Juan Díaz Baeza 1784-1858
Presbítero católico español, traductor y autor prolífico de obras apologéticas y manuales de filosofía moral, lógica y ética, catedrático de religión y moral del Instituto de San Isidro de Madrid, luego de ética y luego de lógica en la misma institución, de la que fue director desde 1847 hasta su muerte, el 4 o 6 de octubre de 1858. Natural de la Villa de Villamañán, diócesis de León, donde había nacido en 1784, hijo de legítimo matrimonio (así Espasa en 1915, El libro de Villamañán en 1928, &c.). [Algunos copistas apresurados han propagado recientemente el error infundado de suponerle nacido en 1806 y muerto en 1878.]
El joven Juan Díaz Baeza, aspirante a la cogulla benedictina, estudia los tres años de filosofía en la Universidad de Hirache, monasterio de la orden de San Benito en Navarra, cursa luego cuatro años de teología escolástica y moral en el Colegio de San Vicente de Salamanca, y otros dos de teología y de retórica, como pasante, en el Colegio de Benedictinos de San Pedro de Eslonza (provincia de León), donde su profesión benedictina queda alterada por la irrupción en España de bárbaros invasores franceses alentados por el pérfido Napoleón.
En una relación de méritos y servicios reconoce Juan Díaz Baeza en 1833: «Que en tiempo de la guerra contra Napoleón Bonaparte hizo servicios importantes a la justa causa de España con exposición manifiesta de su vida; esparció muchas veces proclamas entre los soldados franceses convidándolos a la deserción, dio noticias por escrito semanalmente por todo el tiempo que duró la guerra a los jefes de las tropas españolas del número, operaciones, movimientos e intenciones de los enemigos, libertó muchos prisioneros españoles, los socorrió y equipó para que volviesen a las banderas de la patria: por sus esfuerzos consiguió en parte minorar las contribuciones de los pueblos del cantón de Villamañán, y las extorsiones y excesos de las tropas francesas, salvó a diferentes Párrocos y otras personas respetables, que muchas veces llevaban en sus filas o tenían presos en Villamañán: que arrojados de la Península los enemigos, y reunidos los Monjes en sus Monasterios en el año de mil ochocientos catorce, fue nombrado Predicador mayor por el Padre General de su Orden, cuyo destino renunció: que secularizado después, conservó la mayor armonía y relaciones amistosas con los Monjes de su Orden, particularmente con los Prelados Generales que le han tratado y tratan con mucha distinción.»
Diez años después, en 1843, el presbítero Juan Díaz de Baeza como autor, e Ignacio Boix como editor, comienzan a publicar por entregas una Historia de la Guerra de España contra el Emperador Napoleón, ilustrada con grabados de madera intercalados en el texto. Un agente francés destinado en la “Casa de Velázquez”, base postnapoleónica en Madrid, pontifica así sobre Juan Díaz antes de morir por la Francia:
«Juan Díaz de Baeza, un sacerdote que participó en el levantamiento de León en 1808 y fue un lector entusiasta de Toreno, se lanza a realizar una edición abreviada de la historia de la Guerra de la Independencia. […] Díaz de Baeza no es un liberal propiamente dicho, o es un liberal tan moderado que pasa desapercibido a ojos de los liberales de verdad. Lo que importa en su trabajo de difusión de la historia de los años 1808-1814 es que vuelva a tomar la construcción del mito nacional liberal: un pueblo unánime que se levanta espontáneamente por su independencia contra quienes quieren imponerle un régimen dictado sin su consentimiento.» (Richard Hocquellet [1965-2009], “El individuo y la construcción de una memoria de la experiencia”, en La revolución, la política moderna y el individuo. Miradas sobre el proceso revolucionario en España (1808-1835), Zaragoza-Cadiz 2011, págs. 235-236.)
★ Fraile secularizado que persevera como ortodoxo presbítero con porte propio de un sacerdote
Terminada la francesada, tras la minuciosa y sañuda rapiña y destrucción de conventos y monasterios por toda España ejecutada por las ilustradas tropas gabachas, es nombrado Predicador mayor por el Padre General de la Orden de San Benito, pero Juan Díaz Baeza, a sus treinta años, renuncia, y más adelante solicita la secularización como fraile, conservando en lo futuro «la mayor armonía y relaciones amistosas con los Monjes de su Orden, particularmente con los Prelados Generales que le han tratado y tratan con mucha distinción».
En el escrito ya mencionado de 1833 describe así su nueva situación (la sede vacante de Toledo se produjo desde la muerte de Luis María de Borbón, el 19 de marzo de 1823, hasta la incorporación de Pedro Inguanzo, el 27 de septiembre de 1824; el primero de octubre de 1823 disuelve Fernando VII las Cortes y anula la legislación del trienio constitucional): «Que por su conducta y porte propio de un Sacerdote, el Eminentísimo Cabildo de la Santa Iglesia de Toledo que gobernaba el Arzobispado en Sede vacante, le exceptuó de la medida general de recoger las licencias de confesar y predicar a los secularizados, haciendo se restituyesen a los pueblos de su naturaleza, como mandaba el Gobierno, y determinó que el Don Juan Díaz Baeza permaneciese en esta Corte, y se le devolviesen las licencias que tenía absolutas, como se ejecutó, habiendo certificado el Vicario Eclesiástico de esta curia, abolido el sistema constitucional, de su buen comportamiento.»
«Que en el año de mil ochocientos diez y ocho presentó al Gobierno una memoria sobre la contribución directa, decretada por Su Majestad en treinta de Mayo del año anterior, y posteriormente ha publicado varias obras y traducciones de devoción e instrucción, habiéndole encargado el Juzgado de Imprentas el examen y censura de la traducción de una obra clásica de Teología. Que además del Compendio de las Instituciones filosóficas de Guevara que publicó en el año de mil ochocientos veinte y seis, presentó posteriormente a la Inspección general de Instrucción pública la reducción de las mismas Instituciones, trabajo que mereció elogios de la Inspección, y de los Catedráticos de Filosofía nombrados por la misma para revisarlo.»
★ 1826-1831 En la Secretaría de Cámara del Cardenal Arzobispo de Toledo, Pedro Inguanzo Rivero
«Que en el año de mil ochocientos veinte y seis le recibió por su Familiar, con destino a su Secretaria de Cámara, el Eminentísimo Señor Cardenal Arzobispo de esta Diócesis, habiendo permanecido seis años en casa de Su Eminencia; y acompañándole al viaje que hizo a Roma a la elección del Sumo Pontífice actual Gregorio décimo sexto, estuvo con Su Eminencia en el Cónclave en que fue electo Su Santidad, quien con este motivo por su Motu proprio de veinte y dos de Diciembre de mil ochocientos treinta y uno, le admitió y recibió por su Familiar, dándole título de Notario Apostólico de la Santa Sede, y le concedió la gracia de tener en su casa Oratorio privado, con otras varias que resultan de dicho Motu proprio.»
