Vida y obra de Menéndez Pelayo, Temas españoles 12, Madrid 1952Luchas en la zona roja, Temas españoles 50, Madrid 1953La proyección cultural de España, Temas españoles 102, Madrid 1954XXV Años de Paz, Temas españoles 417, Madrid 1961El Bachillerato radiofónico, Temas españoles 444, Madrid 1963El tráfico en España, Temas españoles 497, Madrid 1969

Colección «Temas Españoles»

Colección de folletos oficiales publicados entre 1952 y 1978 formada por 548 entregas, la mayor parte de las cuales aparecieron en la década del cincuenta, época en la que alcanzó su máxima difusión y podía comprarse en todos los quioscos de España. Constituye un curioso conjunto documental del que ofrecemos algunos de los textos que tienen mayor interés ideológico:

  10  Excombatientes · 1952
  12  Vida y obra de Menéndez Pelayo · Juan González · 1952
  26  Donoso Cortés · Santiago Galindo Herrero · 1953
  37  Víctor Pradera · Carlos Guinea Suárez · 1953
  83  El Marqués de Comillas · Berta Pensado · 1954
  90  Raimundo Lulio · Francisco Ferrari Billoch · 1954
102  Proyección cultural de España · Alvar Fañez · 1954
133  Balmes · Domingo Manfredi Cano · 1954
169  García Morente · Luis Aguirre Prado · 1955
208  La mística · Berta Pensado · 1955
215  Revistas culturales de postguerra · Florentino Pérez · 1956
224  El indio, en el régimen español · Carlos Eguia · 1956
235  La ciencia hispano-árabe · Margarita Bernis · 1956
241  Jovellanos · Luis Aguirre Prado · 1956

 
Colección Temas Españoles
por años · por autores

La colección Temas españoles fue impulsada y editada por Publicaciones Españolas, uno de los instrumentos al servicio de la propaganda del Estado tras la guerra civil. Comenzó a publicarse en 1952, fruto temprano del nuevo Ministerio de Información y Turismo surgido de la reorganización del gobierno llevada a cabo por el general Franco el 18 de julio de 1951. Entre 1951 y 1962 ocupó esa cartera el ministro Gabriel Arias-Salgado y de Cubas (1904-1962), y en esos años se publicó la mayor parte de la colección (en 1962 alcanzaba los 425 títulos, aunque en 1957 ya contaba con 349 números y sólo en 1956 aparecieron 75 entregas). La colección fue mantenida por los sucesivos ministros de Información y Turismo: Manuel Fraga Iribarne (10 julio 1962-29 octubre 1969), Alfredo Sánchez Bella (29 octubre 1969-11 junio 1973), Fernando de Liñán y Zofio (11 junio 1973-3 enero 1974), Pío Cabanillas Gallas (3 enero 1974-29 octubre 1974) y León Herrera Esteban (29 octubre 1974-12 diciembre 1975)... pero de forma cada vez más «clandestina» y prácticamente ignorada por el público: languideció durante el tardofranquismo y desapareció poco antes de que entrase en vigor la Constitución de 1978.

Publicaciones Españolas, dentro de la organización del Ministerio de Información y Turismo, no dependía ni de la Dirección General de Prensa (Juan Aparicio López), ni de la D. G. de Radiodifusión (Jesús Suevos Fernández), ni de la D. G. de Cinematografía y Teatro (Joaquín Argamasilla de la Cerda), ni de la D. G. de Turismo (Mariano Urzáiz Silva), sino que estaba encuadrada, con el rango de Sección, en la Dirección General de Propaganda. Cuando apareció Temas españoles el Director General de Propaganda era el historiador Florentino Pérez Embid –uno de los estrategas entonces más activos, junto con Rafael Calvo Serer, de la organización católica Opus Dei, y uno de sus más firmes puntales en el proceso de asalto al poder político y económico que protagonizaron los devotos del futuro santo Escrivá– y José Cepeda Adán el Jefe de la Sección correspondiente. En los años sesenta la Dirección General de Propaganda dulcificó su nombre y fue rebautizada como Dirección General de Información.

