[ María Balbín (1877-1961) ]
Vida social
Se encuentra veraneando en la Isla el inspector jefe de Primera enseñanza, de Madrid, el que antes lo fue de Oviedo, don Francisco Carrillo.
Le acompaña su distinguida y bondadosísima señora. Allí consagran sus ocios a laborar en pro de la Escuela rural, por la que sienten ambos verdadera predileccion.
Nuestra brillante colaboradora doña María Balbín, maestra nacional, nos envía el siguiente soneto, dedicado a este propósito a la señora doña Lorenza Koehler de Carrillo:
Es la Atalaya una casita hermosa,
que en el espejo de la mar salada,
cerca, muy cerca de mi tierra amada,
ve reflejarse su figura airosa.
Como un estuche, guarda primorosa,
por los encantos le la paz velada
la “joya” de Carrillo más preciada,
la esposa amante, noble y generosa.
Y también guarda la casita aquella
para ser de la Escuela Fe y Consuelo,
la que sembrando bienes en el suelo,
y dejando, a su paso, dulce huella,
siempre a mi alma se presenta bella,
poniendo a los maestros en el cielo.