Patricio de Azcárate Corral (1800-1886) | Sistemas filosóficos modernos, Madrid 1861 |
Parte tercera: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 primera segunda |
Patricio de Azcárate Corral, Exposición histórico crítica de los sistemas filosóficos modernos y verdaderos principios de la ciencia, Mellado, Madrid 1861, tomo 4, páginas 95-106.
Grave, gravísima es la situación en que me encuentro cuando del juicio general consignado en el capítulo anterior, tengo que presentar en detalle mis opiniones sobre el sistema del mundo bajo la base psicológica, pero lo que no alcance mi entendimiento, lo suplirá el fin noble que guía mi pluma. Hemos visto la marcha que ha llevado el espíritu humano en sus indagaciones filosóficas desde el renacimiento. Fortificado con las luchas de la escolástica en la edad media, preparó su emancipación en el renacimiento y en medio del combate de todos los sistemas de la antigüedad, qne fueron renovados y de la guerra que unos a otros se hicieron, se reconoció el espíritu con fuerzas que no creía tener, y poniendo en tela de juicio el principio de autoridad, resentido ya con los descubrimientos físicos, astronómicos y geográficos del siglo XVI, que minaban por su base las antiguas y venerandas hipótesis, vio que también la razón tiene sus elementos propios y que podía anchamente edificar por su cuenta. Asi lo ha hecho, y la exposición de los sistemas filosóficos que acabamos de examinar son una prueba de esta verdad. No son perfectos, como lo he hecho ver, descubriendo el vicio que interiormente les corroe, pero en medio de su imperfección ¡cuántos bienes, qué de ventajas inmensas han proporcionado a las artes, a la industria, a la moralidad y cultura de los pueblos! Sólo la independencia de la razón proclamada por Descartes, cuando el principio de autoridad estaba en su apogeo, causó una verdadera revolución en los ánimos y la filosofía recibió una dirección desconocida en sus indagaciones. No fué menor la causada por Bacon, proclamando el método inductivo en el estudio de la naturaleza. Los grandes descubrimientos de Newton, Galileo y otros, y cuantos se están haciendo en las ciencias naturales, sirven de prueba de no ser perdidos nunca los trabajos científicos en filosofía, por más que recaigan sobre sistemas erróneos, porque el genio que los inventa siempre deja a la posteridad algún legado honroso, siempre descubre algunas verdades que aumentan el fondo de riqueza de la humanidad.
Facsímil del original impreso de esta parte en formato pdf