En los folletos de la colección Temas españoles no aparece mención alguna a su dependencia del Estado, del Gobierno, o del Ministerio del ramo: simplemente figura el nombre del editor, Publicaciones Españolas, y su domicilio en Madrid: Monte Esquinza 6 (números 1 a 75, 1952-1954), O'Donnell 27 (número 77 a 266, 1954-1956) y Serrano 23 (desde el número 267, 1956). Y cuando a principios de los sesenta se estrenaron los imponentes edificios de los nuevos ministerios, el domicilio pasó a ser el del Ministerio del que dependía: Avenida del Generalísimo 39 (que es como se llamó al paseo de la Castellana entre 1947 y 1979), y en alguna que otra entrega se escapa ya la firma del Ministerio de Información y Turismo o de la Dirección General de Información.

Durante los años cincuenta, en que se publicaron la mayor parte de las entregas de Temas españoles, fueron estas impresas en talleres privados: Sucesores de Rivadeneyra S.A. (Paseo de Onésimo Redondo 26, Madrid), Prensa Gráfica S.A. (Hermosilla 75, Madrid), Artes Gráficas Ibarra (Cáceres 15, Madrid), Gráficas Aragón S.A., &c. Pero avanzando los años sesenta fue impresa en los talleres del Boletín Oficial del Estado e incluso en la propia Imprenta del Ministerio de Información y Turismo (Avenida del Generalísimo 39, Madrid).

Es curioso el lugar secundario que se reserva al nombre de los autores de los textos publicados. Nunca aparece el nombre del autor en la portada, ni se hace figurar el nombre del autor en las relaciones de títulos publicados que figuran al final de cada folleto. Incluso en las tres primeras entregas de la colección no figuraba mención alguna a la autoría del texto (por otra parte el más alto reconocimiento que puede recibir el autor de un texto destinado a la propaganda, en tanto que es asumido, deja de ser opinión y queda objetivado como doctrina oficial). Los nombres de los autores aparecen en la contraportada, junto al título completo (a veces abreviado en cubierta), el número que el folleto representa en la colección, la dirección del editor y, a partir de 1958, cuando se introdujo tal sistema de control, el numerito del depósito legal.

Intervinieron en la colección cerca de 250 autores (pueden verse sus nombres y títulos en la relación alfabética que hemos dispuesto). Los más prolíficos fueron:

Luis Aguirre Prado · 42 títulos: 1954-1974
Domingo Manfredi Cano · 22 títulos: 1954-1963
José Sanz y Díaz · 17 títulos: 1953-1971
Berta Pensado · 13 títulos: 1953-1957
Francisco Pompey · 13 títulos, 1953-1956
Octavio Díaz-Pinés Fernández-Pacheco · 12 tit.: 1952-1974
Eduardo Comín Colomer · 10 títulos: 1952-1955
Carlos Eguía · 10 títulos: 1956-1961
Vidal Benito Revuelta · 9 títulos: 1956-1962
Nieves de Hoyos Sancho · 7 títulos: 1952-1963
Francisco Gómez de Travecedo · 7 títulos: 1954-1965
Emilio Fornet de Asensi · 7 títulos: 1955-1959
Santiago Galindo Herrero · 6 títulos: 1953-1955
Alfredo Isasi García · 6 títulos: 1953-1955
Porfirio Arroyo Sanz · 6 títulos: 1955-1956
Fernando Flores Jiménez · 6 títulos: 1965-1969

Firmaron también entregas de Temas españoles, entre otros, Manuel Ballesteros Gaibrois, Tomás Borrás, Heliodoro Carpintero, Victoriano Cremer, Manuel Fernández Alvarez, Antonio Fraguas Fraguas, Rafael Gambra Ciudad, Ernesto Giménez Caballero, José Manuel Gómez Tabanera, César González Ruano, Liborio Hierro, Teodoro Láscaris Comneno, Javier de Lorenzo, Carmen Llorca, Tomás Marco, Julián Pemartín, Florentino Pérez Embid, Carlos Robles Piquer, Luis Vázquez de Parga y Fernando Vizcaino Casas.

