Rodolfo Gil Torres 1901-1975
Rodolfo Gil Torres nace en Andújar, Jaén, el 5 de junio de 1901, hijo de María de la Concepción Torres Villar y de Rodolfo Gil Fernández. Al deshacerse pronto este matrimonio, el niño Rodolfo Gil Torres vivirá desde los tres años con su abuela paterna, Carmen Fernández Colón, hasta que ésta fallece en Madrid, cuando el nieto tiene dieciocho años (“A su distinguida familia, y especialmente a sus hijos, nuestro querido compañero en la Prensa D. Rodolfo, y D. Manrique, actor de la Latina, enviamos la expresión de nuestro sentido pésame”, La Correspondencia de España, 26 diciembre 1919; “Enviamos el pésame muy sentido a nuestro paisano y compañero en la prensa de Madrid don Rodolfo Gil con motivo del fallecimiento de su señora madre doña Carmen Fernández Colón, ocurrido en la Corte”, Diario de Córdoba, 28 diciembre 1919).
en proceso
★ 1927 Acuña el apellido “Benumeya” y meses después estrena el pseudónimo “Gil Benumeya”
El término “Benumeya” es introducido por Rodolfo Gil Torres en abril de 1927, bajo su advocación “Benomar”, en artículo publicado en África, Revista de Tropas Coloniales que dirigía en Ceuta el general Francisco Franco. No hemos visto, por ahora, prueba impresa anterior de la voz “Benumeya”. Y ahí junta en un párrafo frase del “filósofo y político turco” Ahmed-Riza-Bey; otra de Gandhi, “el apóstol indio, quizás el hombre más grande del siglo actual”, y otra de Omar Benumeya, es decir, discreta pseudoautocita (además seguramente inédita) de Benomar:
«“Cristo, mestizo de árabe y hebreo ha sido tan olvidado y no-escuchado como los demás orientales sus paisanos” dice por último Omar Benumeya.» (Benomar, “El misticismo de los patriotas orientales de Asia”, África, Ceuta, abril 1927, nº 28, pág. 22.)
★ 1928 Gil Benumeya, Ni Oriente ni Occidente. El Universo visto desde el Albayzín
Sin fecha, pero en marcha su difusión en agosto de 1928, firma Rodolfo Gil Torres, con su alias “Gil Benumeya”, el libro Ni Oriente ni Occidente. El Universo visto desde el Albayzín, CIAP, Madrid 1928, 264 páginas, en cuya propaganda puede leerse: “Gil Benumeya. Bajo este pseudónimo se encuentra al ensayista estudioso, meditador, enterado de los problemas que trata y que, casi siempre, son –acierto en escoger su denominación de altavoz– armonías al Benumeya: Temas del Mediodía”. El libro hace constar que forma parte de la “Biblioteca Hispano-Marroquí” de la Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, S. A.
Índice de Ni Oriente ni Occidente. El Universo visto desde el Albayzín:
Rasgueo. En el nombre de Dios, clemente y misericordioso.– A modo de prólogo.– Hacia una metodología granadina.– Semitismo de Europa, 7 ❦ Negro, Aparición del mundo meridional.– Las palabras “Oriente”, “Occidente”.– Una tercera palabra: “Mediodía”.– Las características de “Oriente”, “Occidente” y “Mediodía”, según el semitismo.– El problema de la Jerarquía y la diversidad.– La idea “hombre” en los tres grupos de Humanidad.– Precedentes musulmanes a Bergson.– Fatalismo musulmán, 11 ❦ Azul. La esencia del Islam.– La emoción islámica en Granada.– Más fatalismo musulmán: El Kismet o Sino meridional.– Hacia una unidad del monoteísmo.– Teoría y práctica de la religión musulmana.– La “Yemaa” o consensus del Islam.– La moral musulmana, 49 ❦ Amarillo. Divagaciones en torno al arabesco.– Ante las ruinas de la Alhambra.– Arabesco bereber y andaluz.– La deshumanización del arte, según Ortega y Gasset: Un pequeño comentario andaluz.– Teoría estética del arabesco.– Realicismo mágico.– El “Auriga” helénico, símbolo primario del Mediodía, 93 ❦ Rojo. Introducción al Casticismo.– Los problemas de la diversidad y la “Cultura” en Europa.– Hacia una articulación musulmana y andaluza de la “Cultura”.– Una ciencia extraña: la “GEOPSIQUIA”.– “Hondura” y “Flamenquismo”.– El Islam ante los problemas “Raza”, “Pueblo”, “Nación”.– El “hombre-ejemplo” en el mundo semita.– El amor, suprema realidad, 135 ❦ Blanco. Amor, Muerte y Baño.– Granada, centro del mundo.– El Albayzín y su valor supremo.– La rosa de los vientos o el Universo desde el Albayzín.– El mundo ibérico y la “Cultura” andaluza.– Preparación para el estudio del amor.– Muerte y Baño.– El Cante andaluz, esencia de todas las posibilidades raciales, 191. ❦ Es-Selam. Resumen final.– La cueva del Moro Muza.– El valor de la ciencia.– La continuidad del andalucismo, 262 ❦ Obras del autor, 267.
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«Los Libros. “Ni Oriente ni Occidente” (El Universo visto desde el Albaicín), por Gil Benumeya.
