Filosofía en español 
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Pensamiento Crítico

 
Eduardo Castañeda

Francisco: el héroe bueno y el abolicionismo reformista

Pensamiento Crítico, La Habana, julio de 1969, número 30, páginas 239-248.

Reformismo con esclavitud fue, utilizando términos de Moreno Fraginals la opción política realista de la sacarocracia cubana en las primeras décadas del siglo XIX. Esa fórmula debía engendrar una literatura que, sin embargo, no cristalizó sino en el imperativo de la difusión y fundamentación del primer reformismo como movimiento político y económico.

La narrativa –especialmente la novela– no pudo expresar totalmente esta época: emergió, cronológicamente, después del primer fracaso reformista.

Si la expulsión de los diputados cubanos de las Cortes españolas se había producido en febrero de 1837, las primeras novelas aparecerán entre 1838 y 1840, mostrando, eso sí, la coherencia, y unidad que, según asegura Alejo Carpentier, reclama toda novelística. No fue, efectivamente, un grupo disperso de obras, sino todo un movimiento orgánico. Léase si no: El Espetón de Oro, Excursión a Vuelta Abajo, o la primera parte de Cecilia Váldes de Cirilo Villaverde; Una pascua en San Marcos, y El cólera en la Habana de Ramón Palma; Una nube en el cielo y Amor y dinero de José Z. González del Valle; Antonelli de José Antonio Echeverría y Francisco de Anselmo Suárez y Romero; todas, aparecidas en un término de dos años, van conformando una corriente literaria que, aún cuando no va más allá –en su época– del círculo reducido de las tertulias literarias, son, vistas en una perspectiva histórica, un buen arranque para una literatura por entonces tan incipiente como la cubana.

Pluma en ristre

Acaban de salir los cuatro primeros títulos de la nueva colección del Instituto del Libro, Pluma en Ristre. La colección se ha creado pensando en los nuevos escritores inéditos que hasta ahora sólo contaban, para dar a conocer sus obras, con los concursos nacionales y / o eventuales oportunidades de publicación.

Editar primeras obras supone riesgos, por supuesto: no todos los principiantes llegan a cuajar como verdaderos escritores; sin embargo, aun cuando sólo una parte de los que se den a conocer en Pluma en Ristre continúen su desarrollo literario, se cumplirían plenamente los objetivos de la nueva colección.

Apenas hace falta decir que Pluma en Ristre evoca, en primer lugar, el nombre de Pablo de la Torriente Brau, el de Mella, el de Villena: hombres para quienes la pluma fue, también, lanza, mauser, dinamita: arma, en suma.

Así, la nueva colección, repetimos, abre posibilidades editoriales a los nuevos escritores, al tiempo que los vincula con esos hombres, cuyo ejemplo combativo debe ser inspiración de las búsquedas literarias de los más jóvenes, que han de marchar, exactamente como hicieron ellos, Pluma en Ristre.

Facsímil del original impreso de esta parte en formato pdf