Filosofía en español 
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Vicisitudes y Anhelos del Pueblo Español

Cuarta parte ❦ Hacia el resurgimiento

§ II
Acción social de la previsión: B) La infancia desdichada

Preocupación social por los niños abandonados y anormales.– Las instituciones benéficas.– La redención de la infancia sin tutela y de la anómala.– La atención femenina por la infancia abandonada.
 

PREOCUPACIÓN SOCIAL POR LOS NIÑOS ABANDONADOS Y ANORMALES.– Un ilustre criminólogo italiano, que ha explorado en lo profundo del cuerpo social y conoce a fondo los padecimientos que afligen y conturban las colectividades en la hora presente, se ha ocupado con singular acierto de la cuestión importantísima de la redención de los niños. Lino Ferriani, el docto publicista y magistrado, que goza de reputación y domina no sólo la tecnología de las ciencias psicosociales, sino que además es un habilísimo expositor de doctrinas y hechos, ha dado recientemente en Turín una notable conferencia acerca de este tema: Mondo piccino infelice.

En muy pocos países se han ocupado los intelectuales y los Gobiernos de este gran afer que por tantos y tan diversos motivos, debe ser considerado como el más transcendental de nuestra época. Ferriani se queja, con razón, de la apatía, y aun pudiera decirse sin exageración, del desvío con que ha sido tratado este grave y en cierto modo pavoroso problema de la infancia y la mocedad abandonadas, precriminales y delincuentes.

En los pueblos latinos la puericultura, en casi todos sus aspectos y puntos de mira, está abandonada. Se sabe muy poco y préstase escasa atención hacia cuanto significa mejora y corrección de las inclinaciones y los hábitos del niño que, falto de asiduos cuidados y consejos previsores, se convierte a la larga en un vago, y muchas veces la ocasión le lanza por la senda tormentosa del crimen.

El perspicaz investigador pone de relieve la urgencia con que precisa acometer esta gran obra de saneamiento de los organismos colectivos. Hay que laborar con denuedo para librar tantas y tan preciadas vidas al infortunio y la adversidad ambientes. No basta con las medidas dictadas por la piedad fría, que cuando más, se reduce a dictar medidas legislativas difíciles de cumplir, porque la conciencia social, en la mayoría de las naciones, de suyo rudimentaria, carece de susceptibilidad y no se da cuenta exacta de la intensidad que reviste el mal, ni del esfuerzo que habría de exigir la extirpación del mismo.

 
LAS INSTITUCIONES BENÉFICAS.– Ferriani, en su disertación, patentizó la ineficacia de la beneficencia, tal cual en la actualidad se halla organizada, y señaló con frase adecuada y severa su inutilidad. La mayoría de las instituciones fundadas, hasta ahora, no responden a lo imperioso de las necesidades de nuestro tiempo. No poseen elementos intelectuales ni están dotadas de recursos suficientes para cumplir la misión que les compete.

Lino Ferriani, en su conferencia, reseñó los intentos –en gran parte vanos– llevados a cabo en su país para atenuar los efectos de las emanaciones sulfurosas en la esfera corporativa. Sus manifestaciones y juicios pesimistas son aplicables a Francia y España. Es bien notorio, por desgracia, que en las tres naciones hermanas el problema de la infancia desvalida ofrece análogos caracteres, ya que la comunidad de raza y la psicología individual y colectiva, guardan grandes puntos de contacto. Por esto, la labor a realizar en las tres naciones reclama, con ligeras variantes, un esfuerzo extraordinario, y quizás en determinado sentido debiera ser mancomunado, teniendo en cuenta la analogía de las causas del morbo social que azota a los tres pueblos.

Dejando a un lado la retórica sentimental, que a nada positivo conduce, y prescindiendo por completo de todo afán sensiblero, que no daría ningún resultado efectivo, el contingente de víctimas inocentes que todos los años ocasiona el descuido y la inopia, demanda una acción acometedora y enérgica. Es indispensable que el Estado, las Corporaciones, las entidades, la Prensa, los particulares y todos los elementos sociales, sin excepción, emprendan con decisión una campaña activa y persistente, más que para castigar a los delincuentes menores, con el fin de prevenir los delitos y evitarlos. El terrible azote de las sociedades contemporáneas reviste formas múltiples y variadísimas, pero su origen puede considerarse como único y ha de ser buscado en la ignorancia y la ineducación.

 
LA REDENCIÓN DE LA INFANCIA SIN TUTELA Y DE LA ANÓMALA. Para redimir a la infancia infeliz, y claro está que a la mocedad delincuente, es indispensable llevar a cabo una obra asidua y dirigida por el espíritu previsor, que se halle en absoluto libertado de toda la impedimenta leguleyesca y manumitida del criterio de venganza, que todavía priva en los pueblos latinos y especialmente en España. Mientras perdure la ceguera crónica y la ausencia de verdadero sentido de hacerse cargo de los fenómenos sociales, es ilusorio pensar que será posible acometer el problema de la infancia vagabunda y delincuente.