Gil Benumeya. Bajo este pseudónimo se encuentra al ensayista estudioso, meditador, enterado de los problemas que trata y que, casi siempre, son –acierto en escoger su denominación de altavoz– armonías al Benumeya: Temas del Mediodía. En el libro de ahora, “Ni Oriente ni Occidente”, ese Mediodía adquiere fuerza, claridad, pureza y se revela como factor importantísimo del problema tan latente, tan actual. “Ni Oriente ni Occidente”: enemigos encarnizados e inconciliables, para unos; puntos distantes, pero que, a veces, se acercan para tener contactos y simpatías entre sí, según otros, estaban –hasta el momento– para todos, en soledad, frente a frente en sus amistades y enemistades, en sus coincidencias y disparidades. Nadie había pensado en variar la escena y la escena estaba, sin embargo, abierta al aire de la intervención. Gil Benumeya la cambia. Entra el Mediodía. Otra escena nueva tiene, pues, lugar. Ante todo hay que decir que la variación, que la intervención, no es, en modo alguno, capricho del pensamiento del escritor: es fruto de la meditación, del examen muy detenido, del conocimiento serio, fundamentado, de la región cuyos pensamientos y civilización estudia muy fervorosamente. Su lema es el Mediodía –de tantos y tan admirables matices– del cual lo espera todo, al cual hace factor importantísimo, y aún más, factor principal. “Ni Oriente ni Occidente”: Mediodía. El escritor, el ensayista lo defiende, lo “coloca”.
El libro de Gil Benumeya se abre por un interesantísimo rasgueo de su guitarra –pensamiento aquí– en el Albaicín de su Granada a la que declara último baluarte del andalucismo: “El renacimiento del semitismo en el Levante –dice– se centraliza en torno de una ciudad vieja, Jerusalén. El renacimiento del semitismo en el Poniente tiene por base a Granada...” Luego, tras el rasgueo, comienzan los colores –capítulos del libro– por los que pasan –pasan en las páginas y se fijan en la mente– ideas acertadas y justas, sugerencias de lecturas múltiples y detalles de especialista.
Gil Benumeya parte de la fórmula de Spengler sobre las civilizaciones y hace sus estudios personales bien dirigidos, inteligentemente afinados, de tal manera que solamente podía obtener el resultado que consigue: un libro interesantísimo, una entrada por la puerta grande del protagonista del problema que considera, del personaje nuevo u oculto –Mediodía– que Benumeya hace aparecer.»
(El Liberal, Sevilla, miércoles 1 agosto 1928, pág. 5. El último párrafo no figura en la versión sevillana de esta nota publicitaria, pero sí en la versión de El progreso, diario liberal, Lugo, domingo 5 agosto 1928, pág. 3.)
“Extraño libro el que acaba de publicar nuestro casi paisano Gil Benumeya, bajo el título de “Ni Oriente ni Occidente. El Universo visto desde el Albaycín”. El autor, hijo de un buen escritor que en sus años mozos cultivó el cordobesismo local, y luego amplió sus horizontes desde el alcor cortesano, de Rodolfo Gil, en una palabra […] Tomando la cita de un gran escritor árabe granadino contemporáneo, el Emir Rahman Jizari, descendiente directo del último Nazarita legítimo de Granada, dice que las saetas andaluzas derivan de los cantos de los muecines en las Mezquitas de Córdoba, Granada y Málaga, que a sus pregones convocando a la oración, añadieron oraciones y lamentaciones versificadas…» (Rafael Omeya [Rafael Castejón Martínez de Irazala (1893-1986)], “Clepsidrario. La supremacía del Sur”, Diario de Córdoba, viernes 31 de agosto de 1928, pág. 1.)
★ 1928 Acuña el rótulo “Marruecos andaluz” dentro de su programa ejercitado de “Andalucismo marroquí”
Rodolfo Gil Torres acuña el rótulo “Marruecos andaluz” mientras se estaba imprimiendo Ni Oriente ni Occidente, libro que inicia su andadura pública en agosto de 1928, y donde aún no lo utiliza. Rodolfo Gil, casi treinta años después, sitúa hacia 1925 y 1926 el momento del lanzamiento de su “programa personal” de “Andalucismo marroquí”:
«Hacia los años 1925 y 1926, en la Revista de Tropas Coloniales (años después, revista África), que desde Ceuta dio nuevos rumbos triunfales al marroquismo y el africanismo españoles, yo traté de recoger uno de los fondos de la relación natural que amenazaban perderse, lanzando un programa personal de “Andalucismo marroquí”, que entonces llegó a ser objeto de discusiones e irradiaciones diversas dentro y fuera de Marruecos. Veinticinco años después pueden recogerse las líneas generales de dicho programa, comprobando cómo puede también contrarrestar otros errores nuevos.» (Rodolfo Gil, España Tingitana, CSIC, Madrid 1955, pág. 5.)
El rótulo “andalucismo marroquí” sí que aparece utilizado en 1942 un par de veces, en Marruecos andaluz, pero no hemos visto todavía usos anteriores a esa fecha, por lo que tal parece que rotular así aquel “programa personal”, que sin duda estaba ejercitando de hecho el autor, parece más bien reconstrucción de su memoria biográfica y conceptual en 1955.


El rótulo “Marruecos andaluz”, sintagma que no hemos visto utilizado en español con anterioridad, irrumpe públicamente mediado junio de 1928, en su artículo, “Turismo africano. Marrakex, la Atlántida”, publicado en la revista gráfica y literaria Estampa:
“La huella de España. Pero en Marrakex, resumen del Marruecos africano, hay algo del Marruecos andaluz. Restos dispersos y aniquilados, pero esenciales para conocer plenamente la Edad Media española.” (“Turismo africano. Marrakex, la Atlántida”, Estampa, Madrid, 19 de junio de 1928.)
Rótulo que, en plena postguerra, titulará uno de sus libros más difundidos, con segunda edición justo un año después (los colofones respectivos aseguran que tales ediciones se terminaron de imprimir “el día 22 de febrero de 1942, IV aniversario de la liberación de Teruel” y “el día 22 de febrero de 1943, V aniversario de la liberación de Teruel”.)
★ 1929 Gil Benumeya, Mediodía. Introducción a la historia andaluza
También publicado por CIAP en Madrid, su colofón dice que se terminó de imprimir “a primeros del mes de agosto del año de Nuestro Señor Jesucristo de 1929”, pero su difusión no comenzó hasta ya entrado el mes de septiembre. Mientras que los ejemplares de Ni Oriente ni Occidente pregonan que la obra forma parte de la “Biblioteca Hispano-Marroquí”, en los de Mediodía no figura nombre de colección alguna.
