Eduardo Castañeda
Tejera: ilusión para el socialismo
Pensamiento Crítico, La Habana, mayo de 1969, número 28, páginas 83-100.
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Si la Espasa Calpe resuelve fácilmente el problema diciendo que el socialismo es un “sistema de organización que supone derivados de la colectividad los derechos individuales y atribuye al Estado absoluta potestad de ordenar las condiciones de la vida civil, económica y política, extremando la preponderancia del interés colectivo sobre el particular” y el biógrafo más completo de Diego Vicente Tejera es capaz de afirmar que “el socialismo no es más que uno desde León XIII hasta Lenin”, parece realmente sencillo aventurarse en la denominación circunstancial del propugnador de un socialismo “cubano” y en consecuencia “tropical”, elaborado en el contexto de una lucha ardua, en la que se confunden contradicciones de matiz anti-colonial –que encauzan las tendencias o aspiraciones de toda la amalgama de criollos sometidos– pero que luego van dando cauce a otras contradicciones menos evidentes antes, aunque mucho más profundas en lo adelante, y que pactan de una situación diferenciada entre los que en principio estuvieron vinculados por la consecución de un objetivo primario de independencia. Sin embargo, si se quiere llegar a una ubicación lo más cercana posible a lo objetivo, y que por otra parte, proponiéndose un criterio de revalorización, coloque en el lugar que les corresponde a figuras precursoras del presente, las cosas parecen complicarse. Buscando esa proporción, encontrar la personalidad de Diego Vicente Tejera y diseccionarla biográfica y críticamente, en la actividad y en el pensamiento (téngase en cuenta que no son elementos siempre coincidentes), resulta un trabajo arduo y, por más, lleno de posibilidades de debate.