No se ha pensado seriamente que la represión apenas hace algo más que aumentar la criminalidad de los menores y que las estadísticas de las tres naciones demuestran que ésta ha aumentado por modo considerable. El cotejo de los datos recogidos por los ministerios de Justicia de Francia, Italia y España, no ofrece lugar a la menor duda. Crece en una proporción impresionante y realmente penosa el contingente de delitos cometidos por menores. Constituye una vergüenza y es un padrón de ignominia el escasísimo interés que se presta a asuntos de tal entidad, y que presuponen, de continuar la apatía y la imprevisión, un porvenir luctuoso, por lo trágico, para las generaciones que nos sucedan. La sociedad no siente, al parecer, la más leve preocupación ante la magnitud del desastre que se avecina, de no cambiar la orientación y el rumbo.

Refiriéndonos a España, es forzoso convenir que mientras se dedican en los Presupuestos nacionales cuantiosas sumas destinadas a mejorar la raza caballar, niégase sórdida y obstinadamente al Magisterio público una asignación decorosa y de veras remuneradora. Con lo cual indirectamente se labora en contra de la educación del pueblo, y como es consiguiente, no se atajan las proporciones aterradoras que ha llegado a revestir la delincuencia de los menores.

Para poner un dique a la ola cenagosa de la inmoralidad y el crimen, no existe otro remedio eficaz que afianzar los vínculos familiares y afirmar con vigor la disciplina social en todos los órdenes. Y tal empeño difícil y costoso, ha de ser una obra predominantemente cultural. Hay que crear en España instituciones de corrección y socorro, que a un tiempo protejan y eduquen a los niños débiles y enfermos, a los huérfanos y errabundos, a los hijos de los miserables y los crapulosos, en una palabra, a todos los que han visto la primera luz en una atmósfera deletérea y malsana. Ya lo dijo con su genio clarividente Goethe: «Las cifras gobiernan el mundo». Y las cifras demuestran que el mundo infantil está pésimamente regido.

 
LA ATENCIÓN FEMENINA POR LA INFANCIA ABANDONADA.– En un pequeño volumen, que hace poco más de un año vio la luz en Italia, la Sra. Dalmazzo ha tenido el acierto de trazar un cuadro completo de la infancia extraviada y abandonada, moral y materialmente. La ilustre escritora pone de manifiesto de qué modo prevé –o mejor dicho, como no prevé– a las necesidades de los niños desvalidos, enfermos o desorientados, la legislación italiana, comparativamente a las medidas y disposiciones legales que se han dictado en algunas naciones de Europa y en los Estados Unidos, y aquellas iniciativas que, en sentir de la Sra. Dalmazzo, convendría llevar a la esfera de la ley en su país, para evitar tantos daños que ahora se ocasionan y remediar la triste condición de una infinidad de niños que carecen de todo amparo.

La autora, que posee la carrera de Jurisprudencia, demuestra haber estudiado las leyes y su procedimiento con verdadero espíritu crítico. También conoce a fondo la distinguida dama cuantos problemas conciernen a la infancia desgraciada. Inmediatamente se advierte que el libro: Per la tutela de la infanzia abandonata, está todo él escrito en vivo y que muchas de sus páginas son trasunto fiel de la realidad ambiente. La Sra. Dalmazzo ha visto muy de cerca el funcionamiento de los Reformatorios y domina las más intrincadas cuestiones que se relacionan con la Pedagogía de los anómalos y anormales. La perspicacia y la profundidad que en muchas ocasiones se descubren en su labor analítica y en los juicios que emite con pasmosa seguridad, evidencian no sólo un temperamento enérgico y vigoroso, sino también un intelecto fuerte y culturado.

La Puericultura, en general, y todas las disciplinas afines, en Alemania, Noruega, Holanda, Suecia, Dinamarca, Suiza, Escocia, son principalmente cultivadas por mujeres. Constituyen ya legión las que se consagran por completo a esta obra obscura y silenciosa, pero útil y bienhechora en altísimo grado, de instruir a los infelices niños orgánicamente débiles y atrasados en su desenvolvimiento mental, por causas diversas, las más de ellas debidas a la miseria y la ignorancia de los padres. La herencia morbosa es otro de los temas que en nuestra época estúdianse en las naciones antes citadas, y también comienzan a ser objeto de la atención femenina en Bélgica, Francia e Italia.