Sin embargo en los catálogos de CIAP sí que figura Mediodía formando parte de la “Biblioteca Hispano-Marroquí - Biblioteca de los Sefardíes” (dirigida por Manuel L. Ortega), tanto en el Catálogo General (Madrid 1928, pág. 46) como en el fechado Madrid 1930 (pág. 36), ofreciendo ambos otro subtítulo para esta obra: “Introducción al estudio de la España árabe actual”.
Índice de Mediodía. Introducción a la historia andaluza:
“Los Hijos del Sol”, 5 · El territorio andaluz, 10 · “Andalucía, tierra ibérica”, 14 · “Toros y caballos”, 19 · “El cante hondo”, 22 · El Imperio Omeya, 27 · El maravilloso mundo del Levante, 40 · Los Omeyas en el Islam, 46 · Los Omeyas en Iberia, 55 · Hispanismo, 57 · Iberismo, 68 · Andalucismo, 73 · Antes del Imperio, 74 · Período Omeya, 92 · Período africano, 95 · Período morisco, 105 · Las tradiciones de Algarabía, 118
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«Bibliografía. Gil Benumeya. “Mediodía”. Introducción a la Historia Andaluza. Compañía Ibero-Americana de Publicaciones. Madrid.
Acaba de aparecer el libro que hacía falta. La llave que abre paso a la historia andaluza, base de la española y la americana, eje de África y factor decisivo en la formación de Europa. Gracias a “Mediodía” podemos empezar a comprender la verdad sobre el cuerpo y el alma de la península ibérica.
“Mediodía” es lo más fecundo que se ha hecho en relación a Andalucía, África y América. “Mediodía” tiene un ilimitado poder de invocación a la acción más dinámica. “Mediodía” es, a toda la literatura sobre la España árabe y la cuna del Nuevo Continente, lo que la historia de Wells o el Spengler son a las demás obras sobre la historia universal.
Un libro reducido, pero completo, como la más voluminosa y prolija enciclopedia, un libro que, al propio tiempo que da noticia de cuanto interesa al conocimiento de Andalucía –Centro del mundo– en el orden científico, reviste la amenidad y el propio hechizo de una novela apasionante; un libro, en fin, que al par que puede contar entre los llamados de fondo o de consulta, es también de ameno entretenimiento y de bella literatura. Tiene este libro algo muy marcado de las puras obras de arte; no sólo iluminan la inteligencia, sino que también caldea el corazón.
Porque la personalidad del autor rebosa la estrecha superficie de sus libros. Gil Benumeya es un hombre que da puñetazos, un espíritu formidablemente dinámico. Fuerte, solo, enamorado de la acción, instintivo genial que ha nacido para mover y meter el fuego de la acción en los demás. Todas sus ideas son fuertemente originales. Viviente encarnación del Mediodía, hora de luz y sombra duras y fuertes.
Por eso los libros de Gil Benumeya tienen un valor de algo vivo. Especialmente este de “Mediodía”, que acaba de aparecer, y es ya una preparación indispensable para comprender la historia española americana y marroquí. Libro que todo andaluz, todo canario, todo español de África, debe leer y guardar como una Biblia Civil.»
(El Adelanto, Salamanca, viernes 13 septiembre 1929, pág. 10. El Telegrama del Rif, diario apolítico defensor de los intereses de España en Marruecos, Melilla, sábado 14 septiembre 1929, pág. 6. La Última Hora, Palma de Mallorca, lunes 16 septiembre 1929, pág. 4. El Liberal, Madrid, miércoles 18 septiembre 1929, pág. 3. El Día, periódico de la mañana, Palma de Mallorca, miércoles 18 septiembre 1929, pág. 1. Diario de Alicante, Alicante, 1 octubre 1929, pág. 2.)
«Al Islam de España le han llamado y nombrado: LOS MOROS. Sabios arabistas de casa y de fuera han demostrado que eso de LOS MOROS no fue una invasión extranjera, sino un partido político nacional propagado por un grupo de orientales; 32.500 soldados de Tariq y Muza en la primera ocupación militar; 20.000 sirios pocos años más tarde. Y nada más. Con sólo esta fuerza el Islam se hizo mayoría en pocos años. Siendo del Islam la gran masa de población al sur del Duero. Rápidamente. Vertiginosamente. Creada de pronto con españoles que se habían pasado a la nueva idea de moda.» (Rodolfo Gil Benumeya, “Presentación del Islam”, Pueblo. Diario del trabajo nacional, Madrid, 29 noviembre 1941, pág. 3)
A finales de 1941, diez días después de Pearl Harbor (“salta ahora el entusiasmo japonés por encima de las fronteras y pone la proa hacia horizontes de pólvora”), introduce Rodolfo Gil en español el concepto o idea conceptualidora “Arabidad”, en un artículo dedicado precisamente a “Japón y el Islam. Árabes y japoneses”, recurriendo al formato subjetivo esencial que se alcanza en español mediante el sufijo hipostático “-dad”, concepto o idea, dice él, con que pretende verter a la lengua “lo que ellos llaman urubah”.
«Semejanzas sorprendentes que se acentúan en Egipto, metrópoli de la Arabidad. Hay en los ojos largos de los hijos del Nilo y en su carne fácilmente dorada un lejano eco de niponismo.» (Rodolfo Gil Benumeya, “Japón y el Islam. Árabes y japoneses”, Madrid, diario de la noche, Madrid, 17 diciembre 1941, pág. 5.)
