Enfrente, y al lado de los admiradores de Platón y de los restauradores de sus teorías más o menos [20] modificadas, apareció la escuela aristotélica, representada primero por los escritores venidos de Grecia, y después por sus discípulos y sucesores en diferentes naciones de Europa, y con particularidad en Italia. La escuela aristotélica del Renacimiento no representa la doctrina pura de Aristóteles, así como la platónica tampoco representaba la doctrina pura del filósofo que le dio nombre, sino que representa la doctrina del Estagirita, ora amalgamada con algunos elementos platónicos, o al menos con ideas personales, ora modificada por las interpretaciones y comentarios de Alejandro de Afrodisia y de Averroes. De aquí es que la escuela aristotélica de esta época de transición, dejando a un lado la aristotélico-escolástica, se puede dividir en escuela greco-aristotélica, escuela aristotélico-alejandrina y escuela aristotélico-averroísta.
Los principales representantes de la primera son:
a) Jorge Escolar (Scholarius), apellidado también Gennadio, que falleció en 1464, siendo Patriarca de Constantinopla. Hallándose en Italia con motivo del Concilio de Florencia, publicó un libro en que defiende a Aristóteles contra los ataques apasionados y las acusaciones infundadas de su compatriota Gemisto Plethon. Escribió también comentarios sobre la Introducción de Porfirio y sobre gran parte del Organon de Aristóteles. Tradujo además al griego varias obras de Santo Tomás y de algunos otros escolásticos, incluso el tratado De sex principiis de Gilberto de Poirée. Así es que su aristotelismo no es puro, sino que presenta bastante afinidad con el que entraña la Filosofía escolástica.
b) Jorge de Trebisonda es el segundo representante [21] de la escuela greco-aristotélica de esta época. Dedicó parte principal de su larga vida (1396-1486) a traducir del griego al latín las obras de Aristóteles, acompañando algunas de ellas con comentarios, en los que se nota cierta amalgama de las ideas de Cicerón con las de Aristóteles. En su obra original, Comparatio Platonis et Aristotelis, combate vivamente a Plethon, a quien acusa, no sin algún fundamento, de pervertir y desfigurar la religión cristiana y de pretender sustituirla con una especie de religión neoplatónico-pagana.
c) Teodoro Gaza, natural de Tesalónica, aunque amigo de Besarion, combatió las conclusiones antiaristotélicas de Gemisto, ejerció activa propaganda en favor de la doctrina de Aristóteles, vertiendo al latín sus tratados de ciencias físicas y naturales.
d) Juan Argyropulo, oriundo de Constantinopla, y que murió en Roma año de 1486, contribuyó también a la propaganda aristotélica por medio de las traducciones de los libros De Coelo, De Anima, del Organon y de la Ethica ad Nichomacum.
e) A estos escritores griegos puede añadirse Santiago Lefèvre, partidario y propagador del aristotelismo y natural de Etaples (Jacobus Faber Stapulensis), en Francia, del cual escribe Reuchlin: Gallis Aristotelem Faber Stapulensis restauravit. Explicó y parafraseó muchas obras de Aristóteles, cuyas ideas y doctrina sigue en muchos puntos, pero amalgamándolas con otras más o menos extrañas y originales, y resucitando, en ocasiones, las tendencias algún tanto escépticas y positivas de Nicolás de Cusa.
f) Agrícola (Rodolfo, 1442-1485) merece también plaza entre los representantes de la escuela aristotélica [22] del Renacimiento. Después de estudiar Filosofía en Lovaina, pasó a Italia, dedicándose allí al estudio de los clásicos, bajo la dirección de los sabios venidos de la Grecia, y principalmente de la de Teodoro de Gaza. Siguió en Filosofía la dirección de este último, esforzándose a conocer y enseñar la doctrina genuina de Aristóteles, y exponerla en latín puro y elegante. En su obra De dialectica inventione, especie de amalgama de lógica y retórica, calcada sobre las ideas de Aristóteles, Cicerón y Quintiliano, disertó con bastante acierto y con puro lenguaje acerca de la naturaleza, utilidad y recto uso de la lógica.