Pedro Inguanzo Rivero (La Herrería 1764-Toledo 1836) había sido presentado por Fernando VII para la sede arzobispal de Toledo en julio de 1824, y León XII aprobó tal propuesta y preconizó a Inguanzo como Cardenal el 27 de septiembre de 1824 (diez años después de haber sido nombrado Obispo de Zamora, tras haber participado brillantemente en las Cortes de Cádiz como diputado por Asturias). Inguanzo prefirió pasar más tiempo en Toledo que en la Corte, y se rodeó de un pequeño círculo de colaboradores: Julián Fernández Avilés como su mayordomo, Joaquín Fernández Cortina (1798-1854) como su Secretario de Cámara, y los más jóvenes José de los Ríos y Lamadrid (1802-1884), José Reguero Argüelles (1803-1853) y hasta su pariente José Posada Herrera (nacido en 1814). Muerto Pío VIII el primero de diciembre de 1830, Fernando VII exhortó a los dos cardenales españoles, Inguanzo y Cienfuegos, para que asistieran al Cónclave:
«A comienzos de diciembre, después de haber asegurado con minuciosa escrupulosidad y precisión el gobierno de su Diócesis, emprendió Inguanzo el viaje hacia la Ciudad eterna. Tras una rápida y afortunada travesía, el Cardenal y su séquito desembarcaron en pisando allí el sagrado suelo del Lacio. El 14 de diciembre el Cónclave comenzó con la invocación del Espíritu Santo […]. Indudablemente, Inguanzo experimentó una gran alegría personal ante la elección del nuevo pontífice, al que le unían tantas afinidades temperamentales e ideológicas. Tras los intentos más o menos conciliantes de un León XII y un Pío VIII, la rigidez e intransigencia de Gregorio XVI sirvieron, con oportunidad discutible, para delimitar claramente la línea que separaba las nuevas formas de vida y pensamiento del mundo eclesiástico. […] En marzo de 1831 abandonó Inguanzo Roma para peregrinar, llevado de su devolción a la Virgen, al Santuario de Loreto, en tierras de Asís. Hecha la visita, partió inmediatamente para España, llegando a Madrid a principios de junio.» (José Manuel Cuenca Toribio, D. Pedro de Inguanzo y Rivero. Último primado del Antiguo Régimen, Universidad de Navarra, Pamplona 1965, págs. 312-314.)
2 de mayo de 1833
Relación de los méritos, títulos, ejercicios literarios, y servicios de
Don Juan Díaz Baeza, Presbítero, Confesor y Predicador; y Familiar de Su Santidad.
Relación de los méritos, títulos, ejercicios literarios, y servicios de Don Juan Díaz Baeza, Presbítero, Confesor y Predicador; y Familiar de Su Santidad.
Por testimoniales libradas en veinte y dos de Abril de este año por el Vicario Eclesiástico de esta Heroica Villa y su partido por el Eminentísimo Señor Cardenal Arzobispo de Toledo consta, que el expresado Presbítero Don Juan Díaz Baeza es hijo de legítimo matrimonio, natural de la Villa de Villamañán, diócesis de León, de edad de cuarenta y ocho años cumplidos.
Que habiendo tomado el hábito de Monje Benedictino, estudió tres años de Filosofía en el Colegio de su Orden, entonces Universidad de Hirache, reino de Navarra; y habiendo excedido a sus condiscípulos con ventajas extraordinarias, fue destinado al Colegio de San Vicente de Salamanca, en el que y su Universidad estudio cuatro años de Teología escolástica y moral, con la misma aplicación y aprovechamiento, por lo que habiendo obtenido en los exámenes la mayor censura entre sus condiscípulos, fue designado por el Reverendo Padre General de su Orden, para sustentar el primer acto literario de los dos que se tenían anualmente en el referido Colegio de San Vicente: que en seguida cursó, en calidad de pasante, dos años de Teología escolástica y moral y de Retórica en el Colegio de Benedictinos de Exlonza, provincia de León, a cuyo tiempo fueron expelidos los Monjes de sus Monasterios por el gobierno intruso de los franceses.
Que en tiempo de la guerra contra Napoleón Bonaparte hizo servicios importantes a la justa causa de España con exposición manifiesta de su vida; esparció muchas veces proclamas entre los soldados franceses convidándolos a la deserción, dio noticias por escrito semanalmente por todo el tiempo que duró la guerra a los jefes de las tropas españolas del número, operaciones, movimientos e intenciones de los enemigos, libertó muchos prisioneros españoles, los socorrió y equipó para que volviesen a las banderas de la patria: por sus esfuerzos consiguió en parte minorar las contribuciones de los pueblos del cantón de Villamañán, y las extorsiones y excesos de las tropas francesas, salvó a diferentes Párrocos y otras personas respetables, que muchas veces llevaban en sus filas o tenían presos en Villamañán: que arrojados de la Península los enemigos, y reunidos los Monjes en sus Monasterios en el año de mil ochocientos catorce, fue nombrado Predicador mayor por el Padre General de su Orden, cuyo destino renunció: que secularizado después, conservó la mayor armonía y relaciones amistosas con los Monjes de su Orden, particularmente con los Prelados Generales que le han tratado y tratan con mucha distinción.
Que por su conducta y porte propio de un Sacerdote, el Eminentísimo Cabildo de la Santa Iglesia de Toledo que gobernaba el Arzobispado en Sede vacante, le exceptuó de la medida general de recoger las licencias de confesar y predicar a los secularizados, haciendo se restituyesen a los pueblos de su naturaleza, como mandaba el Gobierno, y determinó que el Don Juan Díaz Baeza permaneciese en esta Corte, y se le devolviesen las licencias que tenía absolutas, como se ejecutó, habiendo certificado el Vicario Eclesiástico de esta curia, abolido el sistema constitucional, de su buen comportamiento.
Que en el año de mil ochocientos veinte y seis le recibió por su Familiar, con destino a su Secretaria de Cámara, el Eminentísimo Señor Cardenal Arzobispo de esta Diócesis, habiendo permanecido seis años en casa de Su Eminencia; y acompañándole al viaje que hizo a Roma a la elección del Sumo Pontífice actual Gregorio décimo sexto, estuvo con Su Eminencia en el Cónclave en que fue electo Su Santidad, quien con este motivo por su Motu proprio de veinte y dos de Diciembre de mil ochocientos treinta y uno, le admitió y recibió por su Familiar, dándole título de Notario Apostólico de la Santa Sede, y le concedió la gracia de tener en su casa Oratorio privado, con otras varias que resultan de dicho Motu proprio.
Que en el año de mil ochocientos diez y ocho presentó al Gobierno una memoria sobre la contribución directa, decretada por Su Majestad en treinta de Mayo del año anterior, y posteriormente ha publicado varias obras y traducciones de devoción e instrucción, habiéndole encargado el Juzgado de Imprentas el examen y censura de la traducción de una obra clásica de Teología. Que además del Compendio de las Instituciones filosóficas de Guevara que publicó en el año de mil ochocientos veinte y seis, presentó posteriormente a la Inspección general de Instrucción pública la reducción de las mismas Instituciones, trabajo que mereció elogios de la Inspección, y de los Catedráticos de Filosofía nombrados por la misma para revisarlo.
Últimamente, consta que el indicado Don Juan Diaz Baeza tiene licencias absolutas de confesar personas de ambos sexos, y predicar en todo este Arzobispado. Por todo lo referido, y ser un Eclesiástico de buena vida y costumbres, laborioso, exacto en el cumplimiento de su ministerio, no estar procesado civil ni criminalmente, ni ligado con censuras, le considera acreedor a la obtención de las Prebendas y piezas eclesiásticas con que Su Majestad tenga a bien agraciarle.
Es copia a la letra de la original que queda en la Secretaría de la Cámara y Real Patronato de Castilla, de que certifico como Secretario de Su Majestad con ejercicio de decretos y Oficial mayor de ella. Madrid dos de Mayo de mil ochocientos treinta y tres.
Manuel Lozano
(Documento impreso en tres páginas, firmado a mano por el Secretario de Su Majestad, Archivo Histórico Nacional de España, Ultramar, 2018, Exp. 2.)
