[ 253a ]
[…]
«Los camaradas –dijo– deben ser como hermanos, deben saber, no sólo dónde viven, sino (ésta es ya una muestra auténtica de su inspiración poética) que deben conocer hasta el color del pelo de sus novias.»
Entre las personas que estuvieron a visitarlo, figuraba una distinguida dama que dijo:
— Es una lástima que ustedes no se declaren monárquicos, pues me gusta el espíritu de la Falange. Si lo hicieran me inscribiría en ella.
A lo que contestó José Antonio:
— Si volvieran Fernando e Isabelc, en este mismo momento me declaraba monárquico.
[…]
⎯⎯⎯⎯⎯⎯