Parte segunda ❦ Edad media
Libro II
Apéndice V
Los doce sabios y su libro de la nobleza y lealtad
Como prueba del gusto literario de aquel tiempo, de lo que alcanzaban en la ciencia de la política y del gobierno los que entonces se llamaban sabios, y también como muestra del lenguaje y estilo que se tenía por culto, damos a continuación algunos fragmentos del libro de la Nobleza y Lealtad compuesto por los doce sabios que formaban el consejo de San Fernando.
Capítulo I
De las cosas que los sabios dicen è declaran de la Lealtanza.
Comenzaron sus dichos estos sabios, de los quales eran algunos dellos grandes filósofos, è otros dellos de santa vida. Et dixo el primero sabio dellos: Lealtanza es muro firme, e ensalzamiento de ganancia. El segundo sabio dixo: Lealtanza es morada para siempre, e fermosa nombradía. El tercero sabio dixo: Lealtanza es árbol fuerte, è que las ramas dan en el cielo, è las raices en los abismos. El quarto sabio dixo: Lealtanza es prado fermoso, è verdura sin sequedad. El quinto sabio dixo: Lealtanza es espacio del corazon, è nobleza de voluntat. El sexto sabio dixo: Lealtanza es vida segura, è muerte onrrada. El seteno sabio dixo: Lealtanza es vergel de los sabios, è sepultura de los malos. El octavo sabio dixo: Lealtanza es madre de las vertudes, è fortaleza non corrompida. El noveno sabio dixo: Lealtanza es fermosa armadura, è alegría de corazon, è consolación de pobreza. El décimo sabio dixo: Lealtanza es sennora de las conquistas, è madre de los secredos, è conformación de buenos juicios. El onceno sabio dixo: Lealtanza es camino de paraiso, è via de los nobles, è espejo de la fidalguía: El doceno sabio dixo: Lealtanza es movimiento spiritual, loor mundanal, arca de durable tesoro, apuramiento de nobleza, raiz de bondat destruimiento de maldat, perficion de seso, juicio fermoso, secredo limpio, vergel de muchas flores, libro de todas sciencias, cámara de cavalleria.
Capítulo II
De lo que los sabios dicen de la Cobdicia.
Desque ovieron fablado de Lealtanza, dixeron de Cobdicia. Et dixo el primero sabio: Cobdicia es cosa infernal, morada de avaricia, cimiento de soberbia, árbol de luxuria, movimiento de invidia. El segundo sabio dixo: Cobdicia es sepultura de vertudes, pensamiento de vanidad. El tercero sabio dixo: Cobdicia es camino de dolor, è sementera de arenal. El quarto sabio dixo: Cobdicia es apartamiento de placer, è vasca de corazon. El quinto sabio dixo: Cobdicia es camino de dolor, es árbol sin fruto, è casa sin cimiento. El sexto sabio dixo: Cobdicia es dolencia sin melecina. El seteno sabio dixo: Cobdicia es voluntat non saciable, pozo de abismo. El octavo sabio dixo: Cobdicia es fallescimiento de seso, juicio corrompido, è rama seca. El noveno sabio dixo: Cobdicia es fuente sin agua, è río sin vado. El décimo sabio dixo: Cobdicia es compannia del diablo, è raiz de todas maldades. El onceno sabio dixo: Cobdicia es camino de desesperacion, è cercanía de la muerte. El dozeno sabio dixo: Cobdicia es sennoría flaca, placer con pesar, vida con muerte, amor sin Desperanza, espejo sin lumbre, fuego de pajas, cama de tristeza, rebatamiento de voluntat, deseo prolongado, aborrecimiento de los sabios.
Capítulo III
Que el rey o regidor del reyno debe seér de la sangre real.
Primeramente dixeron estos sabios, que fuese de sangre real: por cuanto non seria cosa complidera nin razonable que el menor rigiese al mayor, nin el siervo al sennor. Et mas razon es quel grado dependa de la persona, que la persona del grado. Et cualquier que ha de regir reyno, requiere a su sennoría que sea de mayor linage, è de mayor estado que los que han de ser por él, regidos porque à cada uno non sea grave de rescebir pena o galardon por el bien o mal que feciere, è non aya à menguar los subditos à su regidor de seer regidos, è castigados por él, nin de yr so su voluntat quando cumpliere ………
Capítulo XIV
Que el rey debe seer amigo de los buenos, è leales, è verdaderos que andan è siguen carrera derecha.