«Es América el sitio donde las dos ideas semejantes de Hispanidad y Arabidad se mezclan y abrazan todos los días para luchar juntas por los mismos ideales. Gustan los árabes de América de comparar sus dos tierras de origen y residencia, viendo entre ellas hermandades y paralelismos. Sienten los árabes un idéntico destino que les hace convivir gozosos con los criollos. Esa misión sólida de Hispanidad y Arabidad es para la Patria española doble motivo de relación estrecha. Por árabe y por americana. […] En América es lo árabe apoyo frente a lo judío, disolvente y agente de lo yanqui.» (Rodolfo Gil Benumeya, “Arabidad e Hispanidad” (África. Revista española de colonización, Madrid, enero 1942, 1:19-23.)
★ 1942 Rodolfo Gil Benumeya, Marruecos andaluz, Ediciones de la Vicesecretaria de Educación Popular, Madrid 1942, 208 páginas
El libro Marruecos andaluz se termina de imprimir, si hemos de creer lo que dice su colofón, “el día 22 de febrero de 1942, IV aniversario de la liberación de Teruel”. No utiliza el autor en este libro, ni una sola vez, el término “arabidad”, por lo que cabe suponer que el original de esta obra ya estaba en imprenta antes de que Benumeya incorporase tal concepto a su repertorio, en diciembre de 1941.
Este libro fue publicado por la Vicesecretaria de Educación Popular de la Falange Española Tradicionalista y de las J. O. N. S. (Monte Esquinza, 2), entidad creada ocho meses antes (Ley 20 de mayo de 1941 de la Jefatura del Estado, firmada ese día por el general Francisco Franco y publicada en el BOE de 22 de mayo de 1941), cuando decide el régimen transferir al Partido todas las funciones y competencias de “los Servicios de Prensa y Propaganda en atención a la sustantividad de su significación doctrinal y política”.

Introducción, 5 ❦ I. Penibética y Estrecho, 11 · Iberia y Berbería, tierras iguales, 12 · Aparición del Estrecho de Gibraltar, 13 · Geografía física de Andalucía, 18 · La Andalucía oriental, 20 · La penibética marroquí, 22 · El valle del Sebú y el Atlas central, 28 · La raza de Cogul y el paleolítico, 30 · La raza ibero-bereber, 33 · Llegada a España de los iberos, 35 · El bereber verdadero y el falso bereber, 36 · Coincidencias entre bereberes y españoles, 38 ❦ II. Los siglos sirios, 41 · Llegada a Andalucía-Murcia de los primeros orientales, 42 · Civilización tartesia y raza de Tartis, 45 · El gran reino de los tartesios, 47 · Arabia del Sur, cuna de los fenicios, 49 · Llegada de los tirios a la Península Ibérica, 52 · Griegos y cartagineses, 54 · Invasión de los celtas y reconquista de los iberos, 56 · Iberismo de los celtíberos, 58 · Cartago, Roma y las guerras púnicas, 60 · Andalucía, romana, y Marruecos, provincia andaluza, 63 · Común destino de Andalucía y Siria bajo Roma, 64 · Béticos, bizantinos y árabes, 68 ❦ III. Damasco y Córdoba, 71 · Origen de los árabes, 72 · Referencias célebres sobre los árabes, 74 · Los árabes del período helenístico, 76 · Los árabes, amigos de Roma, 78 · Bizancio y la Meca, 82 · El Jalifato Omeya de Damasco, 85 · Abderramán I y los rifeños, 87 · El peligro de los fatimíes, 90 · El imperio andaluz en Marruecos, 92 · Los Omeyas, reyes de España, 97 ❦ IV. Taifas y Sultanatos, 101 · Fin y terminación de los cinco mil años sirios en Andalucía, 102 · Zona civil y zona militar en el Imperio cordobés, 104 · Taifas y destrucción del Imperio Omeya, 110 · La invasión de los almorávides, 111 · La invasión de los almohades, 114 · Revuelta andaluza contra los almohades y huelga de andaluces, 117 · San Fernando y la andalucización del reino castellano, 119 · Restos andaluces en Marruecos, 122 · Granada, Fez y Tremecén, reinos semejantes, 124 · Origen andaluz del Islam marroquí, 130 · Superioridad de los místicos andaluces sobre los de Oriente, 132 · Los morabitos guerreros en el Sahara, 135 ❦ V. Colonias andaluzas en Marruecos, 139 · Separación de Andalucía y Marruecos, 140 · Fez, la sentimental, 142 · Andaluzamiento intensivo de Yebala, 145 · Tetuán, la tranquila, 149 · Rabat, la alegre, 154 · Emigraciones sueltas a Argelia y Túnez, 157 · Supervivencia de la música de corte granadina, 161 · Amor de los marroquíes a la música andaluza del “ala”, 164 · Salvación de la música del “ala” en Marruecos, 166 · Emigración a Marruecos de la arquitectura andaluza, 167 · Los cuatro tipos de la casa mora, 170 · Las casas pobres andaluzas en Marruecos, 173 · Industrias artísticas andaluzas en Marruecos, 174 ❦ VI. Origen árabe del casticismo andaluz, 177 · Andalucía, puente entre lo español y lo árabe, 178 · Andalucía, museo vivo de orientalismo perdido en Oriente, 180 · Aspectos árabes en Andalucía y en los andaluces, 184 · Entusiasmo árabe por Andalucía, 187 · El folklore andaluz, heredero del Oriente, 192 · Un arabista español confirma el entusiasmo de los árabes, 196 · Movimiento arabófico del campo andaluz, 199 · Movimiento arabófilo de los intelectuales granadinos, 203.
«Movimiento africanista. […] Publicaciones. Han aparecido últimamente: “El momento de España en Marruecos”, por Enrique Arqués. “El Marruecos andaluz” por Rodolfo Gil-Benumeya. Ambos abordan interesantes temas, sobre nuestra presencia en el Mogreb, con un punto de vista netamente español que se documenta en valiosos fundamentos.» (Pueblo, Madrid, 20 de mayo de 1942, pág. 3.)