Desde hace tres o cuatro lustros, va cundiendo ese feminismo generoso y altruista, que a cada instante nos sorprende con su solicitud y abnegación en el cuidado y educación de la infancia desvalida. Es hermoso el resurgir de la femenilidad sagacísima y culta, dedicada a prodigar los auxilios de la Higiene a miles de niños que antes ambulaban por las calles de las ciudades, abandonados a su propia suerte y sin recibir protección alguna de las Corporaciones ni del Estado. Felizmente, la iniciativa privada y la acción de numerosas entidades filantrópicas, han ido creando en las últimas décadas, instituciones de socorro y protección para atender a los niños, hijos de familias humildes y menesterosas.

En Italia existe una corriente que ha conquistado ya un gran contingente de prosélitos entre las mujeres inteligentes y distinguidas. Son muchas las familias de la clase media, de modesta posición, que envían sus hijas a los centros docentes para que se preparen y formen su personalidad pedagógica, al aprender la técnica educativa. En las ciudades del Norte y del Centro de la península italiana, son numerosísimas las señoritas que, después de haber concurrido a las Escuelas Normales y a las Facultades de Medicina y Ciencias, dirigen su actividad en los estudios Superiores de Pedagogía normal y morbosa. En la Bibliografía italiana contemporánea existen muchos nombres femeninos y no transcurre una semana sin que los catálogos de las casas editoriales más serias de Milán, Turín, Roma, Florencia, Bolonia, Palermo, Nápoles o Bari, ofrezcan alguna muestra de la intelectualidad femenina, especialmente aplicada al estudio de asuntos psicológicos y educativos.

El que esto escribe, hace cinco años pudo apreciar la importancia que reviste el despertar intelectual de la mujer en las principales urbes de la nación hermana. Singularmente en Turín, percatéme de cuánto es capaz el influjo femenino, para mejorar la situación de los niños que se hallan albergados en determinados asilos. El caso de la simpática Idda Faggiani, es por demás notable. Aquella mujer, joven y discreta, al expresar, ante el VI Congreso de Antropología Criminal, su concepto humanista acerca de la educación de los niños que tenía a su cargo, mereció los plácemes de la doctísima asamblea en pleno. La aristocrática capital del Piamonte cuenta con otra institución notable, que merece ser citada con particular encomio. Me refiero al Patronato de defensa de los niños pobres, de los llamados vulgarmente aquí hijos del arroyo, que, a juicio del ilustre penalista Lucchini, es la más floreciente institución protectora y defensora de la salud y el porvenir de los niños.

Otro aspecto que es revelador de la gran transcendencia de este problema, básico para el desarrollo progresivo de las colectividades, lo patentiza la Demografía. Las estadísticas del alcoholismo, de la natalidad infantil ilegítima, de la criminalidad originada por las querellas y los trastornos a que dan lugar las relaciones sexuales prohibidas por las leyes y que tienen su sanción correspondiente en los artículos de los Códigos Penales de las respectivas naciones, dan la medida bastante aproximada de la perturbación que sufre el cuerpo social en cada país.

En este respecto, es interesante y está bien documentado el ensayo de la Sra. Dalmazzo, quien, además, ha llevado a cabo un examen de los presupuestos del Estado de su patria y hace algunas referencias de los de otras naciones. Por lo que atañe al asunto de su libro, la escritora italiana ha hecho múltiples indagaciones, siempre respondiendo a un criterio amplísimo, abierto y exento de prejuicios, sin caer en los tópicos sentimentales y vacíos de contenido doctrinal, tan corrientes en nuestro país.

La Sra. Dalmazzo procura adecuar la analítica al realismo fenoménico, y al realizar su labor investigadora prescinde de todo apriorismo teorético. A las cualidades apuntadas, ha de añadirse otra, que también merece ser consignada. Cuantos detalles podían relacionarse directa y aun indirectamente con el asunto de su libro, procura recogerlos. De ahí que éste sea una monografía repleta de antecedentes y datos, que tienen un valor positivo, porque de este modo el lector se convence de que las apreciaciones de la autora, son producto del cotejo de las cifras y de los elementos recogidos tras una dilatada información, que requirió asiduo trabajo y pacientes y perseverantes observaciones de numerosos hechos, unos genéricos y otros específicos.

El estilo fácil y correcto que emplea la Sra. Dalmazzo, su gran preparación, lo vasto de sus lecturas y la flexibilidad mental que en varios capítulos se transparentan, acusan una personalidad robusta y fuerte, de aquellas que al ocuparse de los asuntos señalan nuevos rumbos al pensamiento y abren anchos cauces por donde habrá de discurrir la acción social en un próximo porvenir. El libro de la Sra. Dalmazzo es, sin duda, uno de los mejores guías para cuantos abriguen el propósito de emprender con provecho el estudio de este complejísimo tema social, que en la hora presente va siendo de palpitante actualidad en todos los pueblos que se han dado cuenta de la transcendencia que ha de asignársele por lo imperativo de las circunstancias que lo plantearon.