Supone una excepción lo sucedido con el número 7, publicado en 1952 –el mismo año de la película Bienvenido Mister Marshall– y que reproduce un texto de la propaganda norteamericana propia de la guerra fría, Conquista por el terror, de Leland Stowe, «publicado con permiso de Selecciones del Reader's Digest». No volvieron a figurar autores yankis por esta colección, pues no lo necesitaron: mister Marshall no pasó de largo del todo, y en el mes de octubre de ese mismo año de 1952 se lanzaban al mercado los 62.800 ejemplares del primer número –con saludo autógrafo de Franco y todo– de la edición española de la revista Selecciones del Reader's Digest que, por supuesto, alcanzó difusión mucho mayor que nuestra colección, y que incluso ha podido celebrar, en octubre de 2002, el triunfante primer medio siglo de tenaz labor doctrinal en España del american way of life (en 1955 los norteamericanos ya podían apoyar la entrada de España en la ONU, y el 21 de diciembre de 1959 el general presidente Eisenhower se acercaba incluso a la base que su imperio tenía en Torrejón de Ardoz para poder abrazar cariñoso al general caudillo Franco).

La colección Temas españoles alcanzó gran difusión en los años cincuenta, en que podía adquirirse en librerías y quioscos de prensa de todo España. El folleto tipo (tamaño 185x240 mm) estaba formado por 32 páginas (incluyendo las cubiertas, del mismo papel) y cuatro páginas centrales de fotografías en blanco y negro sobre papel de mejor calidad. En las atractivas portadas, impresas a dos colores, Verdú lograba aprovechar de forma óptima la limitación de recursos gracias a sus estupendos dibujos y diseños. El precio de venta de cada folleto durante los primeros años fue de dos pesetas, a finales de los cincuenta subió a tres pesetas y a mediados de los sesenta costaban cinco pesetas. En los sesenta se mejoró el papel de la cubierta y se introdujo el color, el formato se fue haciendo más canijo, y el resultado perdió en armonía y calidad, y quién sienta repugnancia por los impresos feos y mal realizados deberá abstenerse de mirar las últimas entregas de esta colección.

Muchas entregas de Temas españoles merecieron ser reeditadas. El año 1956, importante por tantas circunstancias para la historia de España, fue el de mayor esplendor y máximo apogeo de la colección: conoció 75 nuevos títulos y se reeditaron muchos de los anteriores. Hasta ese año se asiste a un crecimiento sostenido de la colección: 20 títulos en 1952 (1-20), 54 nuevos títulos en 1953 (uno a la semana, 21-74), 68 en 1954 (75-142), 72 en 1955 (143-214) y 75 en 1956 (215-289). A partir de 1957 –60 títulos– el agotamiento es evidente: sólo 35 entregas en 1958, 18 en 1959 y ¡ninguna en 1960! ¿Acaso la progresiva consolidación de la televisión aconsejaba ya sustituir el folleto por el informativo, eficiente propagandista aunque fuera en blanco y negro?

Pero no se murió en 1959 la colección Temas españoles, sino que en 1961 reanudó su publicación, a un ritmo ya mucho más lento: quince nuevos títulos en 1961, ocho en 1962, veinte en 1963, diez en 1964, trece en 1965, siete en 1966, &c. En 1969, con siete nuevos títulos publicados, se celebró el número 500 dedicando la entrega a tratar de la propia colección.

Con Alfredo Sánchez Bella como ministro (1969-1973) parece que se quiso reavivar la colección. En 1971 aparecieron 17 nuevos títulos y se reeditaron algunos agotados, incluso se habían definido distintas series. Puede leerse en el número 530 (1972): «La colección 'Temas Españoles' responde a un propósito de divulgación cultural en la más amplia acepción de la palabra. Sus títulos pretenden introducir a un tema, suscitar el interés, despertar curiosidad. Su último objetivo, tal vez ambicioso, es cooperar al mejor conocimiento del pasado y el presente de España y facilitar la convivencia de una sociedad madura y dinámica. Series: colores. Economía: marrón. Política y sociedad: rojo. Historia: amarillo. Ciencia, arte, educación: azul. Biografías: ocre. Regiones y provincias: verde. Vida laboral y política social: violeta.»

