Dos versiones del discurso de Girón a los trabajadores asturianos
(Mieres, lunes 13 de marzo de 1950)
José Antonio Girón, ministro de Trabajo en España de 1941 a 1957, pronunció un importante discurso el lunes 13 de marzo de 1950, durante más de dos horas, desde el balcón del Ayuntamiento de Mieres, a centenares de mineros allí presentes. Al cumplirse 75 años de aquel discurso hemos advertido que desde hace décadas no ha vuelto a ser impreso y que nadie tampoco había puesto aún su texto completo en internet, por lo que pareció oportuno tanto recordar su existencia como facilitar su lectura, ofreciendo transcripciones fieles de algunas de las varias ediciones impresas entonces. Diferenciamos dos versiones del texto publicado al día siguiente de ser pronunciado, pues una lo fragmenta con 19 y otra con 48 paratitlas; versiones que también difieren ligeramente en sus glosas “taquigráficas”. Todas las ediciones proceden de estas dos versiones, la mayor parte de la primera. La segunda versión suponemos que fuera un borrador más antiguo, y de ahí su menor difusión.
La primera versión (19 paratitlas) es la que publica al día siguiente, “La política social del Régimen”, el diario Arriba de Madrid, Órgano de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, en el pliego de sus cuatro “páginas centrales plegables”, que forman opúsculo de 16 páginas.
La segunda versión (48 paratitlas) es la que publica al día siguiente, “A los trabajadores asturianos”, el diario La Nueva España de Oviedo, Órgano provincial de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, a lo largo de ocho páginas a seis columnas de apretada letra.
El mismo día martes 14 de marzo de 1950 publica íntegro el discurso el diario Informaciones de Madrid (año XXV, número 7868, páginas 5, 6 y 7), que titula en portada: “Girón, en Asturias. Un gran discurso del ministro de Trabajo”, y encabeza así su texto en la página quinta: “El importante acto político de ayer en Mieres. Girón habló claro a los mineros de Asturias. El acceso de los obreros al poder y a la empresa privada por medio de los JURADOS de EMPRESA”. Su fuente es la primera versión, con las 19 paratitlas y glosas “taquigráficas”, incluyendo la final.
El viernes 17 de marzo lo publica Afán, semanario del trabajador (año VII, número 316, páginas 5, 6, 7, 8 y 11), domiciliado en Plaza de las Cortes 3, Madrid. En portada destaca estos titulares consignas: “Montad la guardia porque la serpiente acecha a nuestras instituciones laborales. Llena de piedras la boca maldita de los traidores, de los provocadores, de los espías de la contrarrevolución. Apretémonos en un haz inexpugnable para defender nuestras conquistas”; y en su página quinta encabeza así el texto íntegro del discurso: “¡Demagogos! ¡Ridículo fantasma con que se quieren DEFENDER los EGOÍSTAS y los HIPÓCRITAS!”. Se sirve de la primera versión con sus 19 paratitlas y glosas, incluyendo la final.
«Asturias, Publicación quincenal de la Delegación Provincial de Sindicatos de Oviedo. […] Esta publicación está dotada de una magnífica parte informativa y hace destacar de manera principal el discurso del Ministro de Trabajo, camarada Girón, ante miles de trabajadores en Mieres, el cual transcribe íntegro a grandes titulares y ocupando la mayoría de las páginas.» (Sábado, quincenario de divulgación de la Delegación Provincial de Sindicatos de Pontevedra-Vigo, Vigo 27 mayo 1950, nº 6, pág. 5.)
Pronto se fueron publicando distintas ediciones de este discurso en forma de folleto:
• “Discurso a los mineros asturianos” (Cádiz 1950, 28 págs.), como primera entrega de unos Cuadernos de Divulgación del Departamento Provincial de Seminarios de Estudios Políticos, Económicos y Sociales, de la Falange de Cádiz. [Facsímil PFE 2025.]
• “La política social del Régimen: discurso del Excmo. Sr. Ministro de Trabajo José Antonio Girón a los trabajadores asturianos, pronunciado en Mieres el día 13 de marzo de 1950” (Tipografía Emporium, Barcelona 1950, 38 págs.), Publicaciones de la Obra Asistencial del P. O. D. F. E. (Paro Obrero Directo por escasez de Flúido Eléctrico).
