Malcolm X
Para el capitalismo es imposible sobrevivir
Pensamiento Crítico, La Habana, junio de 1968, número 17, páginas 5-23.
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I. Entrevista con Jack Barnes y Barry Sheppard
–¿Cómo lo ha descrito a usted la prensa?
–Bien, diestra y premeditadamente la prensa me ha pintado como un racista, un partidario de la supremacía racial, y un extremista.
–¿Por qué es falsa esta imagen? ¿Cuáles son sus verdaderos intereses?
–En primer término, no soy un racista. Estoy en contra de cualquier forma de racismo y segregación, de cualquier forma de discriminación. Creo en los seres humanos y en el respeto a todos los humanos, al margen del color de su piel.
–¿Por qué rompió usted con los Black Muslims?
–No rompí, hubo una división. La división se produjo inicialmente porque se me excluyó, y se me excluyó por analizar con intransigencia los problemas que, desde mi punto de vista, debían, y podían resolverse. Me di cuenta que el movimiento abarcaba demasiadas zonas. No se comprometía en las luchas civiles, cívicas o políticas de nuestro pueblo. Todo lo que hacía era enfatizar la importancia de la reforma moral: no bebas, no fumes, no auspicies la fornicación y el adulterio. Cuando descubrí que los jerarcas no ponían en práctica sus propias prédicas, vi con claridad el fracaso de esa parte del programa.