1843 «Historia de la Guerra de España contra el Emperador Napoleón. Por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza. Ilustrada con grabados en madera intercalados en el texto. Condiciones de la suscrición. Esta obra se compondrá de 30 entregas de dos pliegos marca española, o sean diez y seis páginas de bonita edición y papel satinado y lustrado. Todas las entregas que pasen de las anunciadas serán gratis a los primeros 500 suscritores. El precio de suscrición en Madrid real y medio, y dos en las provincias, franco de porte, adelantando el de la siguiente a la que se reparta. Cada semana se repartirá una entrega. En las provincias no se admitirá suscrición, a menos que no se abone a los comisionados el importe de cuatro entregas adelantadas, para la mayor facilidad de la contabilidad y seguridad de los envíos. Se han repartido las entregas primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sesta, sétima, octava, novena, décima y undécima. Se suscribe en Cáceres en la Imprenta-librería de D. Lucas de Burgos.» (Boletín Oficial de Cáceres, Domingo 3 de diciembre de 1843, n° 145, pág. 674.)
Prólogo
Rica y feliz la España en el reinado de Carlos III, se resintió mucho en el de Carlos IV de las debilidades de este monarca, y sobre todo de los efectos de la revolución francesa. Después de una guerra, infructuosa contra el Gobierno democrático de la nación vecina, el cual había decapitado al virtuoso Luis XVI, proclamando al mismo tiempo las máximas más contrarias y ofensivas a la autoridad de los reyes, tuvo que comprar su quietud a costa de inmensos sacrificios: porque los diferentes gobiernos que fueron sucediéndose en aquel país, todos vendían su amistad a muy alto precio a la desgobernada España. Así, sus tesoros, sus escuadras, y por último hasta sus ejércitos, todo estaba a disposición del gobierno francés. Pero, al cabo, pudo conservar la integridad de su territorio, y regirse por sus propias leyes, y por sus monarcas naturales, ya que no gozase de independencia su gobierno, sometido a la voluntad de la Francia: hasta que el jefe de esta nación, envanecido con sus conquistas y poderío, quiso dotar a un individuo de su familia con el rico patrimonio de San Fernando. Cosa muy hacedera y fácil pareció al que estaba acostumbrado a dar la ley a todos los monarcas de la Europa; y a fines del año 1807 empezó a poner en práctica su proyecto invadiendo engañosamente con sus tropas el territorio español. Mas la nación magnánima, que en medio de los desaciertos de su gobierno, nada había perdido de su dignidad, opuso al usurpador una resistencia que nos recuerda los tiempos de la invasión agarena.
Dignos son, por cierto, de trasmitirse a la posteridad más remota los esfuerzos, el valor, los hechos heroicos, la lealtad y la perseverancia de los españoles en esta lucha, que de nuevo ha engrandecido su nombre, tan ilustre ya en la historia del mundo. Esta tarea la ha desempeñado dignísimamente el conde de Toreno en su “Historia del levantamiento, guerra y revolución de España.” La copia de materiales que tuvo a la vista este recomendable escritor, la claridad y la elocuencia de su estilo, unidas a lo castizo y majestuoso de su dicción, las oportunas y profundas reflexiones con que enriquece la narración, dan a su obra un interés y un mérito superior. Todo español debiera tener y conservar una obra tan preciosa, en que se pintan con los colores más vivos las glorias de nuestra patria; lástima es que por ser bastante voluminosa, no esté su precio al alcance de las facultades de todos.
Nosotros, con el fin de que se haga común en España una historia, que ningún español debe ignorar, hemos procurado ceñirla a límites más estrechos para que no sea gravoso su coste, siguiendo en la relación de los sucesos al conde de Toreno, aunque también a otros escritores, añadiendo algunas particularidades de que tenemos noticia, sin omitir ningún hecho importante, ni circunstancia notable, y haciendo por nuestra parte, si bien con economía, las observaciones que nos han parecido conducentes. Solo en la parte política, en que se extienden otros y especialmente el señor conde, cada uno según su propósito, somos nosotros bastante concisos, para dar lugar a la narración histórica, nuestro principal objeto. Si se quiere, pues, no un diario de operaciones militares, sino propiamente la historia de una guerra, nos parece que la publicamos completa, sin que dejemos de tocar también en la parte política los puntos principales. De este modo podrán nuestros lectores adquirir con poco gasto una noticia bastante extensa de la memorable guerra de los seis años, y el conocimiento necesario de las ocurrencias políticas en uno de los periodos bajo este concepto más importantes de la historia nacional.
(Historia de la Guerra de España contra el Emperador Napoleón, por el Presbítero Don Juan Díaz de Baeza, ilustrada con grabados de madera intercalados en el texto. I. Boix, Editor, Calle de Carretas, núm. 8. MDCCCXLIII, páginas I-IV.)
12 de Setiembre de 1846
Juan Díaz de Baeza suplica a Isabel II se digne agraciarle
con una canonjía en la santa Iglesia catedral de Puerto-Rico
Señora,
El presbítero D. Juan Díaz de Baeza con el mayor respeto hace presente a V. M.: Que en todos tiempos ha servido a V. M. con la mayor fidelidad como es de su obligación. La augusta Madre de V. M. siendo Reina Gobernadora, le confió en el año de 1839 una comisión reservada e importante en Roma, relativa a prevenir a aquella corte en favor de los derechos de V. M. y a debilitar los esfuerzos de los que en ella los contrariaban.
La augusta Madre de V. M. le nombró después catedrático de Filosofía Moral y Fundamentos de Religión en los Estudios de S. Isidro de esta capital: en el año de 1836 le nombró también S. M. censor regio en esta corte, cargo que desempeñó hasta que se suprimió la censura de resultas de la sedición de la Granja. [agosto 1836]
En el mes de Setiembre de 1840 no reconoció la autoridad de la junta que usurpó en Madrid la que tan legítimamente ejercía la augusta Madre de V. M.; y por esta razón quedó privado de su cátedra, cuya asignación era el único medio que tenía de subsistir, hasta que caída la usurpación se le devolvió la cátedra el año de 1843.
El exponente, Señora, tuvo el honor de escribir en defensa de los derechos de V. M. al trono de sus mayores, respondiendo ampliamente a todas las razones en que se apoyaban sus contrarios; y la augusta Madre de V. M. tuvo la bondad de recibir la obra con el agrado y afabilidad que tanto distinguen a S. M. V. M. ha aceptado la dedicatoria de una de las traducciones de la semana santa que ha publicado el que suscribe; igualmente se dignó V. M. aprobar el pensamiento que concibió el exponente de componer un Devocionario para el uso exclusivo de V. M. en el cual hallase V. M. no solo las devociones y ejercicios piadosos, comunes a todo cristiano, sino también y principalmente, los que son propios tan solo de V. M. que como Reina tiene necesidades y obligaciones espaciales; Devocionario que después se dignó V. M. recibir con la mayor bondad de mano del exponente. Por mano de la augusta Madre de V. M. se ha servido también V. M. recibir un opúsculo que ha publicado el exponente con el título de “Una plumada sobre la índole y tendencia de la revolución en España”, cuyo objeto es defender contra los revolucionarios la religión, el trono de V. M. y el legal y justificado gobierno de la augusta Madre de V. M. mientras fue Regente del Reino, y su recta y acertada conducta en todos tiempos. En defensa de estos tres objetos escribió también con energía el año de 1842 en una obra intitulada “La Religión y la Razón”. En fin, Señora, el exponente puede blasonar de haber sido siempre fiel a V. M. aún en las circunstancias críticas del mayor peligro. Igualmente ha publicado varias obras sobre diferentes materias, habiendo merecido dos de ellas que el Gobierno las haya señalado por texto para la enseñanza en todas las Universidades, y más establecimientos literarios del reino. En esta atención,
Suplica a V. M. se digne agraciarle con una de las canonjías que se hallan vacantes en la santa Iglesia catedral de Puerto-Rico. Favor que espera recibir de la bondad de V. M., cuya importante vida guarde el cielo dilatados años para el bien de esta monarquía.