• “Texto integro del discurso pronunciado en Mieres el dia 13 de Marzo de 1950” (Imprenta E. Orihuela, Almería 1950, 23 págs.), por la Jefatura Provincial de Almería de FET de las JONS.
• “Discurso pronunciado por nuestro camarada José A. Girón el día 13 de Marzo de 1950 en Mieres” (Cuaderno de Divulgación 2, Córdoba 1950, 93 págs.), Departamento de Seminarios de la Jefatura Provincial de Córdoba de FET y de las JONS.
También queda incorporado este discurso al número 20 de la Revista Internacional de Sociología, del Instituto “Sancho de Moncada” del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, bajo el título “La política social del régimen. Discurso del Ministro de Trabajo, José Antonio Girón, a los trabajadores asturianos” (vol. 8, 1950, nº 20, páginas 45-ss.), con la siguiente entradilla aséptica de distanciado investigador científico superior:
«Sobre este tema ha estado hablando dos horas y media a los mineros de Asturias el Ministro de Trabajo, don José Antonio Girón. El discurso es una brillante y autorizada página de la Reforma Social en España, y por eso queremos conservarla en nuestro archivo, reproduciéndola. De su fondo, de su forma y de las coincidencias con no pocas de las disquisiciones que nuestros habituales lectores habrán leído en nuestra Revista, no hacemos ningún comentario, porque ellos, expertos y especializados ya, sabrán hacerlos. Sólo queremos destacar el noble tono de sinceridad del orador, que merecerá seguramente el respeto hasta de los más alejados de su pensamiento.» (RIS, 20:45.)
En esta edición de Revista Internacional de Sociología puede leerse: “Sólo entonces nos han parecido insignificantes y ridículas las poderosas fierezas de la reacción y del egoísmo…” (pág. 51), que repite la errata “fierezas de la reacción” cometida por el linotipista de Arriba: se ve que tal revista replicó sin más el texto impreso por el órgano de Falange, y no bebió de copia directa de la primera versión, como Informaciones, Afán, &c.
La edición definitiva y más fiable se publica dos años después en los Escritos y discursos de Girón como ministro, sin ningún título especial (ni “La política social del Régimen”, ni “A los trabajadores asturianos”, ni “Discurso a los mineros asturianos”), sólo con el rótulo “En Mieres” (tomo III, páginas 187-234). No lleva glosas, ofrece las 19 paratitlas y la variante “donde hasta el amor a los hijos”, de la primera versión, obviamente sin errata en “las poderosas fuerzas de la reacción y del egoísmo…” (pág. 194).
Facilitamos aquí la consulta a doble columna de las dos versiones, y las combinadas con algunas otras de las ediciones:
Arriba - La Nueva España ❦ La Nueva España - Cádiz ❦ Arriba - Cádiz ❦ Arriba - Escritos y discursos
La circunstancia de que al día siguiente de ser pronunciado este discurso apareciese publicado íntegro al menos en Informaciones de Madrid, en Arriba y en La Nueva España, órgano nacional desde Madrid y órgano de la provincia de Oviedo de Falange Española Tradicionalista y de las JONS (partido único desde 1937, “organización intermedia entre la Sociedad y el Estado”, del Nuevo Estado Español que había alumbrado el primer número de su Boletín Oficial del Estado el viernes 2 de octubre de 1936, diario oficial de España que cumple 89 años este 2025), prueba que existía versión previa policopiada del discurso, al menos en dos versiones, pues de otra manera no se hubiera podido entonces imprimir, en tan pocas horas, texto de más de 18.000 palabras que hubiera que transcribir y componer a linotipia en talleres distantes más de cuatrocientos kilómetros.
