Filosofía en español 
Filosofía en español


Palabras en el homenaje de Acción Española a Eugenio Montes


21 de febrero de 1935a
La Epoca (Madrid), 22 de febrero de 1935

 
[ 404a ]
 

Agasajo a un ilustre escritor

El banquete organizado por Acción Española en honor de don Eugenio Montes

Discursos de los marqueses de Quintanar y Luca de Tena y señores Sáinz Rodríguez, Primo de Rivera, Maeztu y Montes

[…]

A requerimiento del homenajeado hace uso de la palabra el jefe de Falange Española, don José Antonio Primo de Rivera.

Comienza refiriéndose a la improvisación, y dice que tiene que improvisar en estos momentos, y que esto, que en el siglo XIX era acostumbrado y legal, hoy tiene todos los caracteres de la desvergüenza. Actualmente no sirve lo improvisado.

No sé –continúa– a qué título hablo en estos momentos. Debe de ser a título de invitado. Carezco de representación intelectual y por eso no he de invocar sino mi calidad de representante de una entidad política. Ya no es posible –continúa el señor Primo de Rivera– ser literato o político, porque todo lo que es literatura, todo lo que son letras, se ha hecho política; claro es que yo sospecho que la política también tendrá que hacerse pensamiento, que hacerse inteligencia. Los intelectuales, es cierto, se desentendieron en una época de lo nacional, pero no olvidemos también que lo nacional se había desintelectualizado por completo.

Habla a continuación del origen de la tradición española y dice que España fue grande cuando no era castiza, antes de que las princesas y damas aristocráticas se dejaran pintar por Goya, antes de aquellos momentos bulliciosos de toreros y manolas.

España fue grande cuando sabía que todo lo que es grande puede servir a un destino universal. Celebro mucho –añade el orador– que nos pongamos algunas veces, como ahora, al habla para hacer nuestros exámenes de conciencia, para examinar los problemas que nos inquietanb.

Habla de Eugenio Montes, de quien hace un cálido elogio, expresando la admiración que siente por la labor del pensador insigne, y dice que Montes recobra el sentido artesano de la intelectualidad.

Analiza, por último, el resurgir nacional hispano con los más puros valores de la raza, y termina diciendo que la grandeza de España hace ya cuatro siglos que resplandeció.

[…]

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La Nación (Madrid), 22 de febrero de 1935

 
[ 404b ]
 

Anoche se celebró en el Ritz el homenaje de «Acción Española», a Eugenio Montes

Disertaron brillantemente, los señores marqueses de Quintanar, Luca de Tena y Estella, Sáinz Rodríguez, Maeztu y el agasajado

[…]

El diputado a Cortes, don José Antonio Primo de Rivera, invitado a hablar por el agasajado, se dirige a la concurrencia, diciendo [que] habla a título de representante de una inquietud política, que política es el fin la Historia, la Filosofía y hasta la Literatura. Habla de la grandeza de España, precisamente en el momento de menor casticismo: cuando se traían los tapices de Flandes y las pintura italianas, y antes de que las duquesas comenzasen a sonreir a los chisperos. España –dice– sabía, precisamente, cuando España sabía que lo bueno tenía un destino universal.

El señor Primo de Rivera elogió cálidamente a Eugenio Montes.

[…]


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a  Homenaje que en el Hotel Ritz de Madrid le rindió Acción Española a Eugenio Montes durante su paso por España tras regresar de Berlín –donde actuó como corresponsal de prensa– camino de Roma. En ocasiones, estas palabras han sido publicadas bajo el epígrafe «La política tendrá que hacer pensamiento».

b  Añade en este punto el anterior recopilador un nuevo párrafo: «Hace uso de la palabra a título de representante de una inquietud política en el seno del alma española. Añade que la política absorbe hoy todas las manifestaciones de nuestro pueblo, y que precisamente por intentar deslindar lo intelectual de lo político nos hemos encontrado en un callejón sin salida.»