Primer aniversario del XXXII Congreso Eucarístico Internacional
Misa y comunión general en la Plaza de Mayo
El Exmo. Señor Arzobispo de Buenos Aires durante la misa de campaña en la plaza de Mayo
El sábado 12 de octubre de 1935 se celebró, con grandes solemnidades y renovadas manifestaciones de fe y devoción, el primer aniversario del XXXII Congreso Eucarístico Internacional.
Por la mañana, a las 9, el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Santiago Luis Copello, ofició misa en la plaza de Mayo, en un altar improvisado ad hoc, ante una multitud sólo comparable por su número, con la que asistiera a las solemnidades del XXXII Congreso Eucarístico. Mientras se celebraba el Santo Sacrificio, los coros cantaron diversos himnos. El credo entonado por numerosas voces fue acompañado por los acordes de la banda de policía.
Antes de finalizar la misa, cuarenta sacerdotes, con sendos copones, comenzaron a distribuir la Sagrada Comunión entre los fieles, que llenaban la plaza. La distribución del Pan de Vida duró largo espacio, y aunque sólo se había anunciado que comulgarían los hombres y los niños, muchísimas mujeres se acercaron también a la mesa eucarística.
La procesión del Santísimo
El Santísimo conducido bajo palio durante la procesión
A la una de la tarde comenzaron a congregarse los fieles que habían de tomar parte en la gran procesión del Santísimo. Nutridos grupos de fieles, cofradías y asociaciones con sus respectivos estandartes, fueron situándose en los lugares que previamente se les habían designado, mientras otra gran multitud de personas iba ocupando posiciones en la plaza de Mayo, en la del Congreso y en la avenida de Mayo.
A las 15, el Exmo. señor Presidente de la República, acompañado por los ministros de Relaciones Exteriores, doctor Carlos Saavedra Lamas; de Guerra, general Manuel Rodríguez, y de Instrucción Pública, doctor Manuel M. de Iriondo, juntos con el intendente municipal, doctor Mariano de Vedia y Mitre, el secretario de Hacienda de la Municipalidad, doctor Atilio Dell'Oro Maini, altos jefes militares y legisladores, ocuparon el palco oficial en la plaza de Mayo, al que llegó también, poco después, el Exmo. señor Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Santiago L. Copello, seguido por un núcleo de prelados.
La procesión acompañando al Santísimo comenzó a desfilar a las 15.30. Conducía la Custodia bajo palio el Nuncio Apostólico, monseñor Felipe Cortesi.
Al pasar entre la muchedumbre Su Divina Majestad, se renovaron las exteriorizaciones de fe de la inmensa muchedumbre que tomaba parte en la ceremonia.
La avenida de Mayo ofrece un aspecto imponente mientras desfila la columna que se dirige de la plaza de Mayo a la del Congreso
Al terminar ésta, ya entrada la noche, se comenzaron a dispersar los fieles, llevando un recuerdo imborrable de las solemnidades de este aniversario.
El Nuncio apostólico, Monseñor Felipe Cortesi, imparte la bendición a la multitud congregada en la plaza del Congreso