Según la crónica de La Nueva España (“El ministro de Trabajo pronunció ayer en Mieres un discurso trascendental”) el discurso comenzó poco después de las seis de la tarde y Girón habló dos horas y media a cientos de personas. Se había previsto inicialmente que el discurso comenzase a las siete y en local cerrado, pero: «Ante las reiteradas peticiones de las Secciones Sociales de diversos Sindicatos de Moreda y Mieres, el ministro de Trabajo, camarada Girón, atendiendo las razones por aquellos expuestas, de insuficiencia de local, ha accedido a pronunciar su anunciado discurso mañana, lunes, desde el balcón principal del Ayuntamiento de Mieres. La hora de comienzo será la de las seis de la tarde, en lugar de las siete como primeramente se había proyectado.» (“Mañana hablará el ministro del Trabajo a los productores de la Cuenca del Caudal”).
El viernes 17 de marzo publica La Nueva España un comentario, desde Madrid, firmado por Juan Alberti: “La lección política de Mieres”, en el que puede leerse: «En Madrid, periódicos como “Arriba”, que dieron una versión taquigráfica, agotaron su tirada y hasta reciben encargos de más ejemplares, o de una repetición de los mismos. Las gentes han tardado en leerlo, porque el discurso es largo y es sólido, pero empiezan, ya, a meditarlo y terminarán por comprenderlo.»
Sabemos, por lo ya dicho, que el texto publicado al día siguiente por Informaciones y Arriba en Madrid, y por La Nueva España en Oviedo, es decir, el texto del discurso salpicado de apostillas que informan al lector de la ardorosa respuesta del público en determinados momentos, no pudo tratarse de una “versión taquigráfica” ex post facto, por lo que será más ajustado entender que “versión taquigráfica” se utiliza ahí como eufemismo para diferenciarla de un mero borrador previo del discurso. “Versión taquigráfica” sería, por tanto, el borrador dotado, con anterioridad a la ceremonia planeada, de las interacciones buscadas por parte del público ante determinados periodos. Si la ejecución de esa ceremonia bien organizada cumple el guión previsto, tal “versión taquigráfica” ex ante no tiene por qué distinguirse mucho de una verdadera versión taquigráfica comentada: si ha estado bien planeada y el orador adapta su oratoria a los clímax previstos y convenientes para mantener la atención y el interés del público, y los regidores inducen con buen hacer, en los momentos pautados, con sus aplausos, sus gritos y consignas… la “versión taquigráfica” o guión previo ofrecido a las pocas horas por la prensa eficaz, será fiel reflejo de la ceremonia efectivamente representada en la plaza de Mieres del Camino.
Veamos, a doble columna, la relación de comentarios puestos entre paréntesis por los dos periódicos oficiales de Falange, las dos versiones, donde van informando a sus lectores de la respuesta del público entregado ante la evolución del discurso de Girón en Mieres:
Arriba | La Nueva España | |
---|---|---|
0 | donde hasta el amor a los hijos | donde el más leve amor a los hijos |
1 | (Sensación visible en el auditorio.) | (Sensación visible en el auditorio.) |
2 | (Aplausos.) | (Aplausos). |
3 | (¡Muy bien! Aplausos.) | (¡Muy bien! Aplausos.) |
4 | (Grandes aplausos.) | (Grandes aplausos). |
5 | y la fuerza material. (Aplausos.) | y la fuerza material. (¡Es verdad! Aplausos). |
6 | corazones del rencor? (Aplausos.) | corazones del rencor? |
7 | (Ovación. Vivas a Franco y a Girón.) | (Ovación. Vivas a Franco y a Girón). |
8 | pechos de los trabajadores. | pechos de los trabajadores. (¡Muy bien!). |
9 | si el dinero es vuestro! (Muy bien.) | si el dinero es vuestro! |
10 | (Aplausos.) | (Aplausos). |
11 | (Rumores de aprobación.) | (Rumores de aprobación.) |
12 | (¡Muy bien! Grandes aplausos.) | (¡Muy bien! Grandes aplausos). |
13 | camaradas en activo. (Ovación.) | camaradas en activo. |
