Filosofía en español 
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Palabras en el homenaje a Antonio Machado y Manuel Machado


27 de noviembre de 1929a
La Nación (Madrid), 28 de noviembre de 1929

 
[ 44a ]
 

En Fontalba, en el Ritz

El homenaje a los hermanos Machado

[…] Fiesta de cordialidad porque, como dijo muy bien José Antonio Primo de Rivera, en un bellísimo discurso, interrumpido innmerables veces con grandes ovaciones, se trataba de un homenaje a dos intelectuales henchidos de emoción humana, receptores y emisiones de la gracia, la alegría y la tristeza populares. Sentado, estilo de intelectuales que contrastó con el intelectual hospitalario y frío, encerrado en su torre de marfil, ajeno, insensible a las vibraciones del verdadero pueblo.

No estaría de más subrayar que el homenaje era a los poetas, sí; pero también a los dramaturgos. Hay que acabar de una vez con esa crítica miope –y tanto o más convencional cuando más libre de prejuicios quiere aparecer–, que cada vez estrenan los Machado sólo deduce el triunfo de los poetas. No. El público que ovaciona a los Machado es público de teatro, y lex rinde el tributo de su admiración porque son los dramaturgos, los constructores dramáticos quienes le emocionan y le encantan. Que son dos grandes poetas, lo sabemos todos hace muchos [años] atrás.

Lo más selecto de ese público les demostró anoche su admiración y su afecto enternecido. Hay escritores a quienes sólo se puede admirar. A otros, como Manuel y Antonio Machado, se les admira y se les ama.

[…]

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ABC (Madrid), 28 de noviembre de 1929

 
[ 44b ]
 

homenaje a los hermanos Machado

[…]

Ofreció el homenaje D. José Antonio Primo de Rivera, con palabras de cálido elogio para la obra de los esclarecidos poetas, y leyó numerosas adhesiones, entre ellas una muy cordial de Lola Membrives, que no pudo asistir al acto, por encontrarse enferma desde hace algunos días.

[…]


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a  Con motivo del éxito alcanzado por ambos autores con su obra La Lola se va a los puertos, en el Teatro Español de Madrid se celebró una función de homenaje en la que se representó Juanillo Valcárcel, completándose la velada con la intervención de poetas como Eduardo Marquina, Cristóbal de Castro, Luis Fernández Ardavín, el duque de Amaldi y Ángel Lázaro. También se celebró en el Teatro Fontalba una representación extraordinaria de La Lola se va a los puertos, tras el que tuvo lugar en el salón de fiestas del Hotel Ritz –con la presencia del general Primo de Rivera– un homenaje de carácter íntimo en el que intervinieron artistas del flamenco como Ortega, Montoya, Rovira y Guerrita. Fue en este último acto en el que intervino José Antonio. Según el anterior recopilador, una intervención similar tuvo lugar en mayo de 1935, al adherirse José Antonio al homenaje brindado a Gustavo Adolfo Bécquer en el Centro Andaluz de Madrid; sin embargo, no recogió el texto.