Mas el búnker tardofranquista no podía resucitar lo que ya estaba agonizante. En 1975, el año en el que falleció el anciano general Franco, sólo publicó Temas españoles una entrega, la 541, escrita nada menos que por Ernesto Giménez Caballero y además en plan folklórico: Cartageneras. Al fin y al cabo, cuarenta años antes, Franco había encargado a Ernesto Giménez Caballero organizar la propaganda de su bando.

Temas españoles había dedicado su primera entrega en 1952 a glosar la importancia de la aviación en la Guerra Civil española: ¡Vista, suerte y al toro! La última entrega apareció poco antes de que la restaurada corona se dotase de una constitución democrática. Resultó ser la dedicada a un pintor: Nicanor Piñole: su vida y su obra, escrita precisamente por un curioso policía que compatibilizada su profesión con la crítica de arte: Jesús Villa Pastur. Seguramente cuando apareció ese folleto número 548 ni siquiera se sabía que iba a ser el último...

Algún ocioso debería entretenerse algún día estudiando con más calma esta colección, la evolución de los asuntos tratados y no tratados, los equilibrios ideológicos que se perciben, la composición de perspectivas posibles y presentes, resultantes de las líneas de fuerza de cada momento, la personalidad de los autores, el servicio que pudo prestar al régimen, la ilustración que pudo recibir un pueblo enriquecido a través de sus páginas, &c.

Presentación, firmada por Luis Aguirre Prado, del número 500 de Temas Españoles (que ofrece el catálogo ordenado por materias de los títulos publicados), Madrid 1969