14 | (Grandes aplausos.) | (Grandes y prolongados aplausos). |
15 | (Grandes aplausos.) | (Grandes aplausos). |
16 | (Muy bien.) | (¡Muy bien!). |
17 | (Ovación. Todo este pasaje del discurso ha sido escuchado con impresionante silencio y atención de los mineros.) | (Todo este pasaje del discurso ha sido escuchado con impresionante silencio y atención de las masas). |
18 | (Muy bien. Muchos aplausos.) | (¡Muy bien! Muchos aplausos). |
19 | media docena de políticos. (Muy bien.) | media docena de políticos. |
20 | (Bien.) | (¡Bien!) |
21 | (Muy bien. Muy bien. Aplausos.) | (¡Muy bien, muy bien! Aplausos). |
22 | (Muy bien. Aplausos.) | (¡Muy bien! Aplausos). |
23 | dignidad de la muerte. (Bien.) | dignidad de la muerte. |
24 | (Aplausos.) | (Aplausos.) |
25 | (Bravo. Muy bien.) | (¡Bravo! Muy bien). |
26 | (Aplausos.) | (Aplausos.) |
27 | (Grandes aplausos.) | (Grandes aplausos). |
28 | (Aplausos.) | (Aplausos). |
29 | (Muchos y prolongados aplausos.) | (Muchos y prolongados aplausos). |
30 | (Muy bien.) | (¡Muy bien!) |
31 | (Bien. Emoción en el auditorio.) | (¡Bien! Emoción en el auditorio.) |
32 | (Gran ovación y voces de asentimiento.) | (Gran ovación y voces de asentimiento). |
33 | (Emoción visible.) | (Emoción visible). |
34 | ¡Arriba España! (Una gran ovación, que dura varios minutos, acoge las últimas palabras del orador. La ovación se reproduce en la calle y acompaña al paso del señor Girón durante largo rato.) | ¡Arriba España! |
En el primer párrafo de ambos discursos hay una variante (numerada 0) que nos permite afirmar que esos periódicos utilizaron dos borradores distintos de la “versión taquigráfica” previa, borradores muy similares pero diferentes, coincidentes en la mayor parte de las glosas (que no dudamos reflejan fielmente la realidad del acto, una vez que el guión fue bien representado). En seis casos (en amarillo: 6, 9, 13, 19, 23 y 34) ofrece Arriba glosas que no figuran en La Nueva España; en un caso (en azul: 8) la glosa de La Nueva España no aparece en Arriba; en otros tres casos (en verde: 5, 14 y 17) nos encontraríamos ante glosas parecidas pero retocadas: la más curiosa es la número 17, donde una versión se refiere a “las masas” y otra a “los mineros” que escuchan con impresionante silencio y atención. La “noticia” con la que Arriba, Informaciones y Afán cierran su “versión taquigráfica” está redactada cuando los diseñadores de la ceremonia daban por hecho que la representación se haría en local cerrado: “la ovación se reproduce en la calle…” no tiene sentido una vez modificados los planes, pues Girón fue ovacionado en todo momento desde la calle, al tener que hablar desde el balcón del Ayuntamiento. La Nueva España, más cercana, evita esa última “noticia”, que hubiera chirriado entre sus lectores. (Francisco Guillén Salaya todavía seguía escribiendo, varios días después, que Girón había pronunciado su discurso en la Casa de España de Mieres: “El trabajo y la justicia social, apostillas a un discurso de Girón”.)
La existencia de, al menos, dos “versiones taquigráficas” previas, se confirmaría, como ya hemos dicho, si atendemos a los titulillos que fragmentan el texto del discurso: Arriba introduce 19 paratitlas, mientras que La Nueva España ofrece 48 epígrafes. Particiones y nombres que no siempre se corresponden, como si los guionistas hubieran planeado distintas “lecturas” para un mismo texto, el del discurso. No hay que descartar la aparición de documentos de archivo que pudieran probar, por ejemplo, que los 19 epígrafes los dispuso alguien en Madrid y las 48 paratitlas alguien en Oviedo. Variantes menores, aparte erratas, pueden ser atribuibles a linotipistas o correctores (laísmos y leísmos), y hermeneutas conspiranoicos hasta podrán encontrar sutiles matices propios de presuntas sensibilidades, falangistas o no, más o menos obreristas (Revolución / revolución), &c.