Amigo debe seer el rey, ò principe, ò regidor de reyno de los buenos, è leales, è verdaderos, que andan è siguen carrera derecha, è lo aman de dentro, è de fuera, è detrás, è delanle, acerca, è alexos por su provecho, è su dapno, que el amigo que es por solo su provecho non usa de amistanza, mas de mercaduría, è aborrescible. Et otrosí debe seer amigo de sus buenos servidores, è de aquellos que vé que le sirven, è aman à todo su poder, e amarlos, è preciarlos, è facerles bien por ello, que el amor le dará à conoscer à los que le fablan verdad ò arte; è mire bien el gesto ò la scriptura, ò obra del obrador, ò decidor, ò esquinidor. Et de cada uno la obra, ò decir, ò scriptura dará testimonio, ò será mal conocedor el que lo viere: que muchos fablan al sennor à su voluntat por le complacer, è lisonjear, negándole la verdat, lo cual es manifiesto yerro, ca à su sennor debe ome decir la verdat claramiente, è abiertamiente le mostrar los fechos, aunque sea contra sí mesmo, que nunca le traerá grand dapno, que si el sennor fuere discreto, è sabio, por ende será mas su amigo, è tenerlo há dende en adelante, è non espera dél traicion nin mal. Et al que su sennor encubre la verdat, non dudará de le seer traidor ò malo quando le viniere à caso, è este tal non debe seer dicho amigo, mas propio enemigo: que sobre la verdat es asentado nuestro señor Dios, è todo rey o príncipe debe amar los verdaderos, è seer su amigo, è les facer muchas mercedes ………
Capítulo XXII
De como el rey debe seer gracioso, è palanciano, è de buena palabra à los que à él vinieren.
Sennor, cumple que seas gracioso, è palanciano, è con buena palabra, è gesto alegre rescibas à los que ante ti vinieren, è faz gasajado à los buenos, è à los comunales, que mucho trae la voluntat de las gentes el buen rescibimiento, è la buena razon del sennor: è à las veces vale mas que muchos haberes.
Capítulo XXIII
Que fabla de los cobdiciosos mozos è viejos, è que perseveran en otras malas dotrinas.
A los que vieres que son mucho cobdiciosos mozos è viejos, è perseveraren en otras malas dotrinas, non los esperes emendar, è fulle dellos, è de su conversación, è non tomes su consejo, è non fies dellos por ricos que sean, que mas ayna cometerán yerro ò traicion con la desordenada cobdicia, que otros que no tengan nada ………
Capítulo XXVI
De como el rey debe primeramiente conquistar è ordenar lo suyo, è asennorearse dello.
Sennor conquistador, si quieres ganar otras tierras, ò comarcas, è las conquistar tu deseo, es amochiguar la ley de Dios, è le seguir, è facer placer, è dexar al mundo alguna buena memoria è nombradía. Primeramiente conquista, è sojuzga, è ordena lo tuyo, è asennórate dello, è sojuzga los altos, è poderosos, è la tu voz empavoresca el tu pueblo, è sea el tu nombre temido, è con esto empavorescerán los tus enemigos, è la meitad de tu conquista tienes fecha, è tu entencion ayna se acabará: que si tú bien non corriges è sojuzgas lo tuyo, como sojuzgarás aquello en que non has poder; è non te terbia provecho lo que conquistases, è muy ligero peresceria eso, è lo al; que fallarás que de los que conquistaron mucho, asi Alexandre como todos los otros, mas conquistó su voz, è su temor, que los golpes de sus espadas.
Capítulo XXVII
De como el rey debe primeramiente catar los fines de sus guerras, è ordenar bien sus fechos.