«Rodolfo Gil Benumeya: Marruecos andaluz, Editora Nacional. Otro tema, el de Marruecos andaluz, de Rodolfo Gil Benumeya, más que un paralelismo, queda en identidad entre las tierras que separan las aguas del Estrecho de Gibraltar. “España y el Norte de África son las dos mitades de una fruta partida”, se nos dice en las primeras páginas; y sobre ello, de la tierra –Penibética y Estrecho– nos pasa al tiempo –Los siglos sirios, Damasco y Córdoba, Taifas y Sultanatos–, para llegar a las tierras y días de hoy con Colonias andaluzas en Marruecos y Origen árabe del casticismo andaluz, que son, en total, los capítulos que llenan la obra. La hábil disposición del contenido del libro está truncada por títulos de apartados que nada dicen, o tan sólo especifican detalles, pero que rompen y fatigan la atención del lector. El fondo de este libro es mimetismo puro, salvado gracias al color y emoción con que Gil Benumeya siente todo lo marroquí, y también por aquellas frases de delicado lirismo que, inermes, justifican detalles de una civilización perdida y son germen de costumbres remotas que aún persisten. Se nos habla de las leyes en verso que tenían los tartesios como estigma de la escuela poética andaluza moderna; de todo un sino clásico de nuestra vida, sintetizado en ese impulso de “o todo o nada” tan árabe, pero también tan humano y universal, con que se mide el primer esfuerzo de toda empresa. Otras veces, el autor, por querer probar vestigios, desorbita visiones. El cuento de que los franceses oyeron llamar “Carmen” a los obreros excavadores que desenterraron la “Dama de Elche” como prueba evidente de su andalucismo hispano-oriental, cae en el vacío. El obrero que la descubrió, Maciá se llamaba, así como la multitud del pueblo que la contempló no estaba intuitivamente trascendida a estos problemas. Igualmente nos ocurre con los franceses, que tardaron en calificarla hasta de sexo. Demasiado creada esta historia1 de la “Dama de Elche” en la Prensa actual, como un pequeño y recuperado Gibraltar levantino y artístico, también se dijo de ella que “no sabía sonreír”. Ello es suficiente para demostrar que no tiene ningún andalucismo. El fundamento del Islam por el misticismo español o el origen de un 80 por 100 de) catecismo andaluz en el árabe nos parece exagerado. Se puede decir que es éste un libro de un europeo con alma oriental. Pero sobre cuantos reparos se les pueda poner, hemos de salvar el capítulo de colonias andaluzas, puro, limpio, armonioso y fulgurado con un rayo de sol que traspasa la gracia de un arabesco.» (“Noticias de libros”, Y, revista para la mujer, editada por la SF de FET y de las JONS, Madrid, diciembre 1942, nº 59, pág. 49.)
«Marruecos andaluz. Es una publicación de las Ediciones de la Vicesecretaria de Educación Popular que, debida a Rodolfo Gil Benumeya, centra y estudia el problema históricopolítico de la nación andaluza marroquí.» (El Español, Madrid, 26 diciembre 1942, año I, nº 9, pág. 13.)

«Cuatro segundas ediciones de las publicaciones de la Vicesecretaria de Educación Popular. Manuel Ballesteros Gaibrois: España en los mares. […] Enrique Arqués: El momento de España en Marruecos. […] Rodolfo Gil Benumeya: Marruecos andaluz. Enfoca el autor como lo que es y será siempre Marruecos, el problema español más importante, desde un punto de visto dispar, pero no menos esencial que la publicación anterior. En realidad, este Marruecos andaluz, de Rodolfo Gil Benumeya, es un sustancioso esquema histórico de la ligadura geopolítica que nos une a ese Marruecos que él adjetiva como andaluz. Desde los orígenes antes de la Historia hasta el temblor caliente y en pañales del joven Marruecos, se estudian los contactos mutuos de los dos pueblos a través del Estrecho, mediante una visión rápida y cautivadora. […] Dario Fernández Flórez: Breviario de Mío Cid» (El Español, Madrid, 5 junio 1943, nº 32, pág. 12.)
La segunda edición de Marruecos andaluz tiene el mismo número de páginas y el índice se corresponde en su paginación en ambas. La cubierta, sin embargo, ha sido renovada, y quizá no solo para captar la atención de nuevo público o indicar el pseudónimo del autor (ausente en la cubierta de la primera). La cubierta de 1942 parece inspirada por la dedicatoria de Ni Oriente ni Occidente de 1928: “A los tres pueblos semitas del Poniente, que viven bajo la bandera de España: los Andaluces, los Sefardíes, los Marroquíes”: personaje con chilaba, que apoya su mano en musical instrumento, contempla dos símbolos inequívocos: la estrella de David y la torre de la Kutubía de Marrakex, hermana de la Giralda. Sin embargo en la cubierta de 1943 se prescinde del motivo antropomorfo y sólo la Kutubía, o la Giralda, proyectan su sombra sobre el Estrecho. Cosas de los editores, agentes de prensa y propaganda de la Vicesecretaria de Educación Popular de la Falange Española Tradicionalista y de las J. O. N. S.
No nos hemos entretenido en compulsar ambas ediciones frase a frase, pero no podemos dejar de ofrecer aquí sus diferentes finales:
Marruecos andaluz, Madrid 1942, páginas 204-205
Luego vinieron muchos nombres granadinos preocupados por lo árabe. Los arqueólogos y sabios de fama mundial Manuel Gómez Moreno y su padre. Arquitectos Contreras y Leopoldo Torres Balbas, restauradores de la Alhambra. Literatos como Villaespesa y Fernández y González. Salvadores de las industrias locales como Mariano Bertuchi y Miguel Álvarez Salamanca. Pintor de evocaciones legendarias como Morcillo. Músicos como Ángel Barrios. Y nombres de múltiples actividades, como el de Antonio Gallego Burín, que estuvo a punto de hacer una gran Exposición Hispano-Árabe y que ha hecho y hace muchos actos árabes. Y muchos más: los Seco de Lucena, padre e hijo; Navarro Pardo, García Lorca, &c. Todo ese arabismo local basado en la cultura y el arte ha hecho que se establezca en Granada la Escuela de Estudios Árabes, instalada en un antiguo edificio musulmán y que realiza una acción científica muy seria desde 1932. En ella estudian y viven muchachos marroquíes, que dan a Granada otra vez el necesario espectáculo de chilabas blancas y el eco de palabras árabes que reclaman su paisaje y su Alhambra.