→ ejemplo de dos ediciones de otro discurso, veinte años después, una con glosas “taquigráficas”: Fidel Castro, Discurso pronunciado el 26 de julio de 1970.
Hasta un 8% de “autoplagio” en el discurso de Girón de 1950 respecto del pronunciado en 1948
En otro orden de cosas, Girón quedó tan satisfecho de algunos párrafos incorporados a su discurso en la Universidad Pontificia de Comillas de 9 de mayo de 1948, que no dudó en volver a utilizarlos, casi dos años después, en el discurso de Mieres de 13 de marzo de 1950:
Girón, La justicia social, 1948
Con todos los disfraces, con todas las argucias tácticas, con todos los inteligentes rodeos que se quiera, en este momento histórico solo existen dos ideas en la mente de los hombres: revolución social o contrarrevolución.
Girón, En Mieres, 1950
Porque con todos los disfraces, con todas las argucias tácticas, con todos los inteligentes rodeos que se quiera, en este momento histórico no hay más que dos ideas en la mente de los hombres: revolución o contrarrevolución.
Girón, La justicia social, 1948
La contrarrevolución mantendría el choque eterno entre el privilegio y el hambre. Y la renovación revolucionaria no puede tener más que dos signos: el cristiano, una revolución social y económica de sentidos nacionales, jurada sobre los Evangelios de Cristo y obediente a sus leyes de justicia y amor o la tiranía de un totalitarismo despótico, en el que manos ensangrentadas de verdugos conviertan a los pueblos en carne de explotación y de martirio y quemen en hogueras satánicas veinte siglos de civilización y de fe.
Girón, En Mieres, 1950
La contrarrevolución, que ningún cerebro medianamente equilibrado se atreve a defender, mantendría el choque eterno entre el privilegio y el hambre. Y la renovación revolucionaria no puede tener más que dos signos: el Cristiano, una revolución social y económica de sentidos nacionales, fundada en la justicia, jurada sobre los Evangelios de Cristo y obediente a sus leyes de amor, o la tiranía de un totalitarismo despótico en el que manos ensangrentadas de verdugos conviertan a los pueblos y a los hombres en carne de explotación y de martirio y quemen en hogueras satánicas veinte siglos de civilización y de fe.
Girón, La justicia social, 1948
Esta verdad clara y hosca es la que vibra en nuestra inquietud y mueve nuestro afán. Es necesario transformar el orden económico-social que padecemos, sombrío y paganizado, en un nuevo orden de justicia y de luz, que encarne en su alma y en sus instituciones el sentido espiritual de la vida, el sentido cristiano de la justicia y el sentido nacional de la Patria.
Girón, En Mieres, 1950
Esta verdad clara y hosca es la que centra nuestra inquietud y mueve nuestro afán. Es necesario luchar por la implantación de un orden de justicia y de amor que encarne en su alma y en sus Instituciones el sentido espiritual de la vida, el sentido cristiano de la justicia y el sentido nacional de la Patria.
Girón, La justicia social, 1948
creación de Escuelas de formación, que doten a los trabajadores de una elevada capacitación profesional y técnica y abran al mismo tiempo su pensamiento al sereno estudio de todos los problemas que hoy agitan al mundo.
Girón, En Mieres, 1950
Sueña con la creación de Escuelas de Formación que doten a los trabajadores del arma poderosa de una elevada capacitación profesional y técnica y abran al mismo tiempo su pensamiento al sereno estudio de todos los problemas que hoy agitan al mundo.