Otrosi, tu conquistador, que deseas facer todo bien, è traer muchas tierras, è provincias à la fe de Dios, los comienzos ligeros los tienes, mas cumple de catar bien los fines, è ordenar bien tus fechos en manera que seas onrrado, è tu fecho, è sennoria vaya adelante, è prevalesca, è non te sea necesario la variedat en tus fechos, nin queden en medio de la carrera, como quedan de muchos, que non ordenan su facienda, è peresce por mala ordenanza, de que habemos enxemplo en muchas cosas pasadas. Et de si, para tu bien guerrear cumplete primeramiente ser amado è temido de los tus vasallos, è de los tuyos: è debes pensar que es la conquista que tomas, è las maneras, è provechos que tienes para ello, è las gentes, è el tiempo, è las cosas que te pueden embargar. Et si non vieres la tuya, espera tiempo, è sazón, è ordena de te guisar, porque tus fechos vayan adelante; que buena es la tardanza, que face la carrera segura: è para el tiempo que conocieres ser bueno, è complidero, sigue esta ordenación, è vertud mas ayna à tu perficion, dar entencion que nos bien veamos el tu santo deseo, è querríamos que oviésemos buena fin. Et por ende primeramiente ante de todas las cosas pon tus fechos en Dios, è en la su gloriosa Madre, e encomiéndate à él, que à él se debe la paz de la tierra, è todos los malos sojuzga, è él es sennor de las batallas, è siempre crescerá tu nombre, è tu estado irá adelante en todos tiempos. Et lo segundo ordena toda la tierra, è sennorío à toda buena ordenanza, è josticia: è faz subjetos los fuertes è los flacos à la razon, e de como todos deben usar segun ante desto te diximos. Et lo tercero tu entencion sea mas de acrecer la ley de Dios, que non por aver las glorias mundanales, porque avrás mas ayna perficion de todo ………
Capítulo XXXV
En que el rey ordene porque el sueldo sea bien pagado à sus compañas.
Otro sí: ordena tu facienda en guisa, que el sueldo sea bien pagado à las tus compañas, è ante lieva diez bien pagados, que veinte mal pagados: que mas farás con ellos. E defiende, è manda que non sean osados de tomar ninguna cosa en los lugares por do pasaren, sin grado de sus dueños, dandogelo por sus dineros: è cualquier que lo tomase, que haya pena corporal è pecunial. Et en el primero sea puesto tal escarmiento, porque otros non se atrevan: è con esto la tierra no encarecerá, è todo andará llano, è bien, à servicio de Dios, è tuyo: è de otra guisa todo se robará, è la tierra perescería, que la buena ordenanza trae seguranza, è durabledat en los fechos.
Capítulo XXXVI
Que el rey non desprecie el consejo de los simples.
Non desprecies el consejo de los simples, è sobre grand cosa, ò que se requiera juicio. Ayunta à los grandes, è pequeños, è ternás en que escoger; que muchas veces embia Dios sus gracias en personas que non se podria pensar: è los consejos son en gracia de Dios, è non leyen scripturas, aunque el fundamento de cada cosa sea buena razon tan ayna, è mas es dotada à los simples, como à los letrados, à los chicos como à los poderosos. Et rescibe todos los dichos de los que vinieren à ti, que mientra que mas se echan en el saco, mas se finche.
Capítulo XXXVII
Que el rey faga mucha onrra à los buenos.
Faz mucha onrra à los buenos, que primeramente probares; que muchas veces suena en el pueblo el contrario de la verdat: è mientra pudieres, non olvides à los tuyos en los ayudar, è bien facer, è en les dar de tus oficios: è en esto farás dos tesoros, el uno de gent, è el otro de dinero ………
Capítulo XLI
Que el rey non mande facer justicia en el tiempo de la su saña.
Non mandes facer justicia en el tiempo de tu saña, è mas templado que arrebatoso sea tu juicio: que en las cosas fechas queda arrepentimiento, è non lugar.
Capítulo XLII
Que el rey no se arrebate à facer ninyun fecho fasta que lo piense.
Non te arrebates à facer ningun fecho fasta que primeramente lo pienses; salvo cuando viéres tus enemigos delante ty, que aqui non ay que pensar, salvo ferir, reciamente, è pasar adelante.