Marruecos andaluz, segunda edición, Madrid 1943, páginas 204-205
Luego vinieron muchos nombres granadinos preocupados por lo árabe. Arqueólogos y sabios de fama mundial, arquitectos, restauradores de la Alhambra, literatos, salvadores de las industrias locales, músicos…. Todo ese arabismo local basado en la cultura y el arte ha hecho que se establezca en Granada la Escuela de Estudios Árabes, instalada en un antiguo edificio musulmán y que realiza una acción científica muy seria desde 1932. En ella estudian y viven muchachos marroquíes, que dan a Granada otra vez el necesario espectáculo de chilabas blancas y el eco de palabras árabes que reclaman su paisaje y su Alhambra.
Ya hemos dicho arriba que los colofones de ambas ediciones son bien parecidos, pues aseguran haberse terminado de imprimir un mismo día con un año de diferencia: “el día 22 de febrero de 1942, IV aniversario de la liberación de Teruel” y “el día 22 de febrero de 1943, V aniversario de la liberación de Teruel”, respectivamente. ¿Sería cosa del autor o del editor recordar así el glorioso 22 de febrero de 1938, día de la victoria nacional en aquella decisiva y cruenta batalla que se prolongó durante más de dos meses, y en la que destacó por su arrojo y contundencia el heroico Cuerpo de Ejército Marroquí, dirigido por el General de brigada Juan Yagüe Blanco?
«El alma española está tejida con lo árabe y lo latino. Ambas culturas han dejado aquí sus mejores frutos. Latinidad de Séneca y Mérida. Arabidad de Averroes y la Alhambra. Las dos nuestro espíritu. Ya a las dos nos ha vuelto a acostumbrar Franco. Entablando relación diaria con Roma inmortal, eterna y madre. Y abriendo la curiosidad española al amplio espacio de lo árabe. […] Y desde entonces fue la entera arabidad emigrada en América española coro entusiasta de alabanzas a la nueva España y su Caudillo.» (Rodolfo Gil Benumeya, “Franco y el Mediterráneo árabe”, Jornada, diario de la tarde, Valencia, 30 septiembre 1942, pág. 4.)
«La ciencia arabista ha demostrado que no ha existido nunca una invasión árabe en España, porque con Tarik, Muza y otros jefes musulmanes sólo llegaron pequeños grupos de guerreros. Pero esos núcleos reducidos venían predicando un nuevo sistema de ideas religiosas, políticas y sociales. Una gran parte de la población española del Sur, el Centro y el Este adoptó las nuevas teorías, pasándose en masa al ideal musulmán. […] Lo esencial es recordar que el Estado moro o hispano-árabe no fue el resultado de una invasión extranjera, sino de un partido político-social llamado “El Islam”, que no apareció en una nación unida, sino en una nación que buscaba el camino de su creación.» (Rodolfo Gil Benumeya, “La España mora y el problema marroquí”, Libertad, Diario Nacional-Sindicalista, Valladolid, 27 diciembre 1942, pág. 3)
★ 1953 Rodolfo Gil Benumeya, Hispanidad y Arabidad, Ediciones Cultura Hispánica, Madrid 1953, 161 páginas

Introducción, 9 ❦ I. El arabismo como factor interno español, 13 · «Hispania» en sus orígenes sirio-libaneses, 15 · Hispanismo romano en Siria y en Arabia, 20 · Continuidad en el Estado hispano-árabe, 23 · Los españoles dentro del Jalifato, 26 ❦ II. Una sola cultura con dos idiomas, 33 · Bilingüismo del Estado cordobés, 36 · La cultura de doble expresión en el Siglo de Oro, 41 · Supervivencias, 50 · Renacer de hoy en lo cultural bilingüe, 56 ❦ III. Árabes e hijos de árabes en Hispanoamérica, 61 · Historia y organización de los emigrados, 64 · Afecto a los países de residencia, 68 · Relación con los países de origen, 73 · Paralelismo de los grupos de naciones, 75 ❦ IV. Lo hispano atlántico y lo hispano mediterráneo, 79 · Teoría árabe de la Hispanidad, 82 · España, Portugal, Marruecos, América y Europa, 90 · Mediterráneo y Próximo-Oriente, 96 · Hacia un nuevo Renacimiento, 101 ❦ V. Dos universalismos humanos, 107 · Un mundo a la medida del hombre, 111 · La creación americana como ejemplo, 116 · Paralelismos jurídicos, 122 · Hispanos y arábigos en la O. N. U., 127 ❦ VI. El espíritu del mensaje hispánico, 133 · Humanismo y anticolonismo religioso, 140 · Entre la Cristiandad y el Islam, 145 · Entre el Vaticano y la Liga Árabe, 150 · España y los caminos del cielo, 157 ❦ solapas.