Madrid, 12 de Setiembre de 1846
Señora, A L. R. P. de V. M.
Juan Díaz de Baeza
(Autógrafo de tres páginas, nota al margen: “18 Set. 46, téngase muy presente.” Archivo Histórico Nacional de España, Ultramar, 2018, Exp. 2.)
12 de Setiembre de 1846
Autógrafo en dos páginas que complementa la relación impresa de 1833
El interesado recibió de la Reina Gobernadora en 1835 una comisión reservada e importante en la corte de Roma; también le nombró S. M. en el mismo año catedrático interino de filosofía moral y fundamentos de religión en los Estudios de S. Isidro de esta Corte; y en el año de 1836, Censor regio en esta Capital. No reconoció la junta formada en Madrid el día 1.º de Setiembre de 1840, quedando sin su cátedra por esta razón. A petición de los demás catedráticos del mismo establecimiento, y con fecha 11 de Setiembre de 1843, el gobierno de aquella época le repone en esa cátedra, cuya propiedad, a solicitud del mismo interesado, le confirió S. M. con fecha 3 de febrero de 1844. Ha publicado diferentes escritos, en defensa de los derechos de nuestra Reina contra los defensores de la sucesión agnaticia, y en defensa de la religión y del trono contra los atentados de los anarquistas. Ha publicado también diferentes obras de instrucción, algunas de las cuales han sido declaradas por la Superioridad útiles para la enseñanza; y otras varias de devoción, historia, economía política, y otras materias. En las letras de su secularización consta expresamente que está habilitado para obtener beneficios eclesiásticos; y de todo cuanto lleva referido conserva los documentos originales, que presentará en caso necesario. Últimamente el Gobierno de S, M. ha señalado dos obras de este interesado para texto de enseñanzas en todas las Universidades y más establecimientos de instrucción del reino.
Madrid, 12 de Setiembre de 1846
Juan Díaz de Baeza
(Archivo Histórico Nacional de España, Ultramar, 2018, Exp. 2.)
25 de Setiembre de 1846
Minuta de concesión de canonjía en Puerto Rico
Ministerio de Gracia y Justicia
Concedido
por S. M. en el despacho de 25 de Set. de 1846.
Señora
Tengo la honra de proponer a V. M. que se digne nombrar a Don Juan Díaz Baeza, Catedrático de Filosofía moral y fundamentos de Religión en los Estudios de San Isidro de esta Corte, para la Canonjía que se halla vacante en la Santa Iglesia Catedral de San Juan Bautista de Puerto Rico, por ascenso de Don Rufo Manuel Fernández Carballido a la Chantría de la misma.
(Transcripción de minuta manuscrita. Archivo Histórico Nacional de España, Ultramar, 2018, Exp. 2, nº 3.)
1846 «Artículos de Oficio. Reales órdenes comunicadas al Excmo. Sr. Presidente, Gobernador, Capitán general y Jefe político superior de esta Isla. […] Ministerio de Gracia y Justicia. Excmo. Sr.– La Reina nuestra Señora se ha dignado expedir el Real decreto siguiente.– Para la canonjía vacante en la Catedral de San Juan Bautista de Puerto-Rico por ascenso de D. Rufo Manuel Fernández, vengo en nombrar al presbítero D. Juan Díaz Baeza, Catedrático de Filosofía moral y fundamentos de Religión en los estudios de San Isidro de esta Corte. Dado en Palacio a veinticinco de Setiembre de mil ochocientos cuarenta y seis.– Está rubricado de la Real mano.– El Ministro de Gracia y Justicia.– Joaquín Díaz Caneja.– De Real orden, comunicada por el Sr. Ministro de Gracia y Justicia, lo traslado a V. E. para los efectos consiguientes. Dios guarde a V. E. muchos años. Madrid 27 de Octubre de 1846.– El Subsecretario.– Manuel Ortiz de Zúñiga.– Sr. Gobernador Capitán general, Vicepatrono Regio de las Iglesias de Puerto-Rico.» (Gaceta del Gobierno de Puerto-Rico, Puerto-Rico, jueves 17 de Diciembre de 1846, vol. 15, núm. 151.)
1847 «Han tomado posesión del cargo de directores de filosofía en los institutos del Noviciado y San Isidro, los señores D. Francisco Tramarría, profesor que ha sido de lengua francesa, y D. Juan Díaz Baeza, catedrático de religión y moral.» (El Español, Madrid, jueves 30 septiembre 1847, pág. 4.)
Instituto de San Isidro
Director, D. Juan Díaz de Baeza; Concepcion Gerónima, 24, tercero.
—
D. Ciriaco Cruz, Catedrático de primer año de Latin; Tabernillas, 8, segundo.
Dr. D. Manuel Romeo y Aznarez, id. de segundo id.; San Joaquín, 3, principal.
D. Juan Antonio de Egea, id. de tercero id.; Embajadores, 4, principal.
Dr. D. Joaquín Fernández Cardín, id. de primer año de Matemáticas; Plazuela del Conde de Miranda, Colegio de Meana.
D. José Coll y Vehi, id. de Autores clásicos; Reina, 14, segundo.
Dr. D. Mariano de Huerta, id. de Geografia e Historia; Santa Bárbara, 4, principal.
D. Francisco Vallespinosa, id. de segundo año de Matemáticas; Urosas, 6, segundo.
Dr. D. Mariano de Santisteban, id. de Física; San Dámaso, 3, entresuelo.
Dr. D. Pedro Felipe Monlau, id. de Psicología y Lógica; Santiago, 1, segundo.
D. Juan Díaz de Baeza, Catedrático de Ética; Concepcion Gerónima, 24, tercero.
Dr. D. Sandalio Pereda, id. de Historia natural; Valverde, 10, tercero.
(Anuario de la Universidad Central, para el curso de 1856 a 1857, En la Imprenta Nacional, Madrid, noviembre de 1856, pags. 36-37.)
1858 «Nota de los Catedráticos que han fallecido en activo servicio desde el Plan de setiembre de 1845, que incorporó a la Universidad los Colegios de Medicina y Farmacia y los Estudios de San Isidro. […] D. Juan Díaz de Baeza, Director y Catedrático de Lógica del Instituto de San Isidro, en 4 de octubre de 1858.» (Anuario de la Universidad Central para el curso de 1858 a 1859, Madrid, noviembre de 1858, págs. 182-183.)
1859 «Necrología. En la nota que publica el Anuario de la Universidad central de los catedráticos que han fallecido desde 1845, se cuentan los señores Capdevilla, Carrasco, Berriozabal, Callejo, Mata y Araujo, Santos y Mateos, Alcón, Pérez Verdú, Dolz de Castelar, Leal y Ruiz, Mariano de Echevarría, Amézaga, Llorente, López Ponce de León, Gutiérrez, Igartua, Pérez, Salvá, García Baeza, Díaz de Baeza y Jiménez Serrano.» (La España, Madrid, 17 de febrero de 1859.)