Capítulo XLIII
Que el rey mas sea temida la su voz por pena que por sangre.
Mas por pena que por sangre sea temida la tu voz, è el tu nombre, que la muerte desespera, è pone grand miedo en los corazones, è et cruel enemistad: como quier que à las veces la sangre trae seguranza de pueblo, è es corregimiento de los malos, que mejor es cortar el mal árbol, que dexarlo crecer en ramas: que dixo el filósofo Cesario: del mal árbol nin rama nin foja.
Capítulo XLIV
Que el pueblo non entienda en el rey covardia alguna, nin temor.
Non entienda en tí el pueblo covardia nin temor, è la tu voz sea fortaleza, è esfuerzo à los tuyos: è al que vieres bien facer muchas veces, non le dexes comenzar locura, nin obra, que por bien que faga, non saque fruto: como muchas veces vinos morir muchos buenos por desordenanza, è por cometer fechos vanos.
Capítulo LIV
Que el Rey el su sí, sea sí: è el su non sea non.
Sennor el tu si, sea si: è el tu non, sea non, que muy gran vertud es al Príncipe, ò à otro cualquier ome ser verdadero, grand seguranza de sus vasallos, è de sus cosas.
Capítulo LV
Que el rey non tarde los fechos sobre lo que oviere avido determinación o consejo.
Non tardes los fechos que ovieres avido determinación, è consejo, que muchas veces queda caido el consejo bueno por fallescimiento del tiempo.
Capítulo LVI
Que el rey no crea à los lobos que andan en vestiduras de ovejas.
Non creas à los lobos que andan con vestiduras de ovejas, de que los vieres seguir la corte, como los bollicios mundanales à que se renuevan, è el obrar della non sea salvamiento de sus almas, que à cada uno es dotado su oficio: al religioso su ermita: è al caballero las armas, è asi por consiguientes à todos los otros.
Capítulo LVII
Que el rey non espere de facer amigo del que se face su enemigo sin causa.
Non esperes facer amigo del que se face tu enemigo sin causa, è por desordenada voluntat, nin esperes enmienda del que te errare muchas veces.
Capítulo LVIII
Que el rey debe apartar de si los necios, è omes sin descricion.
Fuye de los necios, è de los omes sin descricion, que peor es el necio que el traidor, è mas tardinero en él enmienda.
Capítulo LIX
Que el rey no consienta en su tiempo seer forzadores los poderosos.
Non des lugar à los malos, nin consientas en el tu tiempo seer forzadores los poderosos, è abaxa los soberbios à todo tu poder.
Capítulo LX
Que el rey quando viere crecer el daño, non espere el tiempo de la venganza.
Quando vieres crecer el daño, non esperes el tiempo de la venganza; que muchas veces queda la mancilla, è non el lugar.
Capítulo LXI
Que el rey non crea de ligero, è que por el yerro non olvide el servicio.
Non creas de ligero, nyn por el primero yerro olvides el servicio; que à las veces la venganza del yerro face mejor servidor.
Capítulo LXII
Que el rey non apodere en las fortalezas à los poderosos.
Non apoderes en las fortalezas à los poderosos, è sojuzgarlos has cuando quisieres; que muchas veces la causa desordena la voluntat.
Capítulo LXIII
Que cuando el rey se viere en mayor poderío, que entonces sea su mayor humildat.
Quando te vieres en mayor poderio entonce sea en tí mayor humildat, como Dios ensalza los humildes, è abaxa los soberbios.
Capítulo LXIV
Que el rey non sea perezoso, quando toviere cerca la fortuna.
Non seas perezoso mientra tovieres cercana la fortuna, si non la remembranza de lo que podrias facer, si la dexases te seria cruel pena, è lo que así se pierde, tarde, ò nunca se cobra.
Capítulo LXV
Que el rey en los grandes fechos, è peligros non fie su consejo sino en los suyos.
Como quier que tu demandes à muchos consejo por escoger, e tomar lo mejor, lo que tu voluntat te determinare en los grandes fechos, è peligros seate seso ascondido, que lo non fies salvo de aquellos que son tuyos verdaderamente, que muchos ay que jugan al escoger.