1970 «Gil Torres Benumeya Rodolfo (1901). Escritor y orientalista. Especialista en temas de política internacional islámica y asuntos árabes, Rodolfo Gil Torres Benumeya nació en Andújar (Jaén) el 5 de junio de 1901. Es hijo del poeta del mismo nombre. Licenciado en Filosofía y Letras en la Universidad de Granada, amplió sus estudios universitarios en París. Profesor de Arte Hispanomusulmán en el Instituto Libre de Tetuán (Marruecos) y de Historia de Marruecos en el Centro de Estudios Marroquíes, lo ha sido de Estudios españoles en El Cairo y de Español y Árabe en Argel. Colaborador de las revistas “Política internacional”, “Arbor” y “África”, y del Tercer Programa de Radio Nacional, es Miembro del Instituto de Estudios Políticos, Sección de Relaciones internacionales, y se halla en posesión de diversas condecoraciones de países árabes. Está casado con doña Emilia Grimau García y tiene un hijo. Obras principales: Ni Oriente ni occidente (1929), Marruecos andaluz (1942), Historia de la Política Árabe (1951), Panorama del Mundo Árabe (1952), Hispanidad y Arabidad (1952), España tingitana (1955), España dentro de lo árabe (1964), Claroscuro andaluz (1966), &c.» (Diccionario Biográfico Español Contemporáneo, Círculo de Amigos de la Historia, Madrid 1970, vol. 2, págs. 744-745.)
2013 «Rodolfo Gil Benumeya (Andújar, 1901-Madrid, 1975). Periodista y ensayista. De padre cordobés y madre granadina, lo andaluz es siempre en él una seña de identidad. Su segundo apellido, Torres, da paso al seudónimo Benumeya, el más usual de los muchos que emplea en sus escritos a lo largo de su vida (otros fueron Amor Benomar, Jalil el Amagüi, Emir Sid Omar, Benhumeya o Torres). Se licencia en Filosofía y Letras en Madrid, donde cursa lengua árabe con Miguel Asín Palacios, tras lo cual inicia continuos contactos con el norte de África, que irían definiendo su orientación hacia los temas árabes y semíticos. Terminados sus estudios, se dedica al periodismo, e inicia sus colaboraciones en diversas publicaciones periódicas de la época: Revista de Tropas Coloniales, Revista de la Raza, La Esfera y Revista Hispano-Africana. Es entonces, a finales de los años veinte o principio de los treinta, cuando publica su primer libro, Ni Oriente ni Occidente: El universo visto desde el Albayzín, y su nombre pasa a engrosar las filas de ese grupo de intelectuales africanistas, interesados por las cuestiones del continente vecino. En esta etapa se inician también sus relaciones con los andalucistas, como Blas Infante, y con los líderes nacionalistas marroquíes, Abdeljalaq Torres o Allal al-Fasi, entre otros. Las líneas fundamentales de su pensamiento son fruto de una profunda vocación norteafricana y arabófila, hispana y panarabista, andalusí y andaluza, patente en todos sus escritos. Casado con Emilia Grimau, vive en Madrid y en las ciudades marroquíes de Tetuán y Tánger, donde prosigue su labor periodística hasta que, tras el estallido de la Guerra Civil española, es enviado a El Cairo. Ya de regreso a Madrid vuelve a colaborar asiduamente en la prensa, esta vez en El Español, Mundo, Arbor, Mundo Hispánico, Mauritania o en el diario Madrid, lo que le lleva a obtener el Premio Nacional de Periodismo. Entre los años cuarenta y sesenta publica, entre otros, los libros Marruecos andaluz (1942), Historia de la política árabe (1951), Hispanidad y arabidad (1952), Andalucismo africano (1953), España y el mundo árabe (1955), España tingitana (1955), España dentro de lo árabe (1964) y, su última obra, Claroscuro andaluz (1966).» (María Dolores López Enamorado, s. v., en andalupedia.es [entrada 9274, versión 31 octubre 2024].)
★ Antología temática de Rodolfo Gil Torres
Comunismo
1927 «En el respeto y desarrollo absoluto de estos tres ideales, está el secreto de nuestra perfecta convivencia con el marroquí. Protección del carácter reservado de la vida musulmana de hogar; protección del Islam e intensificación de su enseñanza religiosa (medida urgentísima en un país amenazado por la propaganda comunista, y que una intensificación del espíritu religioso bíblico, judío, musulmán o cristiano puede detener); intensificación del carácter especial de la estética mora, manifestación la más alta de la Demosofía marroquí (vulgarmente Folk-Lore).» («Protectorado “cultural” en Marruecos. Estética política», Revista Hispano Africana, diciembre 1927.)
No hubo invasión o conquista de España
sino un partido político-religioso
1942 «Que la España de los moros era un partido político-religioso, no una invasión extranjera.» (Marruecos andaluz, Madrid 1942, página 8.)
Judíos
1942 «Esa misión sólida de Hispanidad y Arabidad es para la Patria española doble motivo de relación estrecha. Por árabe y por americana. Así, bajo cielos de Ultramar, se destaca claro, cristalino, transparente, lo necesario del acuerdo entre la tierra de España y esos dos mundos semejantes de criollos y arábigos que en ella se atan y anudan. En América es lo árabe apoyo frente a lo judío, disolvente y agente de lo yanqui.» («Arabidad e Hispanidad», África, nº 1.)
«Naturalmente, los judíos odiaban a los galileos y no les concedían el derecho a tener la menor relación con ellos. No sólo por el odio antiguo, sino por el odio nuevo de ser los galileos ya mestizos de árabes. Ya que el judío de Judá sólo consideraba a su raza judía la raza digna de existir, la raza nacida para mandar.» «Sale Ghassani en defensa de la Inquisición, pues dice que se hizo para atajar los abusos de los judíos, y que sólo quemaba a judíos brujos y gentes por el estilo, todas peligrosas.» «[Chekib Arslan] en Europa ha tenido relaciones de amistad con muchas de sus personalidades más salientes, como el Káiser, el Duce, &c., siendo posteriormente el representante auténtico del mundo árabe ante la fría, inútil y hostil Sociedad de Naciones, vendida al oro judío.» «Pero cometieron [el “regionalismo andaluz”] el error suicida de confundir un poco lo oriental y hacer con ello un revoltijo disparatado sin sentido geográfico. Pues viendo hebreos por las calles de Tetuán, se les ocurrió meter en su programa la simpatía a los hebreos o judíos, que confundían con los marroquíes. ¡Confusión que ningún católico ni ningún musulmán puede tolerar! ¡Mezclar al judío, que es el responsable de toda la decadencia y todas las degeneraciones; al sionista, al doble enemigo de la Iglesia y del Islam! Este error de bulto fue la ruina de aquel regionalismo, eco romántico de una Andalucía irreal.» (Marruecos andaluz, Madrid 1942, páginas 77, 188, 191 y 202-203.)