Girón, La justicia social, 1948
Hoy todos sabemos que esa libertad económica, que propugna el autoritarismo de ciertas dictaduras plutocráticas en nombre nada menos que de la dignidad y respeto a las intangibles individualidades humanas, significa esclavitud y oprobio para millares de hombres, hermanos nuestros, que también son dignos, que también son libres, que también han sido creados por Dios con un alma inmortal para supremos destinos. Porque no deja de constituir un curioso fenómeno, la manera de discurrir de todos esos cantores de las libertades individuales empeñados en estigmatizar nuestra concepción de atentatoria a la dignidad humana y de autoritaria, cuando la inflexibilidad que propugnamos para el cumplimiento de los deberes sociales no obedece a un regusto soberbio de violencia y de trágala sino a la necesidad de nivelar con una acción enérgica el paralelogramo de las fuerzas. Para ellos la sociedad debe organizarse con una holgura tal, que permita el más amplio juego de los individualismos en todo aquello que su propio individualismo lleva ventaja sobre el de los demás. En una situación así les es posible someter a su poderío, contra toda justicia y por de contado contra toda caridad, a una legión de hermanos cuya debilidad les hace imposible defenderse por sí mismos. Porque no es ni siquiera la bárbara utopía del anarquismo selvático que busca la libertad y la igualdad integrales en una lucha sin arbitrajes en la que cada elemento humano solo debe contar con su propia fuerza para sobrevivir. El anarquismo de las fortalezas económicas está limitado cautamente a su zona de ventaja; no rechaza el empleo de la fuerza y de la coacción por un imperativo de exquisitez sentimental; propugna la, libertad en la esfera que se sabe con seguridad de imponerse y de esclavizar, pero en todos los demás órdenes y precisamente para que nadie perturbe su dictadura impide con inflexibles represiones la libertad de los demás. Esto sin embargo no quiere considerarse como un régimen de fuerza. Pueden vivir en el odio muchedumbres de hombres forzados a la indignidad de una consideración social vergonzosa a la amargura de la miseria y del hambre y no puede hablarse de un régimen incómodo. Se emplean poderosos aparatos de fuerza para defender este orden contra la rebeldía, tan humana, de los vencidos y esto no es un régimen autoritario. No es autoritario ¿para quién? ¿es qué no es la fuerza coactiva del poder económico la que obliga a vivir una sumisión injusta que quisiera evadirse? En cambio si el Estado actúa activamente para evitar el desbordamiento de los débiles, anulando con su intervención esa potencia que los somete a su capricho, si en servicio de una concepción cristiana y justa escrita en un mandamiento divino, impone las condiciones de la paz social, conforme a una fórmula de justicia, el régimen no es libre, el Estado es autoritario ¿autoritario para quién? ¿Es que no redime los hogares de la tristeza, llevándoles la alegría del pan, no los liberta de la servidumbre sometiendo a todos por igual a su obediencia y no afloja las ligaduras dolorosas que atan las vidas, limpiando los corazones de rencor? Lo que sucede es que nos hemos acostumbrado a considerar como normal, por haber vivido mucho tiempo la gran esclavitud del liberalismo, un estado de cosas injusto y siempre se hace un poco cuesta arriba abandonar los hábitos viciosos. La persistencia de un grillete ha deformado el órgano y resulta incómodo el aparato ortopédico necesario para volverlo a la armonía de su línea. No intentamos martirizar el noble juego económico. Propiedad individual sí; iniciativa privada también con las que los talentos de empresa, los avanzados del genio industrial y los ágiles espíritus del riesgo abran nuevos caminos luminosos de progreso y bienestar social; protección y estímulo al honrado interés y a la legítima ambición. Pero libertad, interés y ambición bajo el freno de la ley.