La aparición del número que señala el medio millar de los estudios publicados en la colección «Temas Españoles» demuestra el acierto de los que concibieron esta serie, tan demostrativa de los valores de España, y a la vez testifica cómo han tenido fecunda continuidad el pensamiento, la planificación y el desarrollo de este medio de conocimiento, que responde a un deseo de contribuir de modo eficaz a la promoción social de la cultura, tan necesaria para la capacitación que exigen los tiempos actuales. Promoción social de la cultura, en la que tan interesados están los organismos encargados de su concreción, fomento y ayuda.
La colección de «Temas Españoles», tan variada, tan seleccionada, responde al propósito de divulgación cultural, de exaltación de valores, tanto de orden espiritual como de orden físico. Con ella ha sido rectificada una omisión de tiempos pasados, de cuando la cultura no era facilitada de modo directo al mayor núcleo de la población, mediante publicaciones de esta clase que, por un insignificante desembolso, ponen en comunicación directa al público con las materias que sean más de su agrado o de su necesidad en orden a los intereses propios de su profesión o estudios.
El incentivo oficial ha permitido, en efecto, que los 500 números de la colección «Temas Españoles» pongan al alcance de todos, en afortunadas síntesis que abarcan toda la materia precisa para la comprensión del tema propuesto, el ayer y el hoy de España. Atractivo caleidoscopio en el que la parte gráfica contribuye a la bella demostración de las realidades que el escritor respectivo presenta con notoria competencia y estilo adecuado a la materia tratada.
España en su constitución geográfica y con sus aportaciones seculares: territorio, sistemas orográfico e hidrográfico, paisajes, poblaciones importantes, sistemas de vivienda, monumentos, costumbrismo, modos de vida, formas características de demostrar la diferencia comarcal, tan acentuada en España, y a la que contribuyen, incluso, la gastronomía, la indumentaria y los medios recreativos.
Lo devocional junto a esa santidad española que con magna representación se acusa en el nomenclátor de los que merecieron ascender a los altares. Y junto al testimonio de esa máxima espiritualidad que presenta la mística, la acción creadora de los que mantuvieron llamaradas de fe en el hecho misional.
La Historia en exposición suficiente de los hechos que hicieron posible un pasado normativo y glorioso, en el que ya el Medievo presentó, junto a los potentes focos culturales, instituciones precursoras como las Cortes, los Gremios, las Ferias creadoras de fórmulas bancarias, la Mesta que señala el apogeo de la economía propia...
Temas de la Hispanidad en acotado demostrativo. Hechos legendarios y hombres que hicieron posible el prodigio de la colonización, en labor creadora impar. Y las «Leyes de Indias» mostrando anticipaciones de España tanto en lo político como en lo laboral y social.
La biografía presentando una espléndida nómina de personajes que merecen la perennidad del recuerdo, porque ellos contribuyeron con sus aportaciones al asentamiento de España y a su progreso en los diversos aspectos que el desarrollo exige, y cuya nómina evidencia el cuidado puesto en que en ella figuren aquellos cuya aportación ha quedado bien contrastada.
Los «Temas Españoles» tratan lo literario a partir de Séneca, presentando los géneros y los autores, tanto en su gloriosa aportación del pasado como en la muestra esplendorosa de la contemporaneidad. Los títulos respectivos, tanto de autores como de teatros, evidencian la forma exhaustiva con que temas tan decisivos para la evolución de la sensibilidad han sido tratados. Por esta razón, se ha dedicado el mismo cuidado al estudio y significado de las otras Artes.
De idéntico modo han sido tratados aquellos temas que responden a lo que la defensa nacional exige en los diversos medios en donde tiene efectividad el hecho bélico. Sistemas, cuerpos, doctrina, elementos combativos, caudillos y hombres sujetos a la ordenación de éstos, y que hicieron posible lo hazañoso...
La invención española queda también recogida en la colección, así como la aportación de los españoles a los conocimientos geográficos, a la interpretación botánica, al progreso de las ciencias médico-farmacéuticas, al laboreo de metales y a otros extremos que han sido considerados como merecedores de inserción por su significado.
Y, a la par que el ayer ha sido estudiado, lo ha sido el hoy, cuanto ha sido conseguido a partir de la ordenación impuesta por el imperativo del 18 de julio de 1936. Decisivo lo que hubo que rectificar en sentido nacional desde esa fecha, y que ha quedado recogido en diversos números. Desde lo agro-pecuario-forestal a lo deportivo; desde la minería a las industrias, que en la actualidad van cubriendo con sus instalaciones el área nacional; desde las faenas marítimas que dan continuidad a la tradición de los mareantes españoles, a los procedimientos audiovisuales que acusan sus antenas por las ciudades y burgos de España, y que, con los teleclubs y las enseñanzas por radio, tanto están contribuyendo a la difusión cultural; desde las Rutas turísticas a la complementación hotelera, en la que tanto ha significado la previsión estatal, ha quedado recogido para capacitar a los lectores respecto a una realidad tangible.
La lista de títulos de esta extensa colección evidencian un esfuerzo publicitario de importancia. Prestigiosos tratadistas han hecho posible que estas series de la colección puedan ser presentadas ahora al público en demostración objetiva digna de loa. La concreción temática ha sido lograda y con ella ha tenido efectividad el inventario de las realidades españolas, tanto en el pasado como en el presente. Edición popular conseguida, y que ha merecido en algunos de sus números la reedición y el traslado a otros idiomas, muestra evidente del acierto temático y de la bondad de realización.
De los conocimientos que «Temas Españoles» divulgan pueden beneficiarse todos, lo mismo aquél que acude por vez primera a la materia tratada, que aquellos otros poseedores de conocimientos a ella referentes y que deseen tener a su alcance medios sintetizados, pero suficientes, y que les eviten acudir a textos amplios, los que exigen una mayor dedicación, actualmente restringida por exigencias de la respectiva aportación laboral. Porque en justeza temática, precisión de datos, sometimiento a las partes necesarias para el desarrollo del estudio, y brillantez de estilo, estos folletos son ejemplares. El mero examen de uno cualquiera de los números es demostrativo a este respecto.

 
Colección Temas Españoles
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