/ et secretum extraneo ne reveles» Proverbios 25: 9 y «Noli consiliari cum eo qui tibi insidiatur,/ et a zelantibus te absconde consilium» Ecclesiástico 37:7.

93. En Consejo, por el contrario, se dedica todo el capítulo xviii a advertir cómo el hombre mancebo debe ser apartado del consejo.

94. Se expone en este capítulo la concepción aristotélica de un determinismo astrológico sobre la naturaleza humana. A esta teoría opuso Santo Tomás la concepción de un alma sometida a la voluntad de su creador en búsqueda de su salvación (vid. Étienne Gilson (1981). En el siglo xiv, sin embargo, hubo en Castilla una fuerte reacción contra el determinismo astrológico que provocó el abierto rechazo de Zifar (caps. 129-130, pp. 268- 271) y la parodia contra el aristotelismo heterodoxo del Lba (cc. 70-165) (sobre este último vid. F. Rico [1985]).

95. Este ejemplo aparece en Poridat con importantes variantes, que si bien no modifican el desenlace, configuran otra versión del relato: «Enxienplo desto es lo que aconteçio a unos estremonianos que passaron por una aldea. E posaron en casa dun texedor e acaesçio quel nacio un fijo de noche e [cataron] su nacencia. E uieron en ella que serie omne sabio e de buen seso e que serie aguazil del rrey. Quando esto uieron, marauillaronse e non lo dixieron al padre. E quando creçio el ninno, quiso el padre mostrar le su mester e aborrescio su natura aquel mester. E el padre firiol et maltrexolo. E nunqua pudo con el que aprisiesse aquel mester. E pues que uio el padre que non podie con el, dexol con su natura. El moço tornose a leer e aconpannarse con los sabios e apriso todas las sciencias e los libros de las eras del mundo e el engenno de los rreyes fasta quel fizo rrey su aguazil mayor» (cap. 4).

96. Obsérvese que en Secreto no se revela la inclinación del joven sino hasta el final del relato, mientras que en Poridat es motivo constante: «E el contrario desto es lo que contecio a un fijo de un rrey de Yndia que uieron en su naçençia que serie ferrero e non lo dixieron a so padre. Et quando crecio el ynfante, punno el rrey de mostralle sciencias e las costunbres de los rreyes. E nunqua pudo con el que aprisiesse nada. E por fuerça que ouo a seer ferrero commo uieron en su naçençia. E el rrey, quando lo uio, pesol de coraçon. E demando a sos sabios e todos se acordaron quel dexassen con su natura. E fizo lo asi» (cap. 4).

97. Engelbert de Admont (ed. G. B. Fowler [1977: 149-242]) presenta una versión abreviada de ambos ejemplos, eliminando muchos elementos, al punto de reducir el segundo ejemplo a un par de líneas: «Exemplum de filio textoris cuius genesim hospites acceperunt et ordinaverunt eius planetas. Fuerunt ergo motores eius in Venere et Marte in gradu decimo suo existente in Geminis cum Libra. Sidera vero contraria et pessima nondum erant orta. Ostendit ergo eis genesis quod puer futurus erat sapiens, curialis, velocis manus, boni consilii, diligendus a regibus. Occultaverunt a patre. Crevit puer in prosperitate et nisi sunt parentes eum addiscere artem suam. Sed nichil omnimo potuit dicere. Venerantes ipsum gravissime dimiserunt eum voluntati sue. Et hic venit ad homines habentes disciplinam et adquisivit scientias et scivit cursus et tempora supercelestium et mores et regimina regum et factus est balivus. Contrarium accidit filio regis Indie, qui ad aliud nescivit inclinare animum suum nisi ad opus fabrile quamvis multiplicer ad hoc retraheretur et ad alia honesta et eum decentia minis et monitis et traheretur et simile sepe accidit» (p. 234). Ambos ejemplos recrean la misma sentencia del refrán: «Toda criatura torna a su natura» Zifar (cap. 117, p. 251). También aparece en la amplificación de Castigos (BAE, T. 51, cap. xlii, p. 166): «Otrosi el mozo pequeño pagase de fablar con otro mozo mas que con home grande. Segund la palabra que dijo el sabio en latin: similis similem quaeret, que quiere dezir: toda cosa se paga de la su semejanza; e por eso dice el proverbio: toda criatura revierte a su natura». Más ejemplos en O’Kane (1959: 169).

98. «Et dixit Aristoteles Alexandro: nil facias nisi prius deliberetis cum consiliariis vestris» De preconiis (vii, cap. 4d, p. 209). «Demanda consejo a omnes buenos e entendidos e sabios que te sepan consejar sobre tal cosa, e asi fallaras y lo mejor» Castigos (cap. ix, p. 68); «[…] lo terçero, deuelo demandar [el consejo] a omnes sabios e entendidos, por que le consejen aquello que sera mas servicio de Dios y mas su pro» Consejo (cap. ii, p. 29); «Demanda consejo a los sabios e ensenna a los que menos saben» Consejo (cap. v, p. 33); «Non puede omne aprovecharse tanto de ninguna cosa commo aver consejo en los buenos omnes» Buenos proverbios (p. 60); «Si dubdares en algunas cosas tornate con ellas a los sabios, ca non ha cosa por que se enderesce el fecho del señor mas, que por saber la mejoria del sabio sobre el nescio; e si alguno te despreciare por que demandas consejo del sabio non ayas cuidado d’el» Bocados (pp. 102-103). Don Juan Manuel en el Lib. enf. (cap. x, p. 169) recomienda a su hijo que los consejeros sean elegidos de entre los amigos «[…] que su padre prouo et fallo por buenos et por leales et que se fallaua bien de su consejo».

