Obras de Aristóteles Metafísica 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Patricio de Azcárate

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Metafísica · libro octavo · Η · 1042a-1045b

VI
Causas de la forma sustancial

Hemos indicado una dificultad relativamente a las definiciones y a los números{341}. ¿Cuál es la causa de la unidad? Porque la unidad de lo que tiene muchas partes, cuya reunión no es una [249] especie de montón, y cuyo conjunto es algo independiente de las partes, tiene indudablemente una causa.

La causa de la unidad de los cuerpos es, según unos, el contacto; según otros, la viscosidad o cualquiera otra modificación de este género{342}. En cuanto a la definición, es un discurso que es uno, no a la manera de la Ilíada a causa del encadenamiento, sino mediante la unidad del ser definido. ¿Qué es lo que constituye la unidad del hombre, y por qué es uno y no múltiple, animal y bípedo, por ejemplo, sobre todo si hay, como algunos pretenden, un animal en sí y un bípedo en sí? ¿Por qué el hombre en sí no será lo uno y lo otro, existiendo los hombres a causa de su participación, no es un solo ser, el hombre en sí, sino con dos seres en sí, el animal y el bípedo? En la hipótesis en que hablamos{343}, el hombre no puede absolutamente ser uno; es varios, animal y bípedo. Se ve, por tanto, que con esta manera de definir las cosas y de tratar la cuestión, es imposible mostrar la causa y resolver la dificultad. Pero si hay, según nuestra opinión, de una parte la materia, de otra la forma, de una el ser en potencia, de otra el ser en acto, tenemos, al parecer, la solución que buscábamos.

Si se da el nombre de vestido al cilindro de bronce, no ofrecería embarazo la dificultad. Entonces la palabra vestido representaría lo que contiene la definición. Sería preciso indagar cuál es la causa de la unidad del ser, del cilindro y del metal, cuestión que se resuelve por sí misma: el uno es la materia, el otro la forma. ¿Cuál es, pues, independiente del agente, la causa que hace pasar de la potencia al acto los seres respecto de los que tiene lugar la producción? No hay otra que la que hemos dicho, que haga que la esfera en potencia sea una esfera en acto: de la esfera, como del hombre, lo es la esencia individual.

Hay dos clases de materia, la materia inteligible y la sensible; y en toda definición, en ésta, por ejemplo, el círculo es una figura plana, hay la materia de una parte, el acto de la otra. En cuanto a las cosas que no tienen materia, ni inteligible ni sensible, cada una de ellas es una unidad inmediata, una unidad pura y simple, y cada una pertenece al ser propiamente dicho. Tales son la esencia, la cualidad, la [250] cuantidad, &c.{344} Por esta razón no entran en las definiciones ni el ser ni la unidad. La forma sustancial es igualmente una unidad pura y simple, un ser propiamente dicho. Para estas cosas no hay ninguna causa extraña que constituya su unidad ni su ser; cada una de ellas es por sí misma un ser y una unidad, no porque el ser y la unidad tengan un género común ni porque tengan una existencia independiente de los seres particulares.

Hay algunos que, para resolver esta cuestión de la unidad, admiten la participación{345}; pero no saben, ni cuál es la causa de la participación, ni lo que es participar. Según otros, lo que forma la unidad es el enlace con el alma: la ciencia, dice Licofrón{346} es el enlace del saber con el alma. Otros, en fin, dicen, que la vida es la reunión, el encadenamiento del alma con el cuerpo. Lo mismo puede decirse de todas las cosas. La salud será en este caso el enlace, el encadenamiento, la reunión del alma con la salud; el triángulo de metal, la reunión del metal y del triángulo; lo blanco, la reunión de la superficie y de la blancura.

La indagación de la causa es la que produce la unidad de la potencia y del acto, y el examen de su diferencia es lo que ha dado origen a estas opiniones. Ya lo hemos dicho; la materia inmediata y la forma son una sola y misma cosa, sólo que la una es el ser en potencia, y la otra el ser en acto. Indagar cúal es la causa de la unidad, e indagar la de la forma sustancial de la unidad, es indagar lo mismo. Porque cada unidad individual, sea unidad en potencia, sea unidad en acto, es, bajo este punto de vista, la unidad. No hay otra causa de unidad que el motor que hace pasar los seres de la potencia al acto. En cuanto a los seres que no tienen materia, no son todos ellos más que pura y simplemente seres.

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{341} Véase más adelante, cap. III de este libro.

{342} Véase lib. V, 6.

{343} En la teoría de las ideas.

{344} Todas las categorías. Véase en el lib. V los capítulos relativos a la unidad y al ser.

{345} Los partidarios de la teoría de las ideas.

{346} Los comentaristas llaman a este personaje, Licofrón el sofista: nos es perfectamente desconocido. Ha debido de ser posterior a Licofrón, hijo de Periandro y anterior al poeta llamado σκοτεινóς, el oscuro, que compuso, bajo el reinado de Tolomeo Filadelfo, el poema de la profecía de Casandra; fue probablemente algún contemporáneo de Gorgias, de Protágoras, o uno de los discípulos inmediatos de éstos.


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  Patricio de Azcárate · Obras de Aristóteles
Madrid 1875, tomo 10, páginas 248-250