Tomo primero ❦ Carta vigésimo tercera
En respuesta a una objeción musical
1. Muy señor mío: Si todos los que me favorecen con parabienes, cada vez que sale a luz nueva Obra mía, hiciesen lo que Vmd. esto es, mezclar con el elogio de lo que aprueban, la censura de lo que notan, viviría yo más satisfecho de mi mérito; porque la franqueza de la reconvención me aseguraría de la sinceridad de la alabanza. Así, puede Vmd. estar muy cierto, de que por este capítulo me es gratísima su Carta.
2. Y pasando al asunto de su reparo sobre la Cláusula Musical, estampada por vía de símil en el Discurso X, número 75 de mi séptimo Tomo, digo, que aunque es muy cierto cuanto Vmd. alega en su oposición, no por eso mi proposición, en el sentido en que yo la profiero, deja de ser verdadera; y sólo admitiré, respecto de ella, como justa, la nota de que es obscura: defecto nada frecuente en las sentencias alusivas, ya por el poco reparo que el Escritor pone en lo que toca por incidencia, ya por no desairar la Cláusula, haciéndola prolija; lo que muchas veces no se podría evitar, sin dejarla algo confusa.
3. El sentido, pues, de aquella proposición explicaré con dos advertencias. La primera, que en ella, para graduar la altura, o profundidad de las voces, no atendí al [194] orden de ellas en los Signos Musicales, sino al orden, que tienen en el Hexacordo, ut, re, mi, fa, sol, la, bajo cuya consideración, no tiene duda, que la voz más profunda es el ut, y la más alta el la. La segunda advertencia es, que en dicha proposición no tomé las expresiones de Fefaut, y Gesolreut, en razón de particulares signos, o como designantes de las particulares voces, que exprimen; sino como denominantes de las Claves correspondientes, digo de la Clave de Fefaut, y de la de Gesolreut.
4. Puestas estas dos advertencias, se viene a los ojos lo que quise decir, y la verdad con que lo dije; esto es, que el ut más bajo, es el ut del Hexacordo, que se canta por la Clave de Fefaut; y el la más alto es el la del Hexacordo, que se canta por la Clave de Gesolreut. Aquel ut, es grave; este la sobreagudo: con que no pueden menos de ser aquel ut, el ut más profundo, y este la, el la más alto.
5. Si como yo, al proferir aquella Cláusula, atendí a la división del sistema Músico en Hexacordos, que es la Guidoniana, tuviese presente la de los modernos en Heptacordos; como en el Heptacordo, el punto más alto no es La, sino el Si, la formaría de estotro modo: Ya la Solfa, que empezó por el ut de Fefaut, que es el más profundo, montó al Si de Gesolreut, que es el más alto.
6. Verdaderamente yo admiro, que viéndome proferir La de Gesolreut, no se percibiese luego, que no tomaba esta voz como signo, sino como denominante de Clave; porque no habiendo en el signo de Gesolreut La, parece imposible que yo cayese en la equivocación, que se me atribuye. Y punto menos monstruosa, por no decir quimérica, sería la equivocación de graduar la voz de Fefaut, por la más baja, en el orden de los signos, siendo la más alta.
7. Si yo hubiera atendido al orden de los signos en la mano, sin acordarme de Claves, hubiera escrito el símil de este modo: Ya la Solfa que empezó por el Ut, de Gesolreut grave; y es el más profundo, montó al La de Elami sobreagudo, [195] que es el más alto; entendiendo siempre esta mayor altura, no absolutamente, sino respectivamente al La; porque en efecto, aquel La es el más alto de los tres, que hay en la Escala Musical.
8. Ve aquí Vmd. cómo ambos tenemos razón, tomando mi proposición en diferentes sentidos. Vmd. en el suyo dice bien, que en todas sus partes es falsa; y yo en el mío aseguro, que en todas sus partes es verdadera. Sólo podrá acusarme Vmd. de que no me expliqué con claridad, y yo lo concederé sin embarazo, alegando por excusa, lo que arriba dejo dicho. Soy de Vmd. cuya vida guarde Dios muchos años, &c.