99. «Consejo es vna cosa que faze ayuntar dos almas a vna voluntad» Castigos (cap. xxxii, p. 243); «Consejo bueno e entendido es la entencion del entendimiento de la voluntad del omne verdaderamente escogida para saber ordenar los fechos que son buenos e fazederos. Otrosi consejo malo e engannoso es la entençion de la voluntad del omne falsamente escogida para fazer las cosas que son fazederas. En otra manera, es derecho consejo çierta rrespuesta de omnes sabios e entendidos que dan al vil omne e a muchos que lo demandan para saber alguna cosa dubdosa» Consejo (cap. i, pp. 27-28); «El consejo es asi como la palabra, e sus partidas son asi como las letras; que si menguare dende una letra, iras a lo que non quieres» Bocados (p. 87); «El consejo non es cosa segura, mas es aventuramiento» Bocados (pp. 196-197).

100. Ms. lat.: «Qualiter per phisonomias cognoscunt conditiones personae».

101. Recuerda a Mateo 6: 21: «Ubi enim est thesaurus tuus, ibi est et cor tuum» y Lucas 12: 34. Este pasaje bíblico dio origen a un relato que con variantes se halla en Etienne de Bourbon y San Gregorio de Tours, entre otros y tuvo amplia difusión en Castilla: Castigos (BAE, T. 51, cap. vii, p. 99-100), Lucanor (ej. xiv, pp. 119-120) y Lib.ejemplos Nº cxi (pp. 473-474). Vid. el estudio de este relato en Daniel Devoto (1972: 395-396) y R. Ayerbe- Chaux (1975: 45-47 y 249-252).

102. En Cien capítulos (cap. vii, p. 90), por el contrario, se recomienda seguir el consejo opuesto a la voluntad del rey: «El rey deve usar de sufrir a sus alguaziles quando l’ dieren consejo que sea contra su voluntad e deve oir d’ellos lo que l’ dixieren con lealtad, maguer sea sin sabor d’el. Dezia un rey a su alguazil: quando me ovieres a decir buenas nuevas de que haya sabor a apercibir de algunas cosas e de que aya sabor, ante me apercibe e desi dime las nuevas buenas. Dixo otro: el que te viniere con nuevas de que ayas ende pesar, tan bien le faz’ algo como si te viniere con buenas nuevas que tomes plazer». «E sea uuestro aguazil uno e metedlo en coneio en todos uuestros ordenamientos. E fiad en uuestros aguaziles en aquel que contra uuestra uoluntad fuere que ese es meior» Poridat (cap. 4). Cf. Espéculo (Lib. iv, Ley xii) dedicada a los escribanos.

103. Este tipo de preguntas retóricas es muy común en las colecciones sentenciosas; tómense como ejemplo la siguientes: «¿Quando el fisico no puede sanar a si como sanara a otrie?» Bocados (p. 51); «Quien enflaquesçe a su voluntad e non la puede vençer, ¿como vençera a voluntades agenas?» Cien capítulos (cap. xxxiv, p. 42); «Que sy tu bien non corriges e sojuzgas lo tuyo, ¿como sojuzgaras aquello que non as poder?» Doze sabios (cap. xxvi, p. 97); «¿Como pueden llegar los coraçones a saber lo encobierto quando les encubren la carrera por o llegan a ello»? Buenos proverbios (p. 6); «¿Commo cuydas tu que te sabra dar buen consejo para la tu alma el que non lo sabe dar a la suya?» Castigos (cap. xviii, p. 182); «Siguese la manera de los consejeros del prinçipe que son asi como coraçon […] E razonablemente los consejeros son conparados al coraçon, que como el cuerpo natural reçibe del coraçon vida e virtud e fuerça e comienço de regimiento; en tanto que verdadera mente puede ser dicha la palabra que es escripta que dize: Cata e ten bien açerca de ti tu coraçon, porque de aquel te viene vida e virtud» Comunidad (p. 107).

104. «Non cae al rey prometer que dara lo que non puede conplir, e auer que lo cunpliese que seria grand su danno si lo fiziese» Castigos (cap. xi, p. 147); «Non cae al rey prometer algo que dara lo que ha prometido a otro, ca non conuiene de fazer bien en vno por que faga mal a otro» Castigos (cap. xi, pp. 149-150); «E leese que fue preguntado Titus, fijo de Vaspasiano, por qual rrazon prometiera mas de lo que podia dar. E rrespondio: Non pertenesçe que ninguno se parta mal contento de la faz del prinçipe» Dichos, Nº 10.


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