★ Sobre Rodolfo Gil Torres
1998 María Dolores López Enamorado, “La mirada del otro: la visión del africanismo español (el Gil Benumeya de los años veinte)”, en Relaciones interétnicas y multiculturalidad en el mediterráneo occidental (simposio en Melilla, 29-31 octubre 1997), Melilla 1998, págs. 261-278.
★ Textos de Rodolfo Gil Torres en Filosofía en español (orden cronológico, precisando la “firma” utilizada)
fecha | firma | título | ubi |
---|---|---|---|
23.0400 | Rodolfo Gil Torres | Los señores feudales en los dos Protectorados de Marruecos | Revista Hispano Africana, Madrid |
23.0500 | R. Gil Torres | Los señores feudales en los dos Protectorados de Marruecos II | Revista Hispano Africana, Madrid |
23.0700 | R. Gil Torres | Utilización de los árabes en la zona española | Revista Hispano Africana, Madrid |
23.0900 | R. Gil Torres | Sobre la evolución de la Arquitectura mora (I y II) | Revista Hispano Africana, Madrid |
24.0100 | R. Gil Torres | Las “Juventudes” musulmanas y la educación europea | Revista Hispano Africana, Madrid |
24.0300 | R. Gil Torres | España y el panarabismo | Revista Hispano Africana, Madrid |
24.1206 | Amor-Ben-Omar | Del oriente árabe. Noche | La Esfera, Madrid |
25.0200 | Amor Benomar | El no-imperialismo del Oriente (I y II) | Revista de Tropas Coloniales, Ceuta |
25.0600 | Amor Benomar | El Islam español en Berbería | Revista de Tropas Coloniales, Ceuta |
25.0900 | Amor Benomar | El Islam español y la «Reconquista» desde el Sur (I, II y III) | Revista de Tropas Coloniales, Ceuta |
27.0400 | Benomar | El misticismo de los patriotas orientales de Asia | Africa. Revista de Tropas Coloniales, Ceuta |
27.0808 | Gil Benumeya | Por tierras de África. La ciudad de Tánger y el andalucismo | La Voz, Madrid |
27.1100 | Gil Benumeya | [pro] Prólogo a La vida de Lazarillo de Tormes | Bibliotecas Populares Cervantes |
27.1200 | Gil Benumeya | Protectorado “cultural” en Marruecos. Estética política | Revista Hispano Africana, Madrid |
28.0500 | Gil Benumeya | [pro] Prólogo a Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa | Bibliotecas Populares Cervantes |
28.0619 | Gil Benumeya | Turismo africano. Marrakex, la Atlántida | Estampa, Madrid |
28.0700 | Gil Benumeya | Ni Oriente ni Occidente. El Universo visto desde el Albayzín | CIAP S. A., Madrid |
28.1100 | Gil Benumeya | El cante hondo | Andalucía, órgano regional del turismo |
29.0800 | Gil Benumeya | Mediodía. Introducción a la historia andaluza | CIAP S. A., Madrid |
31.0215 | G. B-U. | [res] Duque de Canalejas, Otoño revolucionario, CIAP | La Gaceta Literaria |
31.0215 | Gil Benumeya | [res] Adelardo Fernández-Arias, A través del país que Gandhi despertó, CIAP | La Gaceta Literaria |
41.1129 | Rodolfo Gil Benumeya | Presentación del Islam | Pueblo. Diario del trabajo nacional, Madrid |
41.1217 | Rodolfo Gil Benumeya | Japón y el Islam. Árabes y japoneses | Madrid, diario de la noche, Madrid |
41.0100 | Rodolfo Gil Benumeya | Arabidad e Hispanidad | Africa. Revista española de colonización |
42.0222 | Rodolfo Gil Benumeya | Marruecos andaluz | Ediciones Vicesecretaria Educación Popular |
42.0930 | Rodolfo Gil Benumeya | Franco y el Mediterráneo árabe | Jornada, diario de la tarde, Valencia |
42.1106 | Rodolfo Gil Benumeya | De Guinea Española a El Cairo y el Mar Rojo | La Prensa, Barcelona |
42.1121 | Rodolfo Gil Benumeya | España y el mundo árabe | El Español, Madrid |
42.1227 | Rodolfo Gil Benumeya | La España mora y el problema marroquí | Libertad, Valladolid |
43.0121 | Rodolfo Gil Benumeya | Portugal, vecino y hermano | La Prensa, Barcelona |
43.0227 | Rodolfo Gil Benumeya | Una España desconocida frente a Canarias | Imperio, Zamora |
43.1201 | Rodolfo Gil Benumeya | España y el Líbano | La Prensa, Barcelona |
45.0700 | Rodolfo Gil Benumeya | Significado y orientación política de la Unión Árabe | Revista de Estudios Políticos, 22-23 |
48.0900 | Rodolfo Gil Benumeya | Hispanidad y arabidad | Cuadernos Hispanoamericanos, 5-6 |
50.1128 | Rodolfo Gil Benumeya | Significado actual del paralelismo entre hispanidad y arabidad | Correo de Mallorca, Palma |
53.0106 | Rodolfo Gil Benumeya | Hispanidad y Arabidad | Ediciones Cultura Hispánica, Madrid |
55.1000 | Rodolfo Gil Benumeya | Sobre las líneas generales de las relaciones hispano-árabes evolución actual | Cuadernos de estudios africanos, 32 |
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