Filosofía en español 
Filosofía en español


Tomo tercero

Aprobación
del M. R. P. M. Fr. Gregorio Moreiras, del Gremio y Claustro de la Universidad de Oviedo, y su Catedrático de Santo Tomás, Abad del Real Colegio de San Vicente de dicha Ciudad, y Examinador Sinodal de su Obispado, &c.

De orden de nuestro Rmo. P. M. Fr. Iñigo Ferreras, General de la Congregación de San Benito de España, Inglaterra, &c. he visto, y examinado el Tercer Tomo de Cartas Eruditas, y Curiosas, que pretende dar a luz pública su Autor el Rmo. P. M. Don Benito Jerónimo Feijoo, Maestro General de nuestra Sagrada Religión, del Consejo de su Majestad, &c. Y ciñéndome a la precisa cualidad de Censor, digo, que no encuentro en esta Obra un ápice, que desdiga, o de la pureza de nuestra Santa Fe, o de la integridad de las buenas costumbres. Digo, que me ciño a la precisa cualidad del Censor; porque, aunque en España reina la práctica de introducirse los Censores de los Libros a Panegiristas de los Autores, juzgo no debo seguirla en el caso presente. A la verdad, aquella práctica, en la extensión que se le ha dado, me parece no poco abusiva: porque cómo se puede negar, que tiene mucha disonancia, y aun mucha ridiculez, lo que vemos cada día celebrar con elogios amplísimos a Autores, que ni por la calidad, ni la cantidad de sus Escritos tienen mérito para una mediana aceptación? Si son creídos todos los Aprobantes de Libros, se hallará, que nuestra Nación produce más Escritores insignes en cuatro, o seis años, que la Grecia, [XXXVI] Gentílica, y Cristiana en cuatro, o seis de sus mejores siglos. Y muchos, o los más de esos insignes Escritores, dentro de otros cuatro, o seis años paran en las Especierías, u Oficinas de Coheteros: Et sunt quorum non est memoria, perierunt quasi qui non fuerint, & nati sunt quasi non nati.

Mas sea lo que fuere de esto, en el caso presente una razón diametralmente opuesta me disuade hacer el Panegírico del Autor de esta nueva Obra, que es ser su mérito, sobre tan eminente, tan conocido de todo el Mundo. Si es prodigalidad tributar elogios a quien no los merece, también es superfluidad derramarlos en obsequio de un hombre, que recibe este agradable incienso de todas las Naciones sabias del Orbe. Por esta razón, reducido, como dije arriba, a los límites de mero Censor, me ratifico en que la doctrina de este Libro en nada desdice de la pureza de la Fe, y notoria religiosidad de su Autor. Así lo siento. En este Real Colegio de San Vicente de Oviedo a 3 de Junio de 1750.

Fr. Gregorio Moreiras


{Feijoo, Cartas eruditas y curiosas, tomo tercero (1750). Texto según la edición de Madrid 1774 (en la Imprenta Real de la Gazeta, a costa de la Real Compañía de Impresores y Libreros), tomo tercero (nueva impresión), páginas XXXV-XXXVI.}