Girón, En Mieres, 1950
Hoy todos sabemos que esa libertad económica, que propugna el autoritarismo de ciertas dictaduras plutocráticas, en nombre nada menos que de la dignidad y el respeto a las intangibles individualidades humanas, significa esclavitud y oprobio para millares de hombres, hermanos nuestros, que también son dignos, que también son libres, que también han sido creados por Dios con un alma inmortal para supremos destinos. Porque no deja de constituir un curioso fenómeno la manera de discurrir de todos esos cantores de las libertades individuales, empeñados en estigmatizar nuestra concepción de atentatoria a la dignidad humana y de autoritaria, cuando la inflexibilidad que propugnamos para el cumplimiento de los deberes sociales no obedece a un regusto soberbio y de «trágala», sino a la necesidad de nivelar con una acción enérgica el paralelogramo de las fuerzas. Para ellos, la sociedad debe organizarse con una holgura tal, que permita el más amplio juego de los individualismos en todo aquello que su propio individualismo lleva ventaja sobre el de los demás. En una situación así les es posible someter a su poderío, contra toda justicia y por de contado contra toda caridad, a una legión de hermanos nuestros cuya debilidad les hace imposible defenderse por sí mismos. Porque no es ni siquiera la bárbara utopía del anarquismo selvático que busca la libertad y la igualdad integrales en una lucha sin arbitrajes en la que cada elemento humano sólo debe contar con su propia fuerza para sobrevivir. El anarquismo de las fortalezas económicas está limitado cautamente a su zona de ventaja; no rechaza el empleo de la fuerza y de la coacción por un imperativo de exquisitez sentimental; propugna la libertad en la esfera que se sabe con seguridad de imponerse y de esclavizar, pero en todos los demás órdenes y precisamente para que nadie perturbe su dictadura impide con inflexibles represiones la libertad de los demás. Esto, sin embargo, no quiere considerarse como un régimen de fuerza. Pueden vivir en el odio muchedumbres de hombres forzados a la indignidad de una consideración social vergonzosa, a la amargura de la miseria y del hambre y no puede hablarse de un régimen incómodo. Se emplean poderosos aparatos de fuerza para defender este orden contra la rebeldía, tan humana, de los vencidos, y esto no es un régimen autoritario. No es autoritario, ¿para quién? ¿Es que no es la fuerza coactiva del poder económico la que obliga a vivir una sumisión injusta que quisiera evadirse? En cambio, si el Estado actúa activamente para evitar el desbordamiento de los débiles, anulando con su intervención esa potencia que los somete a su capricho; si en servicio de una concepción cristiana y justa, escrita en un mandamiento divino, impone las condiciones de la paz social, conforme a una fórmula de justicia, el régimen no es libre, el Estado es autoritario. Autoritario ¿para quién? ¿Es que no redime los hogares de la tristeza llevándoles la alegría del pan, no los liberta de la servidumbre sometiendo a todos por igual a su obediencia y no afloja las ligaduras dolorosas que atan las vidas limpiando los corazones del rencor? Lo que sucede es que nos hemos acostumbrado a considerar como normal, por haber vivido mucho tiempo la gran esclavitud del liberalismo, un estado de cosas injusto, y siempre se hace un poco cuesta arriba abandonar los hábitos viciosos. La persistencia de un grillete ha deformado el órgano y resulta incómodo el aparato ortopédico necesario para volverlo a la armonía de su línea. No intentamos martirizar el noble juego económico. Propiedad individual, sí; iniciativa privada, también, con las que los talentos de Empresa, los avanzados del genio industrial y los ágiles espíritus del riesgo abran nuevos caminos de progreso y bienestar social; protección y estímulo al honrado interés y a la legítima ambición. Pero libertad, interés y ambición bajo el freno de la ley.
Girón, La justicia social, 1948
Y hoy el mundo está de vuelta de sofismas de escribas, maledicencias de fariseos y tergiversaciones habilidosas de aprovechados. La humanidad ha dormido muchos años sobre un lecho de ficciones hasta que aldabonazos de tragedia abrieron sus ojos y al calor de hogueras crepitantes se produjo el deshielo de las mentiras. Hoy ya no cabe ese dulce ir viviendo en amaño y falsía comprando a los hábiles desaprensivos, engañando a los imbéciles y tratando de convencer a los honrados.
Girón, En Mieres, 1950
El mundo está de vuelta de sofismas de escribas, maledicencias de fariseos y tergiversaciones habilidosas de aprovechados. La Humanidad ha dormido muchos años sobre un lecho de ficciones hasta que aldabonazos de tragedia abrieron sus ojos, y al calor de hogueras crepitantes se produjo el deshielo de las mentiras. Hoy ya no cabe ese dulce ir viviendo en amaño y falsía, comprando a los hábiles desaprensivos, engañando a los imbéciles y tratando de convencer a los honrados.
→ “El ministro de Trabajo pronunció ayer en Mieres un discurso trascendental” (La Nueva España, Oviedo, 11, 12 y 14 de marzo de 1950).
→ “Palabras de Girón en Mieres” (Pueblo, Madrid, 14 de marzo de 1950).