«Hoy nos reune en este modesto templo de la Ciencia la inauguración del Curso de 1859 a 1860. […] Al espresar las variaciones del personal del Profesorado, debo de justicia un recuerdo de inestinguible aprecio al dignísimo profesor D. Juan Díaz de Baeza, Director que fué muchos años de este Instituto, que sucumbió el día 6 de Octubre de 1858, a los 72 años de edad. Respetable sacerdote, erudito como pocos en lenguas y en Psicología, Lógica, Ética y Ciencias Eclesiásticas, su saber era tan reconocido como su modestia. Los numerosos discípulos que tuvo en su larga carrera del Magisterio y cuantos se honran con haber sido sus compañeros, verán en estas breves frases un justo testimonio de consideracion y respeto a la memoria del antiguo Director y del sabio Catedrático de Psicología, Lógica y Ética.» (Memoria acerca del estado del Instituto de 2.ª enseñanza de S. Isidro, incorporado a la Universidad Central, leída el día 16 de setiembre de 1859 por el doctor D. Mariano de Huerta, Catedrático de Geografía e Historia y vice-Director del mismo, en el acto solemne de la apertura del curso de 1859 a 1860. Imprenta de J. M. Ducascal, plazuela de Isabel II, núm. 6, Madrid 1859, pág. 8.)
1898 «Allá por los años de gracia de mil y ochocientos y cincuenta y tres años (¡hace ya cerca de medio siglo!) explicaba Religión y principios de Filosofía moral en el Instituto de San Isidro, un sacerdote tan bondadoso como ilustrado, el sabio presbítero D. Juan Díaz de Baeza. Este señor, que era además en aquella época (y lo fue hasta su muerte) Director del establecimiento, había traducido del inglés, para que sirviese de texto a los alumnos de la clase de Ética, un libro, famoso entonces, escrito por Guillermo Paley. Del libro, saturado de buena y sana doctrina, y de las sencillas y claras explicaciones del docto profesor me acuerdo ahora lo mismo que si las estuviese oyendo... ¡tan hondas son y tan duraderas en nuestro espíritu las impresiones de los primeros años! “No se figuren ustedes –nos decía paternalmente el bueno de D. Juan– que de la trascendencia de nuestros actos ha de juzgarse, por la que tiene un hecho aislado; lo que el individuo solo realiza puede muy bien parecernos insignificante, de escasa o ninguna importancia; pero si nos es lícito, hemos de calcular, no las consecuencias que de aquella transgresión individual se sigan, sino las que sobrevendrían si todos los hombres hiciesen lo mismo. Poco se perjudica el Estado, por ejemplo, defraudando en un maravedí (entonces el maravedí y el real de vellón eran las unidades monetarias); pero si admitimos que no hay mal alguno en defraudar a la Hacienda en un maravedí, es claro que todos los ciudadanos y a todas horas podríamos lícitamente llevar a cabo esa defraudación; imaginen ustedes, si admitido esto, resultaría importante la merma de maravedises.” Esta sencillísima explicación, que hace ya cuarenta y cinco años escuché de labios de aquel sacerdote, instruido y modesto, de quien seguramente conservan grato recuerdo cuantos recibieron sus lecciones –¡vamos quedando pocos!– ha surgido de entre las reminiscencias un tanto brumosas de mi vida de estudiante, al advertir la resistencia, para mí incomprensible, a que paguen contribución, como todos los demás españoles, los rentistas, mejor dicho, los poseedores de papel del Estado. […] Y aquí de las remembranzas evocadas, aquí del procedimiento aconsejado por Guillermo Paley y D. Juan Díaz de Baeza: Poco o nada significaría que media docena o un centenar de ciudadanos españoles empleasen su fortuna en adquirir papel, para disfrutar de la renta sin pagar impuesto; pero pensemos en lo que sucedería si todos, atraídos por el cebo de tan fatal ganancia, hiciesen lo mismo. Pues sucedería... lo que ya empieza a suceder: que aquí no habría capitales ni para la industria, ni para la agricultura, ni para el comercio, ni para nada, y que todos los españoles nos convertiríamos en prestamistas.» (A. Sánchez Pérez, “Remembranzas”, Crónica de Vinos y Cereales, periódico agrícola y mercantil, Madrid, miércoles 1° Junio 1898, n° 1847, pág. 1.)
1899 «Cuando era yo estudiante –¡y ya ha llovido y ha nevado desde entonces!– me agradaba mucho, muchísimo asistir a clase y escuchar las explicaciones de aquellos inolvidables y queridísimos maestros, D. Juan Díaz de Baeza, D. José Coll y Vehi, D. Ambrosio Moya, don Mariano Santisteban, todos ellos de grato recuerdo. Lo mismo que yo, pensaban algunos de mis condiscípulos, pocos en número ciertamente. Llegaban los días de pedir punto, de organizar insubordinaciones, de iniciar una rebelión o de formular una protesta y el compañerismo, el temor a ser tenidos por vanidosos o por hipócritas, nos obligaban a sumarnos (contra nuestra voluntad), con los alborotadores. –Eso mismo sucede ahora; exactamente igual ocurrirá siempre, mientras la asistencia a cátedra sea obligatoria, y mientras el catedrático, sobre la de explicar su asignatura, tenga la tarea de educar a sus alumnos.» (Antonio Sánchez Pérez [1838-1912], “¡Angelitos!”, Madrid Cómico, Madrid, 23 diciembre 1899, año XIX, n° 12, pág. 91.)
★ Sobre Juan Díaz de Baeza
1915 «Díaz de Baeza (Juan). Biog. Sabio sacerdote español, n. en Villamañán (León) en 1784 y m. en 1858. Desde 1835 fué catedrático de religión y moral en el Instituto de San Isidro, de Madrid. Publicó, entre otras, las siguientes obras: Sobre la contribución directa, El sistema de Hacienda controvertido en España, Guerra de España contra Napoleón (1843), Programas de religión y moral (1849). Catecismo de la doctrina cristiana y compendio de la historia sagrada, Fábulas, Elementos de psicología y lógica, Elementos de ética y filosofía moral, y El niño bien educado.» (Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Hijos de J. Espasa, Editores, Barcelona 1915, tomo 18, 1ª parte, pág. 886.)
1928 «D. Juan Baeza, Pbro. nació en 1784, fue Profesor de Lógica, Psicología y Ética en el Instituto de Madrid, publicó un programa de Religión. Falleció en 1858.» (Teodoro Domínguez de Valdeón, El libro de Villamañán, Imprenta de la Diputación Provincial, León 1928, capítulo XIII: “Hijos ilustres”, pág. 23.)
1983 «Díaz de Baeza, Juan. Sacerdote nacido en Villamañán (León) en 1784. Desde 1835 fue catedrático de religión y moral en el Instituto de San Isidro de Madrid. Falleció en 1858. Obras: 9410. Pruebas de la verdad de la religión cristiana, católica, apostólica y romana. Madrid, Razola, 1837, IX + 167 + 122 p. 9411. Manual de lógica. Madrid, 1842, 297 p. 9412. Manual de filosofía moral. Madrid, 1843. 9413. Fundamentos de la religión. Pruebas de la verdad de la religión natural y revelada. Madrid, 1847. 9414. Ética elemental. Madrid, Impr. que fue de Operarios, 1852, XI + 287 p. Idem. 2.ª ed. Madrid, Impr. a cargo de Castillo Río, 1856, XI + 13 + 294 p. 9415. Programa de religión y moral. Madrid, 1853. Idem. 3.ª ed. Madrid, Castillo, 1856, 248 p. 9416. Elementos de psicología y lógica. Madrid, Impr. del Boletín de Jurisprudencia, 1954, 2 vols. 9417. Sistema de Hacienda controvertido en España desde el año 1809 hasta el de 1823. Madrid, Imp. Norberto Llorenci, 1834-1835, 5 vols. 9418. El tributo de la Santa Sede. Madrid, 1834. 9419. Cuestión fundamental sobre la sucesión a la Corona de España. Madrid, Norberto Llorenci, 1839, 398 p. 9420. Historia de la guerra de España contra el Emperador Napoleón, ilustrada con grabados en madera intercalados en el texto. Madrid, I. Boix, editor, 1843, IV + 477 p. Estudios: 9421. Robles, L.: El estudio de la “Ética” en España. Del siglo XIII al XX. Salamanca, Impr. Calatrava, 1979, p. 118.» (Gonzalo Díaz Díaz, Hombres y documentos de la filosofía española, CSIC, Madrid 1983, volumen II, págs. 549-550.)
2022 «Juan Díaz de Baeza. Nació en 1806 y falleció en 1878. Fue sacerdote y ocupó diversos cargos eclesiásticos. En el instituto de San Isidro, fue catedrático de Psicología, lógica y ética. También “director que fue muchos años de este instituto” (M, 1859, p. 8). En esa misma Memoria de 1859, escribe Mariano de la Huerta: “Respetable sacerdote, erudito como pocos en lenguas y en Psicología, lógica, ética y ciencias eclesiásticas, su saber era tan reconocido como su modestia. Los numerosos discípulos que tuvo en su larga carrera del magisterio y cuantos se honraron con haber sido sus compañeros, verán en estas breves frases un justo testimonio de consideración y respeto a la memoria del Antiguo director y del Sabio catedrático de Psicología, lógica, ética” (M, 1859. p. 8). Fue un autor muy prolífico y escribió gran cantidad de obras, entre ellas destacamos: -El niño bien educado: Prontuario de buena educación de niños y jóvenes, Madrid: 1852:Impr. que fué de Operarios, á cargo de D.F.R. del Castillo; 2ª ed. 1856; Elementos de Psicología y Lógica, Madrid: N. Llorenci, 1835; Manual de Sacramentos: Exposición sencilla de la doctrina católica sobre los siete Sacramentos, Madrid: Boix, 1842; Catecismo de la Doctrina Cristiana destinado para la primera y segunda enseñanza. Compuesto y aumentado por Díaz de Baeza, Juan, Madrid: Sucesores de Hernando, 1910, 10ª ed.; 5ª ed. 1882; 7ª ed. 1887, 9ª ed. 1899; Elementos de Filosofía Moral y Fundamentos de Religión, Madrid : [s.n.], 1837; Ética elemental, Madrid: [s.n.], 1852:Imp. que fué de Operarios . 2ª ed. 1856; Fundamentos de religión: pruebas de la verdad de la religión natural y revelada, 1841; Programa de Religión y Moral con arreglo al plan de estudios vigente, Madrid: J. Boix, 1841;Programa de Religión y Moral que publica... Don Juan Díaz de Baeza Catedrático de dicha asignatura y Director del Instituto de San Isidro de Madrid, Madrid: 1851, Imp. que fué de Operarios; Programa de Religión y Moral, que en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 154 del Reglamento de Estudios de 1847, publicó 2ª ed, 1853; 3ª ed. 1856; 5ª ed. 1907; Resumen de la Gramática Castellana, Madrid: 1855, Imp. a cargo de D. Francisco del Castillo; Cuestión fundamental sobre la sucesión á la Corona de España, Madrid: N. Llovenci, 1839; Devocionario regio: para el uso de S.M.C. doña Isabel II, reina de España. 1846, [Madrid]: I. Boix, 1846; Sistema de Hacienda controvertido en España desde el año de 1809 hasta el de 1823: publicado con notas, Madrid: Llorenci, 1834-1835; Historia de la guerra de España contra el Emperador Napoleón, Madrid : I. Boix, 1843; Historia de las variaciones de las iglesias protestantes, Buenos Aires : Difusión, [1945]; El santo tribunal de la penitencia: instrucciones y doctrina para administrar dignamente este sacramento: con un tratadito ó método de ayudar á bienmorir, Madrid: 1832:Imp. de D. J. Palacios.» (CEIMES, Ciencia y Educación en los Institutos Madrileños de Enseñanza Secundaria 1837-1936: Cátedra de Filosofía, IES San Isidro. http://ceimes.cchs.csic.es/protagonistas/profesores_institutos/san_isidro/catedra_filosofia - copiado: 23 febrero 2022.)
★ Bibliografía de Juan Díaz de Baeza
1826 “Compendio de las Instituciones filosóficas de Guevara que publicó en el año de mil ochocientos veinte y seis.”
1828 «Compendium Institutionum Canonicarum Ilustrissimi D. D. Joannis Devoti, Episcopi ananiensis, a D. Joanne Díaz de Baeza, presbytero, dispositum.» “Un tomo en 8.° que se hallará de venta a 12 rs. en rústica en las librerías de la viuda de Paz, enfrente de las gradas de S. Felipe el Real, y de Quirós, calle de Atocha. Esta obra se ha hecho por el mismo autor de la Synopsis del Guevara para aprovechamiento de la juventud española.” (Gaceta de Madrid, jueves 20 de noviembre de 1828, pág. 560.)
1832 «El Santo Tribunal de la Penitencia. Instrucciones y doctrina para administrar dignamente este sacramento: con un tratado o método de ayudar a bien-morir. Obra escrita en italiano, publicada en Roma el año de 1828 por los Sacerdotes de la Pía Unión de San Pablo Apóstol, bajo los auspicios del Emmo. Sr. Cardenal Zurla, Vicario que fue de la Santidad de Pío VIII, y actualmente del Papa reinante. Traducida al castellano por D. Juan Díaz de Baeza. Presbítero. Imprenta de D. J. Palacios, calle del Factor, Madrid: Febrero, 1832.» 320 págs.
1833 «Obligaciones de los amos y de los criados, con un resumen de la Historia sagrada desde la Creación del mundo hasta nuestros días, para el uso e instrucción de los Criados. Escritas en francés por el Abad FLEURY, Prior de Argenteuil, y confesor del Rey de Francia. Traducidas al castellano por Don Juan Díaz de Baeza, Presbítero. Imprenta de D. J. Palacios, calle del Factor, Madrid: Mayo de 1833.» 288 págs.
1834 Diccionario analítico de economía política, escrito en francés por Ganilh y traducido al castellano por D. Juan Díaz de Baeza, Imprenta de D. Francisco Pascual, Madrid 1834.
1834 Sistema de Hacienda controvertido en España desde el año de 1809 hasta el de 1823, comprende lo sustancial que contienen en materia de hacienda los decretos, informes y memorias, con las discusiones de las Cortes en las dos épocas de su reunion en Cádiz y en Madrid, empezando por el decreto de la Junta Central de 7 de agosto de 1809, por el que se abolían las rentas provinciales, Imprenta de D. Norberto Llorenci, Madrid 1834-1835, 5 vols.
1834 «El triunfo de la Santa Sede y de la Iglesia, contra los ataques de los novadores, combatidos y rechazados con sus propias armas. Obra escrita en italiano por D. Mauro Cappellari, Monge Benedictino Camaldulense, en el día Gregorio XVI Sumo Pontífice, y traducida al castellano por Don Juan Díaz de Baeza, Presbítero, Familiar de su Santidad, su Notario y de la Silla Apostólica, &c. Imprenta de los Hijos de Doña Catalina Piñuela. Se halla en la librería de Pérez, calle de Carretas, frente a Correos. Madrid y diciembre 1834.» 502 págs.
1837 «Elementos del Derecho natural y de gentes, por J. Gottlieb Heineccio, traducidos del latín al castellano por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, catedrático interino de Filosofía Moral en los Estudios de S. Isidro de Madrid. Se hallará en la Librería de Razola, calle de la Concepción Gerónima, núm. 2, Madrid 1837.» 336 págs.
1837 «Elementos de Filosofía Moral, y Fundamentos de Religión. Por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Catedrático de estas dos asignaturas en los Estudios de S. Isidro, y en el Colegio de la calle del Duque de Alba, de Madrid. Librería de Razola, calle de la Concepción, Madrid 1837. Imprenta de los Herederos de don F. M. Dávila.» IX [iii-ix: “Prólogo”] + 167 págs.
1837 «Los Fundamentos de la Religión. Pruebas de la verdad de la religión cristiana católica, apostólica, romana. Por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de Filosofía moral y Fundamentos de Religión en los Estudios de San Isidro, y en el Colegio de la calle del Duque de Alba de Madrid. Con licencia y aprobación. Librería de Razola, calle de la Concepción Gerónima, Madrid 1837. Imprenta de los Herederos de D. F. M. Dávila.» 127 págs.
«Los Fundamentos de la Religión. Pruebas de la verdad de la Religión Cristiana, Católica, Apostólica, Romana. Por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Catedrático de Filosofía moral y Fundamentos de Religión en los Estudios de S. Isidro, y en el Colegio de la calle del Duque de Alba, de Madrid. Con licencia y aprobación. Librería de Razola, calle de la Concepción Gerónima, Madrid 1837. Imprenta de los Herederos de D. F. M. Dávila.» 122 págs.
1839 «Cuestión fundamental Sobre la Sucesión a la Corona de España. Colección de varios documentos que han circulado de algunos años a esta parte a favor de la agnación rigorosa, y contestación a las razones en que se apoyan sus autores, por el presbítero don Juan Díaz de Baeza, Catedrático interino de Filosofía moral en los Estudios de San Isidro de Madrid. Imprenta de don Norberto Llorenzi, Madrid 1839.» 4 páginas sin numerar [“Al lector”] + 398 + 2 págs. [Índice].
1841 Principios de filosofía moral, de William Paley, traducidos del inglés, modificados y adaptados al estudio de los españoles por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, con los Fundamentos de religión del mismo Baeza. I. Boix, Editor, Madrid 1841, XVI+334 págs.
1841 Fundamentos de Religión. Pruebas de la verdad de la religión natural y revelada, recopiladas por Juan Díaz de Baeza, I. Boix, Madrid 1841, VII + 159 págs.
1847 Fundamentos de Religión. Pruebas de la verdad de la religión natural y revelada, recopiladas por el presbítero Juan Díaz de Baeza, Segunda edición, Imprenta y librería de Ignacio Boix, Madrid 1847, 114 págs.
1846 «Principios de filosofía moral, escritos en inglés por William Paley. Modificados y adaptados al estudio de los Españoles por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, catedrático de Filosofía moral y Fundamentos de religión en el colegio de la calle del Duque de Alba de Madrid. Acompañan los fundamentos de religión, redactados por el mismo catedrático. Segunda edición. I. Boix, Editor, Impresor y librero, Calle de Carretas, núm. 27, Madrid 1846.» “Esta obra es propiedad de la casa de Don Ignacio Boix, Editor, en Madrid.” 240 + 114 págs.
1842 «Manual de Sacramentos. Exposición sencilla y acomodada a la comprensión del común de los fieles de la doctrina católica sobre los siete Sacramentos de la Iglesia de Dios, por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza. Edición adornada con ocho láminas finas. Imprenta de D. Ignacio Boix, editor. Madrid 1842.» “Esta obra es propiedad de su Editor D. Ignacio Boix, quien perseguirá ante la ley a cualquiera que la reimprima sin su permiso.” 207 págs.
1842 «Biblioteca de Educación. Manual de Lógica que contiene lo sustancial que en esta asignatura deben aprender los estudiantes del primer año de filosofía, por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de filosofía moral y fundamentos de religión en el colegio de la calle del Duque de Alba de Madrid. [Autores…] BOIX, editor. Imprenta y librería, calle de Carretas, núm. 8. Madrid 1842.» “Es propiedad de la casa de Don Ignacio Boix, del comercio de libros en esta Corte, y nadie podrá reimprimirla sin su consentimiento con arreglo a las leyes vigentes.” 296 págs.
1847 «Biblioteca de Educación. Manual de Lógica que contiene lo sustancial que en esta asignatura deben aprender los estudiantes del primer año de filosofía, por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de filosofía moral y fundamentos de religión en esta universidad. Segunda edición. BOIX, editor. Imprenta y librería, calle de Carretas, núm. 27. Madrid 1847.» “Es propiedad de la casa de Don Ignacio Boix, del comercio de libros en esta corte, y nadie podrá reimprimirla sin su consentimiento con arreglo a las leyes vigentes.” 296 págs.
1842 «Catecismo de la Doctrina cristiana, destinado para la enseñanza y uso de los alumnos del Colegio de Humanidades, sito en la plazuela del Duque de Alba de esta Corte, bajo la dirección de D. Francisco Serra. Compuesto por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Catedrático de Filosofía moral y Fundamentos de Religión en el referido Colegio. Se hallará en la portería del mismo Colegio. Con Licencia. Madrid: octubre de 1842. Imprenta de Fuentenebro.» 143 págs. [Licencia de D. Juan María Caldera, Madrid 9 de Agosto de 1842.]
1848 Catecismo de la Doctrina cristiana, destinado para la enseñanza y uso de los alumnos del colegio de primera clase... Segunda edición. Imprenta de la Sociedad de Operarios del mismo Arte, Madrid 1848, 95 págs. [Licencia de D. Juan Manuel Velasco, Madrid 17 de Febrero de 1848.]
1856 Catecismo de la Doctrina cristiana, destinado para la enseñanza y uso de los alumnos del colegio de primera clase... bajo la dirección de D. Francisco Serra. Cuarta edición, Imprenta a cargo de F. del Castillo, Madrid 1856, 112 págs.
1882 Catecismo de la Doctrina cristiana. Quinta edición, Lib. e Imp. de Gregorio Hernando, Madrid 1882.
1886 «Catecismo de la Doctrina cristiana destinado para la primera y segunda enseñanza, compuesto y aumentado por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, catedrático de Religión y Moral y director que fue del Instituto de San Isidro de esta capital. Está señalado por la superioridad para que sirva de texto en las escuelas de instrucción primaria, elemental y superior. Sexta edición. Librería de la Viuda de Hernando y C.ª, calle del Arenal, núm. 11, Madrid 1886.» 112 págs.
1887 «Catecismo de la Doctrina cristiana destinado para la primera y segunda enseñanza, compuesto y aumentado por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, catedrático de Religión y Moral y director que fue del Instituto de San Isidro de esta capital. Está señalado por la superioridad para que sirva de texto en las escuelas de instrucción primaria, elemental y superior. Séptima edición. Librería de la Viuda de Hernando y C.ª, calle del Arenal, núm. 11, Madrid 1887.» 112 págs.
1896 Catecismo de la Doctrina cristiana destinado para la enseñanza, octava edición, Imprenta de la Viuda de Hernando y Cª, Madrid 1896, 110 págs.
1899 Catecismo de la Doctrina cristiana compuesto y aumentado por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, novena edición, Hernando y Cª, Madrid 1899, 110 págs.
1910 Catecismo de la Doctrina cristiana destinado para la primera y segunda enseñanza, décima edición, Sucesores de Hernando, Madrid 1910, 110 págs.
1843 «Historia de la Guerra de España contra el Emperador Napoleón, por el Presbítero Don Juan Díaz de Baeza, ilustrada con grabados de madera intercalados en el texto. I. Boix, Editor, Calle de Carretas, núm. 8. MDCCCXLIII.» IV [“Prólogo”] + 477 págs.
2008 Historia de la Guerra de España contra el Emperador Napoleón, Congreso de los Diputados, Madrid 2008, IV+477 págs.
1843 «Manual de filosofía moral, en que está compendiada la obra que publicó en inglés William Paley, intitulada Principios de filosofía moral: por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, traductor de dicha obra y Fundamentos de Religión. Pruebas de la verdad de la religión natural y revelada, que redactó y acompañó a la obra de Paley el mismo traductor, y las preguntas ahora compendiadas. [Autores…] Imprenta de Omaña, Madrid 1843.» “Esta obra es propiedad de su editor don Ignacio Boix, quien perseguirá ante la ley a quien la reimprima.” 284 + 139 págs.
1844 Novísima Semana Santa, traducción del Oficio de la Semana Santa y de las misas de los tres días de Pascua de Resurrección, por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Librería de D. José García, Madrid 1844, 447 págs. + 16 h. laminas.
1855 Novísima Semana Santa en latín y castellano, Librería de José Cuesta, Madrid 1855, 574 págs.
1846 Oficio Parvo de la Santísima Virgen María, traducido al castellano por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza. José García, Madrid 1846, 175 págs.
1911 Oficio Parvo de la Santísima Virgen María, traducido al castellano por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, seguido del Devocionario de la Virgen para todos los días de la semana, Madrid 1911, 187 págs.
1846 Devocionario regio, para el uso de S. M. C. doña Isabel II, reina de España, I. Boix, Madrid 1846, 296 págs.
1850 «Programa de Religión y Moral, que cumpliendo con lo dispuesto en el art. 154 del Reglamento vigente de Estudios, publica el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de religión y moral y Director del Instituto de S. Isidro de Madrid; arreglándose estrictamente, según se manda en el art. 69 del mismo Reglamento, al Programa de dicha asignatura publicado últimamente por la Superioridad. Lo dedica el autor a S. M. la Reina madre Doña María Cristina de Borbón. Imprenta que fue de Operarios, a cargo de D. A. Cubas, calle del Factor, n. 9, Madrid 1850.» 515 págs.
1853 «Programa de Religión y Moral, que cumpliendo con lo dispuesto en el art. 154 del Reglamento vigente de Estudios de 1847, publicó el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de religión y moral, y Director del Instituto de San Isidro de Madrid; arreglándose estrictamente, según se mandaba en el art. 69 del mismo Reglamento, al Programa de dicha asignatura publicado por la Superioridad en Setiembre de 1850. Segunda edición. Imprenta que fue de Operarios, a cargo de Joaquín Muñoz, Madrid 1853.» 492 págs.
1856 «Programa de Religión y Moral, que cumpliendo con lo dispuesto en el art. 154 del Reglamento de Estudios de 1847, publicó el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Catedrático de religión y moral, y Director del Instituto de San Isidro de Madrid; arreglándose estrictamente, según se mandaba en el art. 69 del mismo Reglamento, al Programa de dicha asignatura publicado por la Superioridad en Setiembre de 1850. Tercera edición. Imprenta a cargo de Castillo, calle del Río, 6, Madrid, diciembre de 1856.» 480 págs.
1889 Programa de Religión y Moral…, cuarta edición, Librería de la Viuda de Hernando y C.ª, Madrid 1889, 563 págs.
1907 Programa de Religión y Moral, por D. Juan Díaz de Baeza, quinta edición, Sucesores de Hernando, Madrid 1907, 300 págs.
1852 Historia de las variaciones de las iglesias protestantes, escritas en francés por Monseñor Jacobo Benigno Bossuet, Obispo de Meaux, y traducidas al castellano por D. Juan Díaz de Baeza, Presbítero. Pablo Riera, Barcelona 1852, 2 tomos.
1860 «Historia de las variaciones de las iglesias protestantes, escritas en francés por Monseñor Jacobo Benigno Bossuet, obispo de Meaux, y traducidas al castellano por D. Juan Díaz de Baeza, Presbítero. Tomo I + Tomo II. Con aprobación del Ordinario. Librería Religiosa, Imprenta de Pablo riera, calle den Robador, núm. 24 y 26, Barcelona 1860.» 443 y 429 págs.
1852 «Ética elemental, por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de esta asignatura, y Rirector del Instituto de San Isidro de Madrid. Con licencia. Imprenta que fue de Operarios, a cargo de D. F. R. del Castillo, calle del Factor, número 9, Madrid 1852.» “Será perseguido ante la ley cualquiera que imprima esta obra sin el consentimiento de su propietario. Se vende en la portería del Colegio de primera clase, preparatorio para todas las carreras, sito en Madrid, plazuela del Duque de Alba, bajo la dirección de Don Francisco Serra.” III-XI [“Prólogo”] + 1-287 págs.
1856 «Ética elemental, por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de esta asignatura, y Director del Instituto de San Isidro de Madrid. Con licencia. Segunda edición. Imprenta a cargo de Castillo, Río, n. 4. Madrid, diciembre de 1856..» “Será perseguido ante la ley cualquiera que imprima la presente esta obra sin el consentimiento de su propietario. Se vende a 12 rs. cada ejemplar en la portería del Colegio de primera clase, preparatorio para todas las carreras, sito en Madrid, plazuela del Duque de Alba, bajo la dirección de D. Francisco Serra.” III-XI + 13-294 págs.
1852 El niño bien educado. Prontuario de buena educación de niños y jóvenes. Obra muy util para los padres de familia, y necesaria en los Colegios y demás casas de educación. Imprenta que fue de Operarios, a cargo de D. F. R. del Castillo, Madrid 1852.
1856 «El niño bien educado. Prontuario de buena educación de niños y jóvenes. Obra muy util para los padres de familia, y necesaria en los Colegios y demás clases de educación, por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Catedrático de Religión y Moral y Director del Instituto de San Isidro de Madrid. Imprenta a cargo de D. F. del Castillo, calle del Río, núm. 6, Madrid 1856.» X + 1-162 + 4 págs.
1854 «Elementos de Psicología y Lógica, por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, catedrático de esta asignatura, y de la de Elementos de Ética en el Instituto de San Isidro de Madrid, y Director del mismo. Imprenta del Boletín de Jurisprudencia, a cargo de Castillo, calle del Río, núm. 6. Madrid 1854.» I-V + 7-268 págs.
1855 Resumen de la gramática castellana para los niños de ambos sexos que empiezan a estudiarla, por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Imprenta a cargo de D. Francisco del Castillo, Madrid 1855, 60 págs.
★ Textos de Juan Díaz de Baeza en Filosofía en español
1837 «Elementos de Filosofía Moral, y Fundamentos de Religión. Por el presbítero D. Juan Díaz de Baeza, Catedrático de estas dos asignaturas en los Estudios de S. Isidro, y en el Colegio de la calle del Duque de Alba, de Madrid. Librería de Razola, calle de la Concepción, Madrid 1837. Imprenta de los Herederos de don F. M. Dávila.» IX [iii-ix: “Prólogo”] + 167 págs.
1837 «Los Fundamentos de la Religión. Pruebas de la verdad de la religión cristiana católica, apostólica, romana. Por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, Catedrático de Filosofía moral y Fundamentos de Religión en los Estudios de San Isidro, y en el Colegio de la calle del Duque de Alba de Madrid. Con licencia y aprobación. Librería de Razola, calle de la Concepción Gerónima, Madrid 1837. Imprenta de los Herederos de D. F. M. Dávila.» 127 págs.
1841 Principios de filosofía moral, de William Paley, traducidos del inglés, modificados y adaptados al estudio de los españoles por el presbítero Don Juan Díaz de Baeza, con los Fundamentos de religión del mismo Baeza. I. Boix, Editor, Madrid 1841, XVI+334 págs.
1841 «Fundamentos de Religión. Pruebas de la verdad de la religión natural y revelada, recopiladas por Juan Díaz de Baeza, I. Boix, Madrid 1841.» VII+159 págs.