Juan IX

Papa (…, I, 898-…, I, 900); nacido en Tívoli. Abad benedictino, fue elevado al solio pontificio con ayuda de Lamberto de Espoleto. En esta época se habían producido fuertes luchas por la posesión de la sede romana, y al emperador le fue preciso desalojar de ella al obispo Sergio (el posterior Sergio III) para adjudicársela a Juan. Este Papa fue partidario de Formoso, y, con objeto de rehabilitar su memoria, reunió dos Sínodos en Roma y uno en Ravena; logró llevar la paz a Roma y a Constantinopla, y trató de conseguirla también en la Moravia. En uno de los Sínodos romanos, Lamberto fue reconocido como emperador y al propio tiempo declarada nula la coronación imperial de Arnulfo; asimismo se declararon nulas las disposiciones del Sínodo de Esteban VI contra Formoso y las consagraciones por aquél efectuadas. No obstante, su disposición respecto a la elección papal, según la cual el Papa elegido por los obispos y el clero debía ser consagrado en presencia de los embajadores imperiales, como ya había sido previsto en la Constitutio de Lotario I del 824, no llegó a alcanzar ninguna significación práctica.