Al mismo tiempo que Occam resucitaba el antiguo nominalismo y comunicaba a la Filosofía esta dirección, seguida y desarrollada después por gran parte de los filósofos que le sucedieron, no faltaron escritores que sostuvieron con brío el honor y prestigio de la escuela realista, entre los cuales merecen especial mención los siguientes:
a) Tomás Bradwardin, natural del condado de Chester, profesor de Teología en el colegio de Morton y más tarde arzobispo de Cantorbery, en donde falleció dos años después de Occam, o sea en 1349, dejando fama merecida de filósofo y de teólogo. [381]
En su obra principal, que lleva por título De Causa Dei contra Pelagium, et de virtute causarum, Bradwardin expone y sigue con bastante fidelidad el pensamiento de Santo Tomás, no sólo en la cuestión de los universales, sino en todas las que toca en sus escritos. Así, vémosle adoptar hasta la teoría especial de Santo Tomás en orden a la premoción física, afirmando que Dios obra inmediatamente en todas las acciones de las causas finitas, y hasta de una manera más inmediata que éstas: nulla res potest aliquid facere nisi Deus per se et immediate faciat illud idem, imo et immediatius quolibet alio faciente.
b) Walter o Gualterio Burleigh, compatriota y contemporáneo de Occam, combatió su teoría nominalista, a la cual apellida via modernorum, en sus comentarios sobre la física de Aristóteles.
c) Roberto Holcot, o más bien Holkot,{1} fue también religioso de Santo Domingo, contemporáneo de Occam, y falleció en 1349, después de haber sido profesor de Teología en la universidad de Oxford. Como su compatriota Bradwardin, defendió el realismo y la doctrina de Santo Tomás, del cual, sin embargo, se separa alguna vez en puntos, o secundarios, o de dudosa interpretación. Así vemos que, no sólo admite la posibilidad de un mundo mejor, en el sentido general del Doctor Angélico, sino que, concretando la cuestión, [382] dice que este optimismo relativo puede referirse a la creación de otro mundo diferente del actual, o con diferencia específica, o con diferencia numérica solamente: Deus potest facere mundum alium ab isto perfectiorem isto, et ejusdem speciei, solum numero differentem ab isto. Secundo, quod potest facere alium perfectiorem, alterius speciei.
Pero lo que hay más curioso y digno de notarse en Holkot, es su discusión acerca de la noción de causa, pues el filósofo dominico, preludiando a la teoría de Hume y otros modernos sobre este punto, afirma que no es posible al hombre conocer con certeza, sino a lo más de una manera más o menos probable, que una substancia o cosa finita es causa eficiente de otras. Así es que, después de aducir y discutir las razones o fundamentos que suelen alegarse para establecer la causalidad eficiente y su cognoscibilidad, concluye diciendo que no es posible el conocimiento cierto acerca de este punto: ergo non est possibile homini scire quae res est causa effectiva alterius, vel scire an aliqua res creata sit causa alterius: ideo dico in hoc articulo, quod nulla est regula ad probandum certitudinaliter unam rem esse causam effectivam alterius, sed tenetur probabiliter quod a est causa b, quando videmus quod posito communiter in diversis locis et temporibus aliquo tali quale est a, statim invenitur aliquid tale quale est b.
Como se ve por estas palabras, que no son más que la conclusión del examen y discusión sobre este punto, Hume pudo hallar en el filósofo dominico del siglo XIV los antecedentes y las bases de su crítica de la idea de causalidad. [383]
Debe advertirse, sin embargo, que Holkot no extiende ni aplica esta doctrina a la voluntad, en la cual reconoce la razón de causa eficiente de sus actos; y contestando a los que objetaban que podría Dios producir el acto de la voluntad sin el concurso o influjo de ésta, responde oportunamente que, admitida esta hipótesis, semejante realidad o acto no sería ni podría llamarse acto de la voluntad, porque Dios no puede hacer que una cosa producida por él sin cooperación de la voluntad sea acto de la voluntad: quando dicitur quod Deus potest facere actum voluntatis, circumscripta omni alia causa, dico quod rem quae est actus voluntatis, Deus posset facere sine voluntate concausante; sed non potest facere quod illa res sit actus voluntatis, voluntate non causante.{2}
El concepto de la libertad y el concienzudo análisis que el escritor dominico hace de la misma, son acaso los más filosóficos y completos que se encuentran en la historia de la Filosofía escolástica. Entre otras cosas notables, dice que la libertad conviene a la voluntad humana por su propia naturaleza, siendo interna y esencial a la misma, de tal manera, que Dios no [384] puede separarla de la voluntad{3} del hombre. Su definición o idea de la libertad coincide con la que los teólogos y filósofos de siglos más recientes han solido dar generalmente, siendo acaso el primero que la formuló en este sentido,{4} que por cierto ha dado origen a disputas y controversias sobre su exactitud científica.
Holkot, que fue, a no dudarlo, uno de los hombres más ilustrados de su época, escribió también de estudios bibliográficos, pudiendo considerarse como el primer bibliófilo de su siglo y el primero que se ocupó de una manera seria y formal de esta clase de estudios. Es cosa averiguada que la curiosísima obra que lleva por título Philobiblon seu de amore librorum et institutione bibliothecarum, es debida a la pluma del dominico inglés, aunque se publicó con el nombre de Ricardo de Bury.
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{1} Así aparece escrito en la antiquísima edición de sus obras, hecha en 1497, cuya portada es del tenor siguiente: Magistri Roberti Holkot super quatuor libros sententiarum quaestiones.–Quaedam conferentiae.–De imputabilitate peccati quaestio longa.–Determinationes quarundam aliarum quaestionum.
{2} Roberto Holkot puede considerarse también como el primer impugnador serio de las opiniones de Occam, refutado frecuentemente por él, aun con respecto a puntos de importancia secundaria, como, por ejemplo, cuando se trata de fijar la inteligencia y la mente de Aristóteles en una cuestión dada. «Utrum Deus sit causa effectiva omnium aliorum a se... Primo videndum quid de illa quaestione senserint philosophi... Quantum ad primum dicit Ockam, quod intention philosophi est quod sic, et hoc probat tali ratione... Sed contra illa arguo, quod non est de mente Aristotelis, etc.» Determinat. quar. quaest., cuest. 11.ª, art. 1.º
{3} «Quod autem voluntas non sit libera per rem additam sibi, sicut dicimus quod aqua est calida, vel aer est lucidus per res additas, probabo quia si sit alia res, Deus posset eam separare a voluntate; consequens est falsum, quia tunc foret voluntas non rationalis, et non potentia rationalis.» Comm. in quat. libros Sent., lib. I, cuest. 3.ª, art. 1.º
{4} «Libertas, escribe, est potestas quaedam qua voluntas, concurrentibus omnibus causis requisitis ad suum effectum, habet quod possit cum eis coagere, et ponere actum suum in effectum, vel non ponere.